LXXVI

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"Pandemonium"

"La morada de todos

Los demonios"

La mano adornada por sencillos anillos de la colorada, ondeaba alegremente el viento mientras el pequeño daba vueltas en el carrusel, poniendo cara larga cada vez que la perdía entre las pocas personas que aún le hacían frente a la tormenta.

La perlada estructura que parecía sacada de un cuento de hadas, giraba ante sus ojos esmeralda tan lentamente como el tiempo, el cual no parecía querer avanzar o querer llegar al culmine de aquella travesía que ya comenzaba a generar consecuencias en ella, una nariz colorada, manos gélidas que, con gran esfuerzo, lo único que lograban hacer era separarse por un momento del calor que se generaban mutuamente para que Viorica pudiera observar la horas, las manecillas correr en el reloj de su muñeca.

La tormenta lentamente incrementaba y con ella, la risa de los niños que escapaban de ella, acurrucándose en los brazos de sus padres que los llamaban con suavidad y un abrigo en la mano que los cobijaría.

- Una más – El niño volvió a gritar aquellas palabras que ya hacía unos minutos habían condenado a la colorada a permanecer en la intemperie, tener que soportar el frio, el sonido de la música infantil que se repetía en aquel ambiente sombrío y le taladraba la cabeza. Aquella sonrisa tan angelical que la obligó a asentir una vez más, mantenerse inerte bajo la lluvia que se amontonaba sobre su cabello, su ropa, el paisaje donde antes reinaba la alegría y ahora la soledad había arrasado con todo.

- No se cansan ¿verdad?- La suave voz de la mujer a su lado denotaba compasión, siento apego a la colorada que la observó encogiéndose de hombros y una cálida sonrisa.- Pero será mejor que se bajan antes de que pesquen un resfriado.- Alentó al niño que acababa de salir corriendo del carrusel a sus brazos a ponerse el abrigo, la bufanda, el gorro. Señalándole a la muchacha el cielo a la clorada, desaprobando por completo su desabrigado atuendo con maternidad.- Saluda a la niña, hijo.- Viorica recibió el saludo del pequeño con cariño.- Feliz semana...- Entonó la mujer con entusiasmo, cesando su hablar cuando un trueno la interrumpió.- No tan soleada.- Bromeó para finalmente despedirse de la colorada.

- ¿Escuchaste eso, Vasile? Tenemos que irnos.- Viorica habló al aire con falsa severidad, intentando ver si de esa manera lograba hacer al niño entrar en razón. Ya que, por lo que el cielo que lentamente se apagaba mostraba, el clima no parecía estar a su favor- En un rato debemos marcharnos... O tu madre me matara.- Susurró para sí, cruzándose de brazos presa del frio, notando extrañada que el sol comenzaba a transformarse en una esfera de Ébano, dando inicio a un eclipse solar.- Vasile, al menos di que sí.- Le chifló a Blatan para que volviera junto a ellos, ya que el Sabueso había aprovechando su forma canina se había escabullido entre la multitud para recorrer el perímetro, ver si lograba captar el rastro de alguno de sus compañeros o superiores entre el cegador hedor a tormenta.- ¡VASILE! – Soltó una reprimenda sabiendo que el niño se había enfadado, observando el carrusel que, ante sus ojos, se detenía completamente vacío.

Uno a uno, danzando de manera sombría bajo el son de una canción que gradualmente perdía fuerza, volviéndose aterradora, los corceles desfilaban ante sus ojos, mostrándose finalmente el lugar que, de no haber sido por la cantidad de veces que lo vio pasar, no podría distinguir que fuera el del niño. Sin embargo, en esa ocasión sabía perfectamente que no podía estar equivocada, la pintura salida en la parte trasera, la cascadura en el ojo del caballo, la réplica de una obra renacentista en la pared que acompañó todo su recorrido, definitivamente aquel era su lugar.- Vasile Raisa no estoy para juegos.- Colmada de rabia por lo caprichoso que podía llegar a ser aquel niño, se subió con la pisada firme al juego, avanzando entre las figura que, sin la luz que antes las acompañaban en el paseo, llegaban a darle un mal presentimiento, comenzando a desesperarse cuando no halló rastros del pequeño.

Metamorfosis © - El resurgir de las tinieblas (PRIMER BORRADOR) | ✓Where stories live. Discover now