Capítulo 22

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Zayn

Desperté una mañana con una rara sensación en mi pecho, tenía un fuerte presentimiento de que algo pasaría, se lo conté a Harry y a Liam y me dijeron que quizás solo estaba ansioso por mis exámenes. Pero durante el transcurso del día la sensación crecía cada vez más, al caminar por las calles podía sentir algo diferente, algo que era difícil de explicar, para cuando tarde cayó estaba volviéndose un poco abrumador. No se que me llevo a subir a mi auto y alejarme de mi lugar habitual pero una hora después llegué al otro lado de la ciudad a una cafetería que se veía bien así que decidí bajar y relajarme para ver si controlaba lo que estaba sucediendome. Estaba distraído buscando mi cartera en mi abrigo y choque contra alguien antes de poder entrar.

-Lo siento-dijimos al mismo tiempo

Mi corazón se detuvo por un instante y miré a la chica frente a mi que se limpiaba con calma el café derramado sobre su abrigo.

-¿Emma?-su nombre salió casi como un susurro de mis labios. No podía creerlo.

-¿Zayn? ¡OMG!

Ella tiró lo que quedaba de su café al suelo y me abrazó con fuerza, hice lo mismo de inmediato sin dudarlo.

-Te extrañé tanto... no sabes cuánto.

-Lo sé, también te extrañe amigo.

Su voz sonaba aliviada y temblaba, sabía que estaba llorando.

-No llores por favor, nunca soporté verte llorar a menos que sea de felicidad- me separe de ella y limpie sus húmedas mejillas-vamos adentro por un café y me contarás que ha sido de tu vida.

Ella sonrió y aceptó. La sensación de mi pecho se desvaneció y no me sorprendió, el destino me había llevado a ella una vez más.

Emma se veía algo diferente pero seguía siendo Emma, su cabello era color trigo y sus ojos grises seguían siendo enigmáticos. Al quitarse el abrigo me di cuenta que llevaba un peso saludable, fue imposible no notar eso luego de verla batallar tanto con la comida, pero lo más importante de todo es que se la veía bien, serena.

-Menos mal que no fue chocolate-dije mientras veía la mancha en su abrigo verde. Recordé que a ella le encantaba el chocolate caliente

-Suerte la mia-sonrio

-¿Cómo has estado? Digo... ¿Donde estuviste estos años?

-Tenia que irme Zayn-suspiro- temía que si me quedaba de cerca de todos iba arruinarlos. Temía que Louis dejara la universidad o que Niall y tu decidieran no ir solo para cuidarme. Era hora de valerme por mi misma.

-Eso es ridículo Emma, ¿Porque desapareciste? Todos nos preocupamos mucho... no le dijiste a nadie.

-Hubieran intentado detenerme y no quería que me convencieran de quedarme. Nunca quise hacerles daño, pensé que era lo mejor para todos.

Tome sus manos tibias entre las mías y me aseguré de que lo que estaba viviendo no era irreal. Quería tomar mi teléfono y llamar a todos, quería decirles que la había encontrado pero sabía que no me correspondía a mi decirlo, era su decisión.

-Fui a California ¿sabes? Estuve viviendo casi dos años en Estados Unidos. Consegui un trabajo de camarera en un bar de noche y durante el día estaba en la playa... casi todo el tiempo. Aprendí a surfear-sonrio- soy muy buena realmente.

-¡Pero si Liam dijo que eras muy mala en la patineta!

Ambos reimos y fue hermoso escucharla, se notaba que al fin había algo de felicidad genuina en su vida.
Pasamos horas hablando, hasta que el café cerró estuve escuchando como fue que aprendió a subirse a una tabla, como a veces se la pasaba llorando porque nos extrañaba, como fue que intentó hacer nuevos amigos pero se dio cuenta que no era lo mismo hasta que decidió regresar a Londres.
Me ofrecí a llevarla, compramos comida en el camino y llegamos a su pequeño departamento, resulta que no vivíamos tan lejos el uno del otro después de todo. Bebimos vino mientras seguíamos con nuestra charla, le conté sobre mi vida y un poco sobre la vida de los demás, la hice llorar un poco con eso.

-¿Hace cuanto estás en Londres?

-Un poco más de un año, me he mudado seguido. Regrese porque lo necesitaba y porque supe que Lisa murió, y tengo la sospecha de que mi padre... John tambien. Además, tengo una media hermana.

-¿Que? ¿Estas hablando en serio?

-Le descubrieron leucemia cuando era una niña pequeña, y cuando buscaron un donante se dieron cuenta que yo era compatible, una doctora dijo que nuestro ADN era casi idéntico por lo que éramos parientes y sentí curiosidad así que fui al hospital. Cuando la vi no pude dejar de llorar... ella era una pequeña estudiante mía, de clases de danza y siempre me había preguntado porque me parecía tan familiar. Ella era casi idéntica a mi, a Evan. Estaba sana y sin dudarlo done para ella, su madre me pidió conocernos un poco más primero antes de meterme de lleno en la vida de Shannon, nos tomamos nuestro tiempo, no quiero ser una decepción para ella.

-Ella te amará, eres una persona increíble.

Esa noche me quedé a dormir en su sofá, asimilando todo lo que me había contado. La pequeña llama que permanecía a penas encendida en mi interior sentía la necesidad de arder en todo su esplendor. Pero no podía hacerle eso a ella, había sido mi secreto mejor guardado. Ella había tenido tantos problemas con Niall y Louis, no quería decirle que llevaba tiempo enamorado de ella y perder su amistad, eso valía mucho más para mí.
Aunque sentía que el destino la había traído de regreso a mi sabia que no era seguro de que realmente fuera para mi.

Only She | N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora