SAUDADE- DOMKAT (COMPLETA)

44. TORMENTO

"Hoy extrañé la nada que había entre tú y yo, sutil y callada.
Sobrenatural y total"

KATHERINE
-Ey, fue un buen trabajo- choqué las manos con uno de los asistentes de producción de Good Witch. Era una serie en la que trabajaba, y en que Dom me había felicitado de la mejor manera por entrar.

No tengo que explicar a que me refiero la mejor manera.

Había terminado de grabar mis escenas el día de hoy y me sobraba bastante energía, tenía entendido que Dom estaba en Canadá un par de semanas después de llegar de París, y también sabía el motivo. Viajaríamos a Barcelona mañana y Emily le sugirió que se quedara y viajara junto a Melanie y a mi. Cosa que a mi no me molestó para nada.

Me subí en el auto, el cielo estaba nublado y probablemente llovería, ya que hacía un poco de frío. Suspiré y conduje hasta el almacén de segunda mano donde ahora compraba mi ropa. Gracias a la campaña de Dom, que cada día avanzaba más y eso me llenaba de orgullo.

Llegué al lugar y escogí algunas prendas que usaría en Barcelona. Cuando me cambiaba para probarme la segunda que había escogido escuché esa, reconocida voz. Detuve lo que hacía y escuché detenidamente.

Era Dom o ya alucinaba con ella.

-Sé que no me esperaban por aquí, lo sé- y se rió. Si. Era Dom. Sonreí y terminé de Cambiarme- pero es que neces...

-¿Y esto? ¿que tal?- di una vuelta con la ropa y Dom podó su vista en mi.

Con lo que me gustaba que me mirara, y mucho más de la forma en que me estaba viendo ahora.

-Ouh... Ey Kat- dio unos pasos y se acercó a darme un abrazo- No esperaba encontrarte aquí.

-Y yo tampoco, pero siempre es un placer verte- sonrió.

-Lo mismo digo, y eso te queda muy bien- me señaló y me reí asintiendo.

-Gracias- le guiñé el ojo y la dejé hablando con las chicas para cambiarme. Me atormentaba tener recuerdos con Dom en cada lugar que visitaba, y como si no fuera poco me la encontraba.

Una frase, conocida y que me encantaba, decía que la mejor forma de matar el dolor era mirarlo a la cara todos los días, pero ¿qué pasaba cuando no quería matar el dolor y aún así lo veía a la cara todos los días. No quería acabar con nuestros recuerdos aunque la pasara mal. No quería superarlo y mucho menos olvidarlo, ni olvidarnos.

Prefería atormentarme toda mi vida con nuestros momentos a solo dejarlos a un lado. Era una cobarde, lo sabía. Pero no del todo. No aún.

-¿También viniste a buscar algo para Barcelona?- llegué a su lado mientras ella revisaba la ropa y levantó la mirada hacia mi.

-Oh, si. Así es- me sonrió- ¿ya terminaste?- asentí mirando las opciones que tenía- te verás magnífica con esa ropa- me sonrojé.

-Gracias, nos vemos después Dom- me acerqué y dejé un beso en su cabeza, di un paso para marcharme y me regresé- ese atuendo te quedará perfecto, y combinarrá con el mío- me reí y rió ella también.

-Será ese entonces- me guiñó el ojo y sonreí. Volví a girar para irme, pero me volví hacía ella otra vez.

Jamás me había costado tanto la relación con una persona, pero Dom causaba muchas cosas en mí y afectaba mi comportamiento. Nuestra relación había modificado muchas cosas en mi y una de esas cosas era precisamente la Valentía que escondía dentro de mi. Dom había hecho que saliera a flote, en algunas ocasiones, al menos.

-Ya no puedo más- la miré decidida, lo estaba. Tenía que estarlo por el bien de las dos.

-¿Ya no p...?