CDU 2 - El legado de Faedra [GRATIS]

P1: Capítulo 1

Umbrarum, febrero 25, 2015

—¡Hija! ¡¿Estás bien?! ¡Ilora, despierta!

Recuperando poco a poco la conciencia, un gran dolor de cabeza me embargó, notando cómo un gran número de voces me llamaban, y comenzando a sentir que me sacudían fuertemente el hombro. Sentía como si estuviera en una esquina de mi mente, asolada por clamores que no lograba comprender y una situación que parecía no poder recordar.

"Despertará, solo duerme." "No puede seguir así, él la necesita." "No la muevan, la agotarán." "Déjenla descansar". "Me preocupa el dragón." Las voces, cuyos dueños pude poco a poco comenzar a reconocer, se arremolinaban en el hueco de mi conciencia, haciéndome más difícil salir de aquel estupor en el cual me encontraba. Apreté los párpados, tratando de alejar el ruido y arañé la tierra bajo mis dedos. Parecía que mi sangre bombeaba con demasiada rapidez y cada una de las células de mi cuerpo se quejaba, a causa de un maltrato que no lograba comprender.

Solo recordaba haber caído en un vacío infinito, y la sensación de la marca en mi piel despertando mientras caía. Fue como si un dragón se desprendiera de mi piel, provocando un ardor que hizo resonar mi espíritu y nubló mis sentidos. Me esforcé por recuperar la conciencia, en busca de completar las piezas faltantes de aquellos recuerdos.

—Yo... —balbuceé en un hilo de voz, abriendo los ojos poco a poco mientras me acostumbraba a la luz—. ¿Dónde estoy? ¿Qué pasó? —pregunté, reconociendo las siluetas de papá y Brennan a mi lado, además de la imponente figura de Luigi, volando a pocos metros del suelo.

—A pasos del puerto élfico, Ilora, lo logramos —informó Cassie, haciendo a Brennan a un lado para aparecer frente a mí.

Fue entonces que lo recordé todo, la caída había ocurrido durante nuestro acalorado enfrentamiento con los elfos caídos. Pero si ese era el caso ¿Cómo es que estaba viva? Recordaba las llamas abrazándome a pocos metros del suelo... ¿Y ahora estábamos en el puerto? ¿En qué momento habíamos llegado? ¿Qué pasó con los elfos? ¿Y el portal?

—No tantas preguntas, Ilora —Cassie frunció el ceño y obtuvo la mirada confundida de papá y el lobo—. No puedo creer que aún se olviden de que leo la mente —negó con la cabeza y volvió su mirada hacía mí—. No sé bien cómo lo hicieron, pero tú, Haliee y Alhaster destruyeron el portal.

—Haliee y Alhaster... ¿Están bien? ¿Dónde están? —pregunté preocupada al notar la ausencia de ambos.

—Haliee está bien, solo tiene algunos rasguños, ahora mismo está... —comenzó Brennan, deteniéndose dubitativo a media frase— ...con Alhaster.

Noté como todos los presentes me miraban. Sus ojos emanaban preocupación, lástima y tristeza. Mi cerebro no tardó mucho en comenzar a pensar lo peor, y sentí como mi corazón se aceleraba ante cada posible escenario.

—¿Qué pasa, Brennan? —insistí, ansiosa.

—Bueno, el dragón... no está en muy buenas condiciones, Ilora —respondió el licántropo, peinándose el cabello y con evidente temor en su mirada.

Sus ojos oscuros me devolvían inseguridad, y empezaba a dudar que aquellos fatídicos escenarios que acababa de imaginar no eran otra cosa que la verdad, pues no sería la primera vez. Algo le había sucedido a mi dragón y estaba segura de ello.

—¿Qué... qué pasó? —sentí como un gran nudo se formó en mi garganta, e hice lo que pude por contener las incipientes lágrimas.

Vi a mi padre abrir la boca varias veces, tratando de encontrar la manera correcta de contestarme, pero falló en cada intento. Ante el silencio, y la sensación de que estaba a punto de comenzar a llorar, traté de levantarme, empujándome con mis manos en el suelo en un intento de ver por mí misma qué era lo que sucedía, pero caí de inmediato al sentir un leve mareo. "¡Alhaster! ¡¿Dónde estás?!" le llamé, sabiendo que me escucharía, pero no recibí respuesta. Tampoco podía sentirlo... todo el miedo, el dolor... todo en mí estaba tranquilo y eso empezaba a asustarme.