Capítulo 36

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Renzo

9 años atrás

Tomo un sorbo de la botella de cerveza y esta se acaba. Miro a mi costado, esta Axel besándose con una chica de acaba de conocer esta noche, su nombre es Cristina, o Cristal, o Crisel, ni siquiera recuerdo como fue que se presentó. Cansado de soportar a Axel y su nueva amiga, me levanto y voy en busca de Alison, ella debería estar en la barra pidiendo más tragos.

Festejamos que los exámenes se acabaron, y que al menos tendremos un respiro por las próximas semanas. Así que felices, con buenas notas en el programa, decidimos salir de fiesta a uno de los interminables bares que había cerca del campus universitario.

Axel, con su buena memoria, no desgastó en sacar diez en todas las materias, en cambio yo, me quemaba las pestañas cada noche para alcanzar un ocho. Y otra razón más para estar en este bar que huele a cigarro, y lo que se podría decir que es hierba, es que Alison se merecía toda la distracción del mundo, con su padre en las espaldas exigiéndole la perfección, demandando que fuera la mejor en la escuela de medicina, no la dejaba ni respirar. Intente que entrara en razón, que siguiera sus sueños y no los de su padre, que fuera la periodista que anhelaba ser, pero por cada paso que avanzaba su padre llegaba mágicamente y le lavaba el cerebro. Así que después de un tiempo deje de insistir, ella un día se daría cuenta y yo estaría con ella cuando decida cambiar el rumbo de su vida.

Llego a la barra y empiezo a buscarla con la mirada, no la encuentro. ¿Adónde se habrá ido? Pero toda preocupación queda disipada cuando siento su mano en mi hombro, volteo y me encuentro con su bello rostro, cabello rubio y ojos verdes.

- ¿Dónde te habías metido? – susurro muy cerca de su oído.

Alison lleva un vestido negro y escotado, pero con su generoso trasero, no llega a cubrirle del todo. Bajo mis manos a su cintura, y la aprieto a mi pecho. Una risita encantadora sale de sus labios rojos, sin embargo, no dejo que ese sonido me embriague mucho, porque me tengo un nuevo movimiento para su boca. La beso con pasión, haciendo que nuestras lenguas rocen como a ella le gusta, me gano un gemido como recompensa. Pero, aunque quisiera seguir besándola, sé que este no es lugar para demostraciones subidas de tono.

-Te amo, - digo rozando sus labios. – pero no voy a permitir que ese idiota tenga su escena porno gratis. – señalo al hombre que está frente nuestro mirando descaradamente.

Alison libera una carcajada, y con esa pequeña acción, zarandea mi corazón. Por un momento estamos felices, despreocupados y besándonos, hasta que la sonrisa desaparece de su rostro. Ahora Alison está tensa, tanto que si fuera una cuerda se hubiera roto ya.

- ¿Esta todo bien? – pregunto tomando su quijada para ver a sus ojos.

Y su mirada, sus ojos verdes, su nariz respingada, me impacta como la primera vez que la vi. A los diecisiete años solo quería salir de fiesta, ligar con el mayor número de chicas posible y beber hasta perder la conciencia, pero Alison llegó y la besé, y después de ese beso no nos volvimos a separar. Todos los besos que había dado antes se quedado en nada cuando roce sus labios, besar a tantas chicas para luego descubrir que besar no es algo carnal, sino un gesto íntimo, que ejercía la misma acción con las palabras y los labios. Seis años después seguíamos aquí, juntos, imparables.

-Sí, solo estoy cansada. – dice con una sonrisa que no llega a su mirada.

-Entonces, vámonos a casa. – Alison asiente y la cojo de la mano para ir hasta donde Axel, despedirnos de él, y regresar al departamento.

Antes de que lleguemos con Axel y su nueva amiga, ellos siguen besándose, nos cruzamos con Mario que va con unos amigos, pero se despide de ellos y se nos acerca.

Una Boda Por Un Contrato [Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora