P1: Capítulo 13

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En realidad, desconozco la razón por la que escogí ese nombre con tal rapidez. Sin embargo, me arrepentí de tal vez ser demasiado osada en el mismo momento en que la palabra había escapado de mi boca. La mirada curiosa de Liatris me dijo que no esperaba mi respuesta, y la sorpresa en los rostros de los demás me confirmó que había enloquecido.

Mis ojos se enfocaron en la elfa que solo me observaba con cautela, como si esperara que en cualquier momento cambiara de decisión, pero al ver mi reticencia, solo asintió.

Podría haber cambiado mi opción, pues ver a Alina, mi madre, o incluso a mi padre, también habría sido efectivo, pero mentiría si dijera que mi curiosidad no era mayor con Faedra, la misma mujer que guardaba parecido conmigo y decía que yo era su elegida. Sin duda, no había punto de comparación y estaba consciente de que era ese momento o nunca más tendría otra oportunidad.

—Bien —la voz de Liatris irrumpió en el sepulcral silencio del lugar y dándome la espalda, pareció buscar con sus ojos algún elfo que le sirviese para aquel horrendo ritual—. En las sombras, aguardando por las ordenes de nuestro rey, hay cuatro elfos que podemos realizar con éxito esta técnica, dos están en una misión de espionaje, otra es tu servidora actual y Elune...

—¿Elune? —repetí, al observar como una de las encapuchadas avanzaba hacia nosotros, descubriendo sus largos cabellos color rubio cenizo, cuyo largo adornaba sus hombros y bordeaba la hermosa silueta que aquel leotardo negro dejaba a la vista. Sus ojos eran color rojo sangre, al igual que el de sus compañeros, y portaba la misma marca negra que tintaba sus mejillas.

—Elune, recuéstate en el suelo. Buscarás el alma de Faedra, si se resiste solo dame la señal y actuaré —indicó Liatris con tanta autoridad que la elfa no tuvo más opción que obedecer—. Ilora, debes preguntarte, ¿por qué ella y yo no, cierto?

—Pues no, pero ahora que lo mencionas sí.

—De los cuatro que podemos contactar a los espíritus, solo yo poseo el don de retenerlos el tiempo que se me antoje y, claro está, el favorito del rey, proyectar sus vivencias a la mente del que desea hacer contacto con el espectro —explicó con orgullo, sin alejar un segundo su mirada de la mía—. Por eso soy a la primera que el rey acude.

En momentos como aquellos me habría gustado tener un teléfono para filmar toda aquella locura. Había momentos en los que creía que despertaría en un sanatorio mental.

Sin mediar palabras, y un poco aturdida por el estúpido camino que tomaban mis pensamientos, retrocedí un paso. Comenzaba a experimentar migraña. Llevé mis manos a mi cabeza, a la vez que un par de manos cálidas sostuvieron mis hombros, para luego deslizarse alrededor de mi cuello, formando así un suave y tranquilizador abrazo.

—Castiel —susurré su nombre al sentir su atrapante aroma—. No quiero estar aquí.

Ya ni conocer a Faedra me emocionaba tanto como lo haría salir corriendo.

—Confía en mí, Ilora, te cuidaré con mi vida —pidió en susurros, mientras me hacía prisionera de su fuerte agarre—. Vigilaré los pasos de Liatris, aunque estoy seguro de que no te hará nada.

—¿Desde cuándo te volviste tan amable? —pregunté al volverme dentro de sus brazos, encontrándome con sus hermosos ojos grises, que me miraban con ternura.

—Desde el momento en que dejaste de ser una "Merde" y te convertiste en mi princesa —murmuró al depositar un beso en mi frente—, y no me importa si me amenazas con tu maldito dragón, tu protector ahora soy yo y puedo jurarte por mi nombre que daré mi vida por ti.

Pude haber bromeado al respecto, pero mentiría si no dijera que había quedado anonadada. Aquella frase tan heroica y a la vez estúpida logró robarme el aliento. Mis miedos se filtraban en una sonrisa de agradecimiento, creando un estado de paz y control total. Correspondí al abrazo unos segundo y, luego, distanciándose de mí, me indicó que volviera la vista hacía Liatris, que me tendía una manta roja, pidiéndome que la colocara en el suelo, justo al lado de una inerte Elune.

CDU 2 - El legado de Faedra [GRATIS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora