SAUDADE- DOMKAT (COMPLETA)

55. HOGAR

"Somos de quien encuentra en nuestro desastre su felicidad"

KATHERINE

-¿Qué... Que?- me aleje unos centímetros de Dom en el sofá ora mirarla a la cara. ¿Qué era lo que había dicho?

-Parece una locura, lo sé.

-No, no parece una locura. Lo es- estaba alarmada. Si, lo admitía pero ella me suelta de pronto esa noticia que nos me gustaba y en el fondo seguía teniendo la esperanza que fuese una mentira. O en todo caso una broma.

-La explicación es más simple de lo que parece y no fue fácil tomar una decisión pero es lo mejor-- me tomo de la mano. Confiaba en su criterio y más cuando me miraba como lo hacía ne este momento. Pero la idea seguía sin gustarme.

-No quiero que lo nuestro termine. Ya fueron suficientes pruebas y obstáculos. Por fin te tengo conmigo- me sonrió y dejo un beso en mi boca con dulzura.

-No quiero terminar. Pero quiero que entiendas que en realidad no estaremos bien si no hago esto. Debo ir a Londres, o a donde sea, pero sola- estaba desesperandome. Me sentía atrapada. Atrapada por completo. Y confusa.

-¿Le dirás a tus padres? Por qué si es así iré contigo- negó con la cabeza--¡Swettie! Esto es de las dos. Tus padres merecen ambas versiones...

-Mi amor, mi amor- levanto sus manos en señal de calma y me miro
Sonrió. Me sacaba de mis casilla que estuviese tan tranquila cuando yo no podía ni pensar con claridad- No iré a decirle a mis padres- cada cosa que Dom decía me dejaba más confundida que lo anterior.

-Dame dos minutos- la mire suplicando espacio y aire. Porque lo necesitaba. Realmente lo necesitaba. Respire buscando controlar mi ritmo cardíaco y luego la mire. Dom sonreía. No se burlaba de mi. Ella me estaba sonriendo con una ternura celestial y yo con esa simple mirada y sonrisa me sentía amada. Hice una seña para que hablase.

-Te Amo. Y quiero estar bien contigo. Pero sé que muchas cosas en mi no nos dejaran estarlo por completo. Cuando mi madre llega me inquieta y me roba la paz. Pero no es ella. No es su probelma, Honey. El probelma es mío. La que está mal soy yo. Porque soy insegura de mi misma y- tomo aire buscando no llorar cuando voz empezó a quebrarse. La acerque a mi para darle lo abrazo y bese su cabeza intentado calmarla. No podía decir nada, sin embargo. No sabía exactamente qué- Quiero dejar de tener miedo en tantas ocasiones. Quiero parar el hecho de que tantas cosas me inquieten y afecten aunque no deberían. Quiero estar bien para ti y se que puedes lograrlo conmigo y no significa que no quiera intentarlo a tu lado- me tomo la mano- pero se que es algo que debo hacer sola. Es algo que debo enfrentar conmigo misma y por lcuho que quiera que me ayudes tu y yo sabemos que no puedes hacerlo- dejó caer su cabeza en mi hombro cercano a su cabeza.

Ella tenía razón. Tenía toda la razón. Y yo no podía admitir que también tenía fantasmas que debía enfrentar sola. Y ambas debíamos hacerlo por el bien de nuestro futuro juntas. Y al igual que ella yo también había empezado a luchar contra ello. Levantó la cabeza nuevamente y sin esperar dos segundos se lanzó a lo boca con a paciencia y dulzura que ambas necesitábamos en estos momentos.
Se acomodo sobre mi besándome aún. Me era casi imposible entender el como Dom tenía esa dulzura incluso para besarme y mandar al Carajo todo. Ella es un ángel. Lo decía en serio.

-Te amo, Kat Barrell. Te amo y estoy feliz de haberte encontrado. De haberme enamorado de ti y de vivir tantas cosas a tu lado- susurró en mi oído y sonreí pegando mi cabeza a la suya- Quiero compartir toda mi vida a tu lado. Tener hijos juntas. Que sean tan hermosos como tú. Que tengan tu paciencia y amor. Y también las mismas ganas de que todos cumplan sus sueños. Estoy orgullosa de ti y la elección que hice al enamorarme de ti- sonreí y le tomé el rostro para besarla.