Parte 20

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-¿Cuándo llegaste? ¿Por qué no me avisaste que venías? –preguntó Carla feliz de escuchar, en su teléfono, la noticia de que Laura estaba en Buenos Aires.

-Porque quería darte una sorpresa –respondió Laura entre  risas. –Quiero verlos, ¿tenés ganas de organizar una cena en tu casa?

-Obvio, ¿le digo a Javier y a la chiquita? –Así era como Carla llamaba a Noelia.

Carla le había contado sobre la novia chiquilina de Javier y aunque su corazón se detuvo en ese instante y un nudo le cerraba la garganta, disimulo alegría. Ella estaba en un intento también de ser feliz, deseaba que él también lo sea, aunque eso los mantenga lejos y separados. “-Así son las cosas Carla, después de todo, yo fui quien lo dejó, ¿no? “-le había dicho en ese momento a su amiga.

-Por supuesto –respondió segura. –Quiero conocerla.

Laura estaba emocionada de estar de vuelta. Tenía muchas cosas en que pensar pero lo haría con calma. Nada opacaría su alegría de estar de nuevo viviendo en Buenos Aires, ni siquiera Noelia, ella en ese momento era el más insignificante de  los problemas a solucionar, si acaso fuese un problema.

Estaba hospedada en el mismo hotel al que siempre iba cuando estaba  de visita, pero esta vez era distinto, no era una visita. Estaba otra vez en su ciudad, comenzando una nueva etapa en su vida y ahí se quedaría.

Tenía el dinero suficiente para comprarse un pequeño departamento, tanto trabajo y tanto  cansancio había  dado sus frutos, en Junín había podido ahorrar ya que no tenía muchos gastos, y sumándolo a sus ahorros anteriores había logrado un número importante, Hernán estaba muy agradecido con Laura por todo el trabajo  realizado y por la responsabilidad que se había cargado en sus hombros abriendo una nueva sucursal y se lo había demostrado con el auto que le había entregado el mismo día de la inauguración y dándole un muy generoso aumento de sueldo.

 Le llevaría algún tiempo elegir un lindo departamento para vivir, no tenía apuro.  Su jefe le había dicho que se tome una semana de descanso, después se encontrarían y charlarían sobre trabajo, contaba con él, como él contaba con ella, Hernán sabía que nunca había tenido ni tendría ninguna empleada tan dedicada y responsable como Laura y estaba agradecido por eso, no podía darse  el lujo de perderla. La quería como a una hija y le dolía, todavía, todo lo que había tenido que vivir en su corta vida. Admiraba su fuerza y valentía, nunca la veía bajar los brazos o derrotarse, solo con la muerte de su bebe había flaqueado, pero quien la culparía, un dolor tan desgarrador hace flaquear a cualquiera.

Laura estaba tan ansiosa y feliz de encontrarse con sus amigos después de tantos  meses  sin verlos, que menospreció  lo que sentiría al conocer a la nueva novia de Javier, hasta que había llegado ese momento en el que solo media hora la separaba del mismo instante en que deba saludarla, estaba…ansiosa, tal vez era la palabra que más se aproximaba a la descripción de su estado.

Se puso un lindo y sencillo vestido, botas hasta la rodilla, se maquilló un poco y salió rumbo a lo de Carla, llegaba tarde ya que se había quedado dormida por el cansancio del viaje y la mudanza, por lo que los vería a todos  juntos al mismo tiempo y se sentía feliz.

Volver a Intentar (Completa y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora