Capítulo 25

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Niall

Era ella... no había forma de equivocarme. Aún en la noche podía reconocer esos ojos, esos ojos que me atormentaban con su dolor y que llegué amar con locura. Por un instante temí que ella no me reconociera, o que quizás se asustara al verme  ambos habíamos crecido mucho, ya no eramos unos niños ni unos torpes adolescentes.
Ella alzó la mirada y su sonrisa luchaba por permanecer en sus labios, se que estaba batallando contra las lágrimas... Dios, la conocía tan bien. Se puso de pie y Thor la molestaba una y otra vez pidiendo nuevamente su atención. Senti que me faltaba el aire mientras me acercaba a ella, no quería arruinar el momento pero tenía que decírselo todo, no sabía si iba a tener otra oportunidad.

-Emma... volviste.

-Niall...-mi nombre sonó casi como un susurro antes de que ella se lanzara a mis brazos.

Mi corazón latía frenéticamente, aquí estaba ella, mi historia, mi verdadero amor, mi mayor felicidad. La abracé con fuerza contra mi pecho como incontables veces había deseado hacer, ya no sé rompería, ya no era solo un fantasma de mis recuerdos, su calor me envolvía y su dulce aroma a jazmín. Su piel estaba un poco más morena y su cabello estaba igual que cuando eramos niños, aunque quizás un poco más claro. Pero no me importaba su aspecto físico, yo la amaba de todas formas.

-Te extrañé tanto Emma.

-Tambien te extrañé Niall, fue por ti que regrese aquí.

-Te... amo, aún te amo.

No podía detener mis lágrimas, estaba ahogandome en ellas pero estaba feliz, mi Emma había regresado. Me apartó y limpió mis lágrimas e hice lo mismo con ella, ya no era aquella chica frágil que se derrumbaria con facilidad, podía verlo en sus ojos, como su fortaleza había crecido. Tome su rostro entre mis manos y la bese... fue como la ambrosía, no había nada más dulce que sus labios. Ello me devolvió el beso con el mismo fervor, sus manos se aferraron a mi chaqueta mientras nuestros corazones latían frenéticamente uno cerca del otro. Nos apartamos lentamente y con algo de torpeza, no debería haber apresurado las cosas pero todos mis sentimientos estaban a flor de piel y no podía controlarlos.

-¿Todavía sigues ahí?-pregunte con los ojos cerrados, su aliento choco contra mis labios. Tenía miedo de que se tratara de una cruel ilusión

-Estoy aqui- acaricio mi rostro- lamento que todo fuera tan mal para ti.

Su voz se estaba quebrando.

-No quise herirte Niall, no quise que sufriera por mi. Quería que tu vida fuera mejor.

-Nunca te odié por irte-la miré a los ojos- merecía que me abandonaras, pero me mataba no saber si estabas bien. Cuando leí la última página de tu diario hace unas semanas... pensé que habías muerto.

-Pense que lo habías hecho hace mucho.

-¿Que?

-Leer mi diario, pensé que lo habías encontrado antes mientras buscabas respuestas.

-Honestamente no pude, esperaba que todo se arreglara de alguna manera, pensé que solo necesitabas unos días.

-Niall...

-Vamos-bese su mano- Entremos a la casa, hace mucho frío.

-Esta bien.

Ambos entramos a la casa, teníamos mucho de que hablar y quería que estuviéramos tranquilos. Verla nuevamente dentro de la casa me dio una paz que hace mucho no sentía, todo se sentía correcto ahora, todo había valido la pena. Se sentó sobre el sofá de la sala... donde incontables veces nos habíamos besado, llorado, peleado pero toda  la casa había sido testigo de nuestra historia. Thor se echo a sus pies con la esperanza de que ella siguiera dándole atención.

-Le agradas.

-Puedo verlo, me recuerda a Odín. Liam me contó que tuvieron que dormirlo.

-No fue el mismo luego de que te fuiste, te espero hasta el último día.

Prepare café y me senté a su lado, ella miraba alrededor quizás notando las cosas que habían cambiado.

-Lo dije en serio, no quise lastimar a nadie. Pero necesitaba irme Niall, tenía dos opciones... o acababa con todo de una vez o comenzaba de nuevo. Elegí vivir. No fue fácil, no es como si no pensara en ti o en los demás... pero irme me ayudó a sanar. Me demostré a mi misma que puedo cuidarme sola y ser mejor.

-Lo sé, se que lo necesitabas. Pero ¿porque no llamaste? ¿Porque no me dijiste que estabas aquí cuando murió tu madre?

-Me hubieras rogado que volviera y yo... soy débil cuando se trata de ti, eso no ha cambiado- me dio una hermosa sonrisa- necesitaba que todo el esfuerzo y el dolor dieran fruto aún.

-Fueron 6 años Emma.

-Lo sé-Seco sus lagrimas- pensé que a estas alturas todos habían seguido con su vida... pero un día me encontré con Zayn y descubrí que no era así. Tenía que regresar, y cuando volví a ver a Liam y Harry lo entendí mejor, esto era el destino.

-¿Te quedaras?-fue casi una súplica

-A menos que no quieras... pero si, me quedaré.

La abracé contra mi pecho de nuevo, por supuesto que quería que se quedara, la necesitaba conmigo para siempre.
Nos quedamos hablando hasta muy entrada en la madrugada, me contó de su viaje a California y sus anécdotas de todos estos años. Me alegraba por ella, estaba feliz de que había descubierto cómo ser feliz aunque no era a mi lado, había muchas preguntas pero no iba abrumarla en una sola noche. Le pedí que se quedara a dormir, pensé que iba a elegir su vieja habitación, estaba a punto de abrir la puerta para prepararla pero ella me detuvo.

-Dejame dormir contigo por favor, jamás he dormido mejor que en tus brazos.

-No tienes que pedirmelo dos veces-bese cortamente sus labios

Le di una de mis camisetas para que estuviera más cómoda para dormir, iba a darle espacio para que se cambiara pero lo hizo sin problema frente a mi. Mentiría sino dijera que me sentía en llamas al verla, pero lo que más me enloqueció fue ver mi nombre tatuado en su cadera. Ella llevaba el nombre de Louis aún en su muñeca, siempre había estado celoso de eso, pero ahora llevaba mi nombre en un lugar más íntimo... y lo amaba.

Only She | N.HWhere stories live. Discover now