— Dios mío, ¿Estas bien? – preguntó Victoria abrazando a Rea con preocupación
Lauren también se acercó a ellas.
— Lo siento mucho, debería haber hecho algo – Lauren se sentía muy culpable, aunque no tenía porque.
— Para nada – le dijo Rea abrazándola con afecto. – Has intentando todo lo que podías.
Ethan y Thomas se acercaron tímidos.
— ¿Estas bien? – preguntó Thomas con miedo a preguntar y que la chica se desmoronarse.
— Sí si, tranquilos, ha sido el susto del momento – a Damiano le sorprendió lo rápido que se recomponía la chica. Quizá estaba acostumbrada a tener que ser fuerte.
— ¿Quieres que te llevemos al hotel? – preguntó Ethan intentando esbozar una sonrisa para calmar el ambiente.
— Me gustaría, por favor – contestó Rea. Otro día no hubiera querido molestar, pero hoy no daba para más.
Victoria le agarró de la mano, cosa que Rea agradeció. Le pareció muy dulce de su parte.
— Te aviso cuando llegue – le dijo Rea a Lauren, y acto seguido se despidió de ella. A Lauren le hubiera gustado estar un poco más con ella, pero quizá ese trabajo se le diera mejor a los cuatro chicos misteriosos.
Damiano guío a la chica al coche. Ella se colocó detrás, en el sitio de en medio.
Cerró suavemente los ojos y apoyó su cabeza el hombro derecho de Thomas; en todo momento seguía dada de la mano con Victoria.
Damiano la miró desde el retrovisor. Le parecía tan bella.
— ¿Puedo preguntar algo? – dijo Rea, ya haciendo en una pregunta. En otra situación Damiano se hubiera mofado de esto, pero simplemente contestó.
— Por supuesto.
— ¿Queréis venir a mi habitación a cantar karaoke? Es que por una parte no quiero ir a ningún otro club, pero tampoco voy a permitir que el idiota ese me arruine la noche – Ethan y Damiano se miraron al instante.
— ¡Sí! – celebraron Thomas y Victoria chocando las palmas. Esto hizo reír a Rea; a Ethan le gustaba verla reír.
El viaje pasó tranquilo, todos estaban bastante calmados, excepto Thomas quien tenía un tic nervioso en la pierna. La cabeza de Rea en su hombro le ponía nervioso.
Al llegar al hotel, Rea se dispusó a abrir la puerta. No era una habitación ni demasiado pequeña ni demasiado grande, todos cabían perfectamente en el cuarto.
Ethan alcanzó a ver un un peluche dentro del armario escondido. Esto le hizo sonreir.
— Tengo cerveza y vodka – dijo Rea rebuscando en su nevera. – Aunque bueno, si queréis también tengo bifrutas (1).
Thomas arrugó las cejas confundido.
— ¿No sabéis lo que es? – preguntó Rea abriendo los ojos como platos. – Thomas, a ti seguro te va a encantar.
Rea fue a sentarse al lado del rubio, y le tendió el zumo. Thomas lo probó extrañado. En seguía se le abrieron los ojos.
— ¡Es verdad! Está muy bueno en realidad – dijo Thomas emocionado y Rea le sonrió con alegría.
Damiano lo probó también. – Fuera coña está bueno – Rea asintió obvia, le ofendía que no confiara en su recomendación. – ¿Y si lo combinamos con vodka?
Todos miraron a Damiano con diversión.
— Eso tiene que estar asqueroso – dijo Victoria cerrando los ojos con expresión de asco. Ethan le dió la razón a la rubia.
— Pruébalo y así lo sabrás.
• • •
Dos y media de la mañana. La genialidad del bifrutas mezclado con vodka de Damiano no había sido buena idea. Todos estaban muy borrachos, el único que estaba medianamente en sus cabales era Ethan, quien tan solo había bebido un poco de cerveza.
