Parte 14

4.2K 327 3
                                    

-Hola Javier, soy Laura.

-Hola, ¿cómo estás? –dijo él, sorprendido y nervioso al escuchar su voz. El  llamado lo tomó por sorpresa, una linda sorpresa.

La extrañaba muchísimo, aunque estaba acostumbrándose a vivir solo, no había dejado de extrañarla, había hecho algunos cambios para sentirse más dueño del departamento y evitar recuerdos. El cuarto que hubiese sido del bebe se  había transformado en una sala para la consola de juegos, de esa manera podía entrar  sin pensar  en su hijo no nacido y como consecuencia en Laura sufriendo por ello, aunque no siempre funcionaba. Había cambiado la distribución en el living y se había comprado un gran televisor para ver películas,  que se habían convertido en su nueva adicción. Frivolidades que lo sacaban de su pasado y le daban distracción. Incluso la ropa de cama era otra, no quería recordarla cada noche, había intentado seguir con su vida y lo estaba logrando, no era feliz, pero podía decir que había días en que estaba contento.

Muchas veces se había tentado de llamar  a Laura para conversar,  de nada especialmente y de todo a la vez, quería simplemente escucharla hablar  de  sus cosas, recordar  viejos  momentos  vividos, compartir  anécdotas, pero nunca se había animado.

Javier no esperaba que eso pasara por el momento, pero el tiempo ayudaría a limar asperezas, pensaba en ella y en cómo se habían dado las cosas, lo arrepentido que estaba de la última discusión que habían tenido. Ya habían pasado dos meses de última vez que se habían visto, y aún recordaba la pelea y la reacción siempre terminaba siendo un golpe con el puño cerrado en la mesa maldiciendo su mala reacción.

-¿Estás en Buenos Aires? –preguntó Javier pensando que era de la única manera que ella podía pensar en llamarlo  y con la ilusión de verla que crecía en su interior.

-Sí, estoy acá, llegué ayer por la tarde –respondió Laura – ¿Cómo estás?

-Yo bien, con bastante trabajo, pero puedo hacerme un rato para encontrarnos, ¿cómo son tus horarios? –le preguntó él.

-Tranquilos. Solo vine para ayudar a Carla con lo del vestido de casamiento, tengo el almuerzo libre, ¿nos vemos a las 12:30 horas querés? –Laura terminó en una cita con Javier sin siquiera pensarlo, no era su intención verlo, solo avisarle que estaba y nada más, pero se dejaba llevar por esa voz tan familiar sin darse cuenta.

-Quiero cocinarte, tengo unas recetas que me pasó  Marijo que me salen muy bien. Te espero en casa, digo, en el departamento – Javier se incomodó por la equivocación pero la dejó pasar con naturalidad.

-Acepto, llevo algo dulce para el postre. Nos vemos después.

Laura había sido persuadida sin darse cuenta por el  tono que utilizó Javier, fue tan amigable, seguro y distendido que no pudo resistirse a la invitación y la hizo cambiar de opinión instantáneamente, realmente ella quería  saber cómo estaba y, tal vez, ya no pelearían  como antes pudiendo tener una linda conversación.

Javier, por el contrario, deseaba ver a Laura más que a nadie en el mundo, tenía las palabras ensayadas desde hacía un tiempo, sabía que Laura viajaría eventualmente  a Buenos Aires y,  si existía la posibilidad de verla, aunque sea una hora, lo haría.

Volver a Intentar (Completa y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora