Femenino por Causalidad | Larry ✔️

Capítulo 20.

Zaray no ha dejado de agradecer, y Harry no encuentra palabras para que deje de hacerlo. La chica va a seguir agradeciendo de todos modos.

Le envía un mensaje a Louis para invitarlo a salir después del trabajo, solo porque Harry desea contarle todo por lo que está pasando y Louis es muy bueno para hablar.

"¿Puedo pasar por ti al trabajo?"

Harry envía el mensaje sintiendo un ligero cosquilleo en el estómago. La sola idea de ver a Louis le provoca muchas sensaciones. Aunque sabe que el chico tiene carro, le gustaría ir en el mismo.

Cuando finalmente llega la hora Harry se apresura hacia la juguetería, y ve a Louis sentado afuera en los escalones. El chico sonríe con alegría al verlo llegar, y Harry no puede evitar sonreír de vuelta.

Louis se sube al carro con mucha energía y lo saluda sonriente.

—¿Cómo has estado? —Harry suspira antes de responder.

—Muy bien, ¿qué hay de ti?

—Fue un día muy agotador. —Louis habla con mucha tranquilidad, mientras Harry parece estar tenso.

—¿A dónde te gustaría ir?

Louis lo mira con una enorme sonrisa. Harry levanta una ceja mientras espera su respuesta.

—Me gustaría ir a un parque de atracciones mecánicas. Veo que alguien está muy tenso y deseo que te relajes tanto como puedas.

Harry parpadea un par de veces antes de soltar un suspiro y sonreír finalmente.

—De acuerdo.

—Así dejarás de sobreanalizar todo por un momento. Lo necesitas tanto como yo.

Asiente con la cabeza sin dejar de sonreírle cuando Louis voltea para observar por la ventana. Harry agradece enormemente que el chico sea tan comprensivo y haya aceptado su invitación.

—Es un día hermoso y soleado afuera. Fascinante. —Acota mientras mira hacia el cielo. Harry no ha dejado de sonreír. Tenerlo allí le trae tanta paz que es imposible no hacerlo.

Durante el camino largo hacia el parque, Harry repite las palabras de Z en su cabeza, y decide desconectar su cerebro y actuar puramente con el corazón. Los dos se merecen disfrutar un gran día sin que nada los afecte y eso es lo que harán.

Louis le va indicando la dirección del parque mientras Harry lo mira de reojo durante todo el tiempo, incapaz de mirar otra cosa.

—¡Llegamos! —Anuncia con emoción.

Harry estaciona el carro y ambos se dirigen a la entrada. Louis corre directamente a la feria y no tiene más opción que seguirlo. Hay muchos juegos y Louis intenta con varios, fallando en todos. Harry no puede parar de reír mientras lo observa jugar y fallar.

—Deja de burlarte, deberías intentarlo. —Pone los ojos en blanco mientras se acerca y toma el balón de sus manos.

—De acuerdo.

En un solo intento logra meter el balón en la canasta y se cruza de brazos disfrutando la reacción de Louis, quien luce incrédulo.

—Eso no se vale.

—Oh, por favor. Sólo acepta que eres un pésimo jugador de baloncesto. —Se burla hasta que siente un empujón de Louis.

Se ríe a carcajadas mientras el señor que atiende el puesto le ofrece un enorme oso de peluche. Louis lo mira con el ceño fruncido mientras Harry recibe el oso sin dejar de reír.