De fondo sonaba "I wanna be your slave"
Victoria y Rea bailaban muy pegadas. Mucho. No sabía si era por la borrachera pero a Victoria esto le gustaba. Le gustaba el tacto de Rea, le gustaba sus cuerpos rozando, le gustaba su sonrisa, ojos y labios. Sobre todo sus labios.
Definitivamente era la borrachera.
— 'Cause you can be the beauty and I could be the monster – cantaron todos al unísono.
— Voy un segundo al baño – les dijo Ethan marchándose. En ese preciso momento comenzó el desmadre.
Victoria buscó con la mirada los labios de Rea, y sin pensarlo demasiado la besó. Al fin y al cabo al día siguiente no se acordarían. O eso pensaba.
Thomas las vitoreó alzando su copa.
— También para ti – exclamó Rea acercándose lentamente al rubio. Repitió el gesto que Victoria antes había realizado y juntó sus labios con los de Thomas.
Damiano se descojonó al mirar la sorpresa de Thomas. Además de que a este se le había quedado restos del pintalabios de Rea.
— ¿Y yo? – preguntó Damiano con una sonrisa pícara.
— Tienes que ganártelo – dijo Rea guiñándole un ojo.
Este se acercó a la castaña y comenzó a tocarle la nuca con sus frías manos. Rea echó la cabeza hacia atrás.
Damiano le dio un pequeño beso en el cuello a Rea. Esto le hizo cosquillas a la mencionada, por lo que el cantante repitió el gesto varias veces.
Thomas y Victorias los miraban divertidos. A todos les entró la risa floja.
— Me voy a dormir – exclamó Rea de la nada y se escondió debajo de las sábanas. Thomas rió aún más.
— Si Victoria ha besado a Rea, y Rea luego a mi, ¿Es como si Victoria y yo nos hubiéramos besado? – preguntó Thomas. Esta era la fase de la borrachera de las preguntas estúpidas. Las chicas rieron a más no poder.
Ethan volvió a la sala.
— Dios mío – exclamó. – Es hora de irnos.
— ¡Pero yo quiero quedarme con Rea! – protesto Victoria como si fuera una niña pequeña.
— La verás mañana, ¿Verdad Rea? – a Rea se le estaban empezando a cerrar los ojos a causa cansancio. – ¿Lo ves? Eso es un sí.
— Adiós – se despidió Victoria dándole un pequeño beso en la mejilla.
Rea la acercó y la besó con pasión. Este beso era considerablemente más largo que el anterior.
Ethan las miró con sorpresa, abriendo mucho los ojos. El batería no sabía que había pasado durante su ausencia, por lo que esto lo pilló desprevenido.
— Me quedo – decidió Victoria metiéndose en la cama con Rea.
Ethan agarró a la rubia del brazo, arrastrándola a la salida con cansancio.
— El bebé y el greñas, conmigo – les dijo Ethan con un tono de voz potente que asustó a Thomas y Damiano. Sin dudar estos dos se fueron junto al moreno.
— Quiero dormir – se quejó Thomas. Probablemente la noche siguiente sería criminal para todos.
— Adiós – se despidió Ethan dulce, apagando la luz para dejar descansar a Rea, quien ya había caído en un profundo sueño.
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(1) No se exactamente dónde se vende este producto, pero el bifrutas es una especie de zumo de frutas, usualmente consumido por niños (aunque creo que es más ingerido por adolescentes)
Después de este dato, querría comentar algo.
Muchas gracias a todos los que leen! Sé que ya he agradecido por privado un par de veces, pero nunca está de más. Hasta a mí me sorprende el ritmo de crecimiento que está tomando la historia, por lo que no me queda otra más que agradecer por qué le hayáis una oportunidad.
Espero que os esté gustando el ritmo que va tomando la historia. Si esto no es así como digo siempre, ¡Acepto consejos con gusto!
Hasta el próximo capítulo :)