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Rea se sentó en el borde de la cama pensando el todo lo que había pasado hoy. Había sido todo una montaña rusa.

Primero el percance con el tema relacionado con Damiano en el trabajo, más tarde la fantástica tarde con Thomas, y después el divertido encuentro con ambos. Estaba exhausta, pero por alguna razón no quería irse a la cama. No quería dar por terminado el día.

Quizá no tenía por que, menos con la notificación que le había llegado segundos antes.

Se emocionó al recibir un mensaje de la bajista italiana.

«Hola Reaaaaaaaaaaaa
Ethan y yo íbamos a bajar a la piscina, ¿Te gustaría venir? Estamos en la de la segunda planta, puedes pasarte cuando quieras»

Rea se levantó de un salto de la cama. Por supuesto que quería ir, hacía ya varios días que no había tenido contacto cercano con ninguno de los dos, por lo que la idea le emocionaba.

Después de mandarle un mensaje de confirmación a Victoria, abrió su armario con miedo, preparada para el reto de elegir su vestuario.

Tras probarse varias piezas de baños distintas intentando combinarlas, se decantó por un bikini verde oscuro. Su color de piel le impedía llevar ciertos colores, pero los oscuros usualmente eran una apuesta segura. 

Se miró al espejo nerviosa, desde hace ya varios meses estaba haciendo deporte diariamente, y comenzaban a notarse los resultados. A pesar de esto la joven no estaba totalmente orgullosa, para ella siempre podía mejorarse, más cuando se trataba de su cuerpo.

Escogió un vestido sencillo para ponerse encima.

Bajó hasta la segunda planta. Dado que eran altas horas en la madrugada no se encontró a nadie de camino.

Vio a los chicos en silencio, disfrutando de la tranquilidad de la noche.

Victoria estaba encima de un flotador en la piscina, y Ethan estaba acomodado en una hamaca perdido en sus pensamientos.

Para Rea era una auténtica tortura mirar a los italianos. No entendía como alguien podía contener tanta belleza en su ser. Lo peor era que no conocía a una persona así, si no a cuatro.

— Rea – sonrió Victoria en tono leve. Ethan al escuchar que la castaña había llegado se dirigió a la piscina para acercarse más a las chicas.

Rea se quitó el vestido, revelando aquel bikini que tanto trabajo le había costado escoger. Rodeó su cintura con sus brazos al sentir la mirada penetrante de Ethan sobre su cuerpo. Parecía que aquel chico podía escanearte hasta el alma. Ambos sentían una conexión muy fuerte entre ellos, a pesar de no hablar tanto como lo hacía Rea con los demás integrantes.

Rea se sentó en el bordillo, seguida de Ethan quien se colocó a su lado. Victoria se bajó de la colchoneta donde antes estaba y se acercó nadando a la periodista.

— Ven a bañarte, el agua está muy buena – le dijo Victoria mirándola directamente a los ojos. Rea negó divertida, sus pies estaban congelados.

Ethan quería parar, pero no podía dejar de mirarla. Sentía algo por ella que no podía describir, algo que no había sentido desde hace mucho tiempo.

Su cara iluminada por la luna era una obra de arte digna un museo de sobrenombre. Su risa era una dulce melodía que quería guardarse para llevarla con él a todas partes. Su cuerpo parecía una escultura basada en la misma perfección.

— Tengo frío – Ethan salió de su trance al escuchar a Rea contestarle a Victoria.

— Anda... Por favor – y ahí estaba Victoria deAngelis, maestra de la persuasión. Ethan la conocía bien.

paparazzi ; måneskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora