MI SANGRE EN SUS MANOS

Capítulo 18: Destellos de confusión

Sentí por segunda vez el dolor de perder a una madre, fue cruel que se volviera a repetir dicho suceso. En realidad es como si nunca hubiese ocurrido, como si aquellos doce años jamás existieran. En mi mente ella aún estaba con vida, reíamos de las cosas bellas, danzábamos cada vez que el sol se ocultaba, me acariciaba y decía que todo estaría bien cuando despertará. Ese tipo de noticias no son las que merecen ser recordadas ni revividas, ningún pecador merece pasar por ese infierno ni mucho menos enterarse de la manera tan directa y poco ética como lo hizo Gael Gottsched. Antes de hablar debes pensar, no se pueden retroceder las acciones, una vez tomadas no hay marcha atrás ni máquina del tiempo que pueda ayudarte a detener los errores.

Cuando desperté y salí de esa cama que tanto me estorbaba pude reconocer dos voces varoniles que provocaron diversas sensaciones, algunas de felicidad y otras de infinito miedo sin embargo todo desapareció cuando observé esa mano la cual nunca dejo de sostener la mía durante estos siete días de estadía, sus dedos jugaban con los míos provocando pequeñas descargas eléctricas que me tranquilizaban a pesar del caos que en mi interior reinaba. Por fin veo aquel ser quien susurraba por las noches diversas promesas y juramentos un poco perturbadores, desesperantes pero fascinantes en donde le suplicaba a diferentes dioses para que yo volviese a su lado y no partiera de este mundo dejándolo completamente abandonado.

Sé que es complicado pero os puedo decir que sentí su agonía como si fuera la mía, sufrió cada segundo que no estuve consciente, sus lágrimas refrescaban mi piel pálida, él humedecía el extenso desierto que se formaba en cada poro de mi débil cuerpo. Algunas de sus frases eran alucinantes mientras otras fueron en exceso demasiado pervertidas. Una vez sentí como trazaba un delicado camino de besos por todo mi cuello, mordisqueaba, jalaba y lamía con fuerza como si se tratará del más exquisito manjar que alguna vez hubiese probado en toda su jodida vida, tenía tantas ganas de que descendiera y siguiera pero el muy maldito se detuvo cuando la situación se empezaba a poner excitante. Jamás olvidaré aquellas palabras que tanto recordaré con grato placer.

Nena despierta para que podamos hacer esto y muchas otras cosas más, por favor vuelve a mí

Lo sé, no es nada romántico pero fue lo suficientemente sincero para generar un latido bastante intenso en mi corazón. Esa propuesta fue una de las claves para motivarme a querer salir de ese hoyo en el cual estaba atrapada sin poder gritar ni respirar, por fin estoy recibiendo un amor diferente al de mi padre. Tengo tantos destellos de confusión al no saber cual es la mejor opción: ¿Debo apagar ambos sentimientos para poder tener tranquilidad emocional o los dejó reinar y que al final termine destruida por enamorarme de la persona equivocada? ¿Vale la pena arriesgarse por querer experimentