Parte 12

3.8K 328 21
                                    

Laura seguía explicándole a Carla como se sentía y porque tomaba la decisión que tomaba.

-Ya no podemos seguir intentando Carla, nos lastimamos mucho, cuando decidimos esta separación sabíamos que podría no haber vuelta atrás, o por lo menos yo lo sabía.- Sentenció Laura. –Le voy a pedir el divorcio. Ya estamos grandes, nos conocemos demasiado y no podemos seguir haciéndonos daño, pasamos por algo terriblemente doloroso y no pudimos superarlo. Listo, borrón y cuenta nueva, es muy difícil, para los dos, nos queremos mucho y nuestra historia es hermosa, pero debajo de una terrible desgracia que no pudimos superar, necesitamos recorrer el camino separados, tengo veintinueve años, aún puedo intentar una nueva pareja, él también. Quiero tratar de recuperar algo de la felicidad que perdí, los dos nos merecemos volver a intentar enamorarnos, intentar sonreír otra vez, ¿no te parece que tengo derecho? – le preguntó a su amiga con angustia y la voz quebrada por el llanto reprimido, sus palabras estaban más orientadas a auto convencerse de su idea qua intentar hacerlo con Carla. Hizo una pausa para tomar un sorbo de agua.

 – En el último tiempo de convivencia,  cada vez que hablamos era para discutir, nos mirábamos  con bronca, ya ni compartíamos la cama... –dijo rompiendo en llanto mientras  Carla  trataba de consolarla.

Laura lloró desconsoladamente, hacía casi siete meses que no derramaba  una lágrima, no se había dado cuenta  de cuánto necesitaba descargar  su angustia  y su dolor. Se había obligado a ser fuerte, a no extrañar y por supuesto a no llorar, pero ya no podía, esta vez si se lo permitiría porque no tenía que pensar más en que decisión tomar, lloraría  sin culpa, ahora solo tendría que pensar en su futuro, distinto, nuevo, desconocido y sin Javier.

Después de contarle a Carla cómo llegó a tomar esa decisión y detallar como era su vida en Junín, le dijo que había pensado mejor las cosas y que si quería encontrarse con Javier para charlar  con él  y contarle sus planes, ahora se sentía fuerte para hacerlo, con una meta en su cabeza todo era diferente.

-Me parece bien que quieras verlo. El necesita verte para saber  cómo estás.

-Lo sé, yo también quiero saber cómo está –dijo Laura. –Pero también quiero saber cómo estás vos, contame cosas  lindas.

-Es cierto, cambiemos de tema. Con Martín estamos muy  bien, como te conté por teléfono y… -Carla hizo un silencio para poner suspenso.

-¿Y…? –preguntó Laura intrigada.

-Me propuso casamiento y le dije que sí.

-¡¿De verdad?! ¡Cuánto hace que no tenía una noticia tan linda!  Te felicito, me pongo muy feliz por vos y por él. –Laura la abrazó.

- Mi idea es casarnos dentro de ocho o nueve meses, supongo que para ese entonces todo va a estar mejor.

-Me parece bien, no te preocupes por mí. Por supuesto que te voy a ayudar en lo que necesites –aseguró Laura – acá voy a estar y todo va a ser hermoso.

Charlaron animadamente  sobre la boda y la fecha aproximada, la fiesta que quería hacer y los invitados. Por un rato Laura volvió a ser la misma de antes, sin tristezas ni malos recuerdos, por fin, una alegría hacía que esa sonrisa pueda dibujarse, sincera y amplia en el rostro de esa triste mujer que intentaba avanzar en su vida.

Volver a Intentar (Completa y en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora