XLVIII

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"Allagrugous"

"Sombrío y

Espantoso"

Luego de aquella última e incómoda mirada que Ashka le dedicó a su abuela, la Sahira y ella se encontraron con Ionel y Cristian para regresar a su casa y juntar toda la información para sacar nuevas conclusiones. Viorica supo desde el momento en el que su hermano le comentó lo que averiguaron ellos que el destino volvía a escupirles en la cara.

No tardaron mucho en llegar a la residencia Petrov una vez que subieron al auto. Como Anouk era la mayor le permitieron ir adelante, por lo que al llegar por fin a su hora, Viorica tuvo que bajar del lado de Ionel. Cruzaron sus miradas un breve instante, la chispa aún estaba allí, pero la colorada prefirió bajar la mirada sin aceptar la mano que el muchacho le tendía con cierto recelo para ayudarla a cruzar la puerta.

No notó que había bajado con el pie izquierdo hasta que vio al resto de sus familiares junto a los Koplov, quienes por cuestiones de la boda pasaron toda la mañana en Pidhirtsi, parados fuera de la casa observando algo con pánico.

Habían dejado la vivienda solo por al menos una hora, solo una mísera hora fue el tiempo en el que el hogar de Viorica estuvo vacía, vulnerable. La joven se acercó donde sus padres para enterarse con tristeza que su casa había sido profanada, posiblemente por causa de los anillos. Los querían devuelta, eso estaba muy en claro, pero no lograrían entrar tan fácil, todo vampiro, rebelde o no, debía ser invitado.

De todas formas el mensaje que querían dejar estaba claro. Las puertas y ventanas estaban cubiertas de sangre, como si alguien mal herido se hubiera arrastrado sobre ellos dejando los rastros de su sufrimiento impregnados en aquella sustancia espesa, negra y envenenada, sangre de vampiro.

"De los que dejaste atrás" habían escrito sobre la puerta de entrada, irían tras sus seres queridos, todos ellos. Y, en esta situación, el mensaje podría estar dirigido a cualquiera.

La Sahira observó a cada una de las personas tras ella, todos sus seres queridos están allí, todos los que amaba están con ella, todos menos uno.- ¿Los Sabuesos ya...- Preguntó con la voz entre cortada, nadie respondió.

< Bertrand> Fue lo único que pasó por su mente cuando, levantándose la ostentosa falda negra para no pisarla, comenzó a correr en dirección al patio trasero en su intento por ganarle al tiempo. Parecía nunca poder llegar al final de su destino, las lágrimas le obstruía la vista y un nudo sellaba su garganta, ya habían intentado arrebatarlo de su vida una vez.

El rostro de la Sahira se iluminó al ver la sonrisa del joven que e escabullía entre los pinos con desesperación, los Petrov no habían sido los únicos en encontrarse con tormentosos fantasmas.

Anouk, cegada por el impulso del momento, se lanzó a sus brazos para abrazarlo y así depositar todas sus lágrimas en la confidencia de su pecho. El Bertrand que conocía todo el mundo se hubiera quedado paralizado por la reacción de su líder, sin embargo no pudo evitar corresponder su afecto, recibir todo su amor. Estaba viva, estaba bien, y eso era todo lo que importaba.- Lo siento,- Se separó del joven al notar los pasos de su familia tras ella.- Pensé que...- No pudo evitar tomar el rostro del Sabueso entre sus finas manos, debía corroborar que aquello era verdad y que las únicas cicatrices que Bertrand poseía eran las recibidas tiempo atrás.- Lo lamento.- Sonrió entre lágrimas, soltándolo finalmente.

- No te prgreocupes por mí - Limpio suavemente las lágrimas de su rostro, apreciando su belleza natural, salvaje, extraña. Hubiera deseado que aquel momento fuera eterno, pero no era momento de mostrar debilidad ante el peligro y el más que nadie sabía que Anouk llevaba en peso y el valor de varias personas sobre sus hombros. Debía mantenerse fuerte para los demás no se deshonoraran.- ¡Ejes la líder! – La tomó de los hombros con euforia, no debería ser él el motivo de sus lágrimas, de sus penas, de su debilidad. Pero el corazón es tonto y ahora debían pagar las consecuencias, ambos debían entender que sus mundos estaban muy alejados el uno del otro.- Y debes mantenejte fuergrte poj los tuyos.- Escuchar los pasos de sus compañeros acercarse le recordó el otro motivo por el cual se había obligado a separarse de su grupo.- Mientrgras regresábamos Remo,- Observó al resto de la familia con preocupación.- Él...

Metamorfosis © - El resurgir de las tinieblas (PRIMER BORRADOR) | ✓Where stories live. Discover now