Delilah Jolet- 1 (Harry Potter & Draco Malfoy)

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Delilah llegó al árbol poco después y se entristeció al ver que el perrito ya no estaba ahí, supuso que se había asustado así que sólo dejo la comida esperando que él llegara por ella después.

-Es para ti- dijo Delilah, como si supiera que el perro seguía cerca, luego se dio la vuelta y regresó a su dormitorio.

No notó que en la distancia el perro la observaba alejarse, mirándola con sus pequeños ojos grises, queriendo acercarse y gimoteo cuando supo que no podía.

-De acuerdo, entonces ya todos tenemos permiso ¿Cierto?- confirmo Justin por quinta vez en el día.

-Que sí Justin, ya cálmate- le dijo Hannah molesta- Ya nos preguntaste eso- le recordó

-Solo quiero estar seguro Hannah, no tiene nada de malo ser precavido- le pegó en el hombro sin mucha fuerza

-¿Quieres pelear Flinch?- dijo Hannah abriendo sus brazos invitándolo a soltar el primer golpe- Vamos enclenque- lo retó

-No voy a golpearte Hannah- volteo los ojos, como si ya hubieran hablado de esto mucha veces

-Yo sí, quiero pelear- dijo Susan levantando sus puños

-¡Eso Susan!-exclamó Hannah con emoción

Susan y Hannah se pusieron en medio de la sala común de Hufflepuff, solían hacer este tipo de cosas seguido, así que nadie estaba sorprendido.

-De acuerdo, chicas, conocen las reglas, nada de jalar cabello y Susan, lo repetiré una vez más, no puedes morder- Susan asintió, aunque siempre lo terminaba haciendo

- Hannah, no puedes usar tu varita como arma, es la quinta que compras en dos años- le advirtió- A la cuenta de tres, 1, 2...- sin embargo, antes de que pudieran empezar, Delilah entró a la sala común.

-¿Están peleando de nuevo?- pregunto ella al ver como estaban parados

-No- dijo Hannah pero en eso Susan la tacleo al piso

-¡Susan!- Justin corrió para levantarla de encima de Hannah y Delilah corrió a ayudar a Hannah.

Todos se observaron entre ellos y empezaron a reír, tenía unos días que no había esa comodidad entre ellos, lo extrañaban.

-¿Cómo te fue en tus clases?- pregunto Hannah

-Oh, muy bien, ya no tomaré pociones y será la nueva asistente del profesor Snape- sonrió Delilah orgullosa

-Ehhh, felicidades, sabemos que es tu materia favorita- la felicito Justin

Justin, Hannah y Susan se miraron entre ellos, esperando que el otro dijera algo y Delilah lo noto.

-Oh, los interrumpí ¿Verdad? No se preocupen, yo sólo vengo por algo, los dejo para que terminen su conversación- les sonrió

-¡No, no, no! - dijeron los tres al mismo tiempo

-En realidad, tenemos una sorpresa para ti- sonrió Susan emocionada

-Oh de acuerdo- aceptó Delilah, los otros tres se miraron entre ellos y la dirigieron hasta el dormitorio de las chicas.

Susan, Hannah y Delilah se sentaron en la cama y Justin se quedó de pie, en frente de ellas

-En primera, te agradecemos por querer escucharnos, ya que llevamos planeando esto desde hace unos días y en serio queríamos mostrártelo- dijo Justin iniciando la sesión

- Sabemos que estar aquí ha sido difícil, has tenido que aclimatarte a un ambiente que ya estaba desarrollado, nosotros nos conocemos desde antes y sentimos que no hemos sido los mejores incluyéndote- se disculpó Hannah

-A veces hablamos de momentos de los años pasados y pues, es entendible que te sientas incómoda, ya que no estuviste ahí, así que te hicimos esto- dijo Susan sacando algo debajo de su almohada

Pusieron en el regazo de Delilah un álbum de fotos horizontal, se veía que estaba hecho a mano, con las hojas de diferentes tamaños, colores y cocido con puntos y listones; dentro de él había fotos en movimiento de Justin, Susan y Hannah, se veían más pequeños y Delilah pudo notar que eran fotos de ellos de los primeros dos años.

-¿Qué es esto?- preguntó Delilah dándole vuelta a las páginas

- Reunimos fotos de los años pasados y escribimos en las páginas que paso en cada foto, de esta forma tú también puedes ser parte de esos momentos- sonrió Susan- Cuando te ofrecimos nuestra amistad, viene con todo, con nuestro pasado y presente- agregó

Delilah siguió dando vueltas a las páginas, sonriendo al ver las ocurrencias de sus amigos, ellos le explicaban que significaba cada foto hasta que después de un rato las páginas empezaron a esta en blanco

-Aquí es donde empezaremos a poner fotos de los cuatro, y puedes quedártelo y así agregas tus momentos favoritos- sonrió Justin- Nuestra amistad también incluye nuestro futuro- sonrió

-Sí, no queremos que esto sea, nosotros tres y tú- los señalo Hannah- Queremos que sea nosotros cuatro- sonrió

Delilah no sabía ni que decir, ese acto, el simple acto de dejar páginas en blanco por ella, dejándole ser parte de su historia, todo este tiempo se había sentido tan sola y excluida, sin embargo, lentamente Delilah empezaba a sentirse en su lugar.

-Chicos, no saben lo mucho que esto significa para mí- dijo Delilah queriendo llorar- En serio muchas gracias- sonrió

-También queremos pedirte perdón por estar tan entrometidos con tu vida amorosa, eso es privado y no teníamos lugar, discúlpanos- dijo Justin sentándose en la cama enfrente de ellas.

-Sí, por más que queremos saber que chico es el que te gusta, eso es algo tuyo en lo cual no debimos meternos- dijo Hannah con una mueca- Podemos ser muy entrometidos, como sabrás, nos encantan los chismes- aclaró

-Gracias, chicos, yo los disculpo, entiendo que tengan curiosidad- dijo Delilah cerrando el álbum

-No sabemos como estas llevando esa situación, pero suponemos que no es fácil, y con las vacaciones tan cerca, no queríamos dejarte sola así que- Justin sonrió viendo a sus amigas

- Pedimos permiso para quedarnos aquí contigo en las vacaciones- sonrió Susan

Hannah, Susan y Justin rodearon a Delilah abrazándola fuertemente, haciéndola reír.

-No te vas a deshacer de nosotros Jolet- se burló Hannah y ellos siguieron riendo

-Queremos asegurarnos que su estadía aquí sea de tus mejores años Delilah, mereces disfrutarlo- la apretó más fuerte Susan

Delilah sentía este calor en su pecho que sentía que se había apagado hace mucho tiempo, sólo se había logrado sentir así con Harry y una que otra vez con Draco.

Tenía tanto tiempo que no se sentía apreciada, que la gente sólo la buscaba para obtener algo de ella, sin embargo, aquí estaban estas personas, tomándose su tiempo para hacerla sentir incluida, querida y apreciada.

Esta gente la hacía sentir en el hogar que nunca había tenido antes.