SAUDADE- DOMKAT (COMPLETA)

59. NUEVA ETAPA.

"de la vida obtienes lo que te atreves a pedirle"

KATHERINE

-Haces cosas sin que me entere. Eso es... ¡Horrible!- me reí ante su expresión- No puedo contigo- se alejó un poco de mi y pude apreciar entonces sus precisos ojos que tanto me encantan y que he be tanto de menos. Acaricie su mejilla con mi pulgar convenciendome de que estaba frente a mi. Que estábamos juntas otra vez.

-Te extrañé- me miró con ternura y no espero dos segundos para lanzarme a mis labios con frenesí. Su boca volvió a recordar la mia. Ambas volvieron a encontrar ese camino que hace tanto no pasaban, pero que jamás sería olvidado. Enredo sus dedos en mi cabello y no pude estar mas orgullosa de mi desicion.

-Yo también- es ella ahora quien pasa sus dedos por mis rostro mientras me mira. Cierro los ojos disfrutando solo de su tacto- Tanto, mi amor- sonreí y sentí su abrazo fuerte nuevamente sobre mi cuerpo.

-¿Cómo estás? ¿Que tal te sentó este cambio?- bese su mejilla y ella me llevó adentro de su hogar. Cargue mi maleta.

-Bien. Es cómodo, y es increíble porque no es tan espacioso. Me gusta- entre al lugar y ella tenía razón, no era muy espacioso, pero en cada rincón del lugar tenía su esencia impregnada. También su estilo. Cada cosa que había aquí era reflejo de su energía y alma. Estaba enamorada de este lugar- ¿y a ti? ¿Te gusta?- la miré apartando la vista de las decoraciones.

-¿bromeas? Me encanta. Solo que...- di unos pasos entrando a una pequeña a habitación y la mire con tristeza. Dom frunció el ceño- Es una lastima que tengamos que dormir juntas ¿no crees? Solo hay una cama. Que triste- fingi decepción y una sonrisa deliciosa escapó de la boca de mi novia.

-Una completa decepción, ¿no es así?- solté una carcajada y tomó mi cuello para volver a besarme. Sabía que ella, como yo, tenía la indescriptible necesidad de tenerte siempre, tocarme siempre. Ninguna de las dos controlabamos el querer, y no poder, estar cerca de la otra por mucho tiempo.

-¿Ya te dije que te extrañé mucho?- sonrió y volvió a besarme en respuesta.

-Te amo, Barrell. Y amo, y odio, tus sorpresas con la misma intensidad- me llego al pequeño sofá de su mano.

Oh, Dom. Llévame hasta el fin del mundo tomada de tu mano.

-Son sorpresas. No te puedo decir que haré porque perderían sentido- jugo con mi mano mientras me escuchaba.

-Estas loca, y no sabes... Cuanto desee tenerte aquí. Tantas veces- sonrió con una niña teniendo su dulce favorito.

-Y yo, mi amor- apreté su mano--Hable ayer con mi padre.

-¿El te llamó?- su tono de sorpresa fue evidente. Asentí.

-Lo acepta. Él lo aceptó e incluso fue el de la idea de viajar en la noche y no hoy- hice una mueca.

-Me alegra, me alegra mucho por ti- dio salritos en el sofá y besos mi rostro repetidas y rápidas veces.

-Nosotras. Estamos juntas. ¿Recuerdas?

-¿Si? Oh, lo siento. Creo que... Lo olvidé. ¿Estábamos juntas?- ambas reímos, tontas. La emoción de tenernos por fin era la que nos movía. Ni siquiera lo podíamos Creer y eso se reflejaba en hacer bromas por muy estúpidas que fuesen.

Estaba enamorada, completamente enamorada, de este precioso ángel.

***

-Viene cada día. Cada día a convencerme de que me vaya con ella a su casa. ¡Oh, Kat! Es una Locura- me reí mientras me preperaba algo de comer. El horario me afectaba mucho engendro en estos casos.