Satisfacción

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Meses me costó hacerle caso a Katia. Gracias a la venta de las nuevas pastillas no necesité mucho para sobrevivir pero cuando las cuentas se acumularon tuve que ponerme manos a la obra. Otra semana tardé en organizar cada detalle de cada caja. Otra semana más tardé limpiando cada rincón. La última semana me la pasé donando y tirando cosas inservibles.

Pasé toda mi vida viviendo entre cosas abarrotadas y acumulación de muebles en exceso en una casa que ya estaba así cuando había nacido. Ver lo que hay realmente debajo de todas las cosas me da escalofríos: el living es bastante grande, pero la mitad del espacio estaba ocupado por muebles cargados de objetos y el otro cuarto de cajas con cosas innecesarias.

Fue Katia la que pasó la mayoría del tiempo revisando cada rincón, encontrando cada pequeña cosa que podría llegar a ser increíble o valiosa. Las increíbles se las quedaba para ella y las significativas iban al sector que tenía designado para vender. El auto de Ian fue increíblemente útil y aunque le dije miles de veces que lo podía pasar a buscar, él se negó cada vez. Los días pasaban conmigo y Katia limpiando mi casa, ella descalza y en mi remera, tomando alcohol y fumando porro.

De esa noche no volvimos a hablar y aunque intenté perder el contacto con ella, ella no dejó de venir de improviso a mi casa cada vez que pudo y los fines de semana obviamente, cada fin de semana. Nuestra pequeña rutina nunca cambió ni un poco. Pero tampoco cambió su relación con Andy.

Mientras mis sobres de deudas se acumularon en la cocina, mi casa fue vaciándose de a poco hasta llegar a los huesos de todo.

Me quedé algunas cosas, para tener algo funcional. Un solo sillón, una sola mesa que estaba en el living pero nunca pude usar por la cantidad de cosas que tenía arriba, 6 sillas que antes estaban enterradas entre acumulación de objetos. Las cuales usamos a la noche cuando mis amigos vienen de visita, ahora que el lugar es habitable y puede ser usado como un espacio para tomar antes de salir. No está aislado como la cueva de Andy pero sirve cuando los vecinos no se quejan o están de viaje. Desarmé mi cuarto del ático para dejar el olor a humedad y el moho detrás y me mudé al cuarto de mi abuela el cual, sorprendentemente, Andy me ayudó a pintar, sacando el empapelado, pintando paredes blancas y una azul para darle un toque a nuevo.

Todas las cosas de mi abuela poco a poco desaparecieron para dar lugar a cosas que compré o intercambié, cosas que además de ser más funcionales que los roñosos muebles viejos de madera pesada, eran más baratos, más modernos y más blancos.

Lo único que me quedó fue el enorme espejo de cuerpo entero, el cual se quedó en el mismo lugar con una foto de mi abuela pegada en el vidrio y un collar de ella colgando de una de las esquinas trabajadas con formas y flores que componen el marco de bronce pesado.

Cuando terminé de vender todo en casas de antigüedades, de donar todo a la iglesia de la mamá de Ian, de limpiar todo y reemplazar los muebles, no solo me encontré con una casa habitable, sino con un nuevo inicio. Volver a empezar, la puta madre. Porque me merezco una puta oportunidad en esta verga de vida.

No solo pagué mis deudas, sino que me quede con plata como para pagar el alquiler de por lo menos, un año más.

Las pastillas se volvieron increíblemente populares y aunque consumí un par intenté vender la mayoría, cuando me di cuenta de que la gente las quería desesperados empecé a subir los precios y aunque sigo yendo a las peleas puedo pagar lo que necesito con esta estúpida droga.

Mis amigos se quedaron cosas que les interesaba a cambio de favores y de un par de manos extras para empujar y limpiar el lugar mugriento.

Sabrina se quedó un par de vestidos para arreglar y hacerlos ir con su estilo, algo que me da un poco de rechazo pero sabiendo cómo es ella, probablemente los tiña y corte y ni siquiera reconozca que está usando ropa de mi abuela muerta. Con su estilo gótico y su maquillaje exagerado hace que todas las cosas tengan un toque lúgubre y personal.

AdictoWhere stories live. Discover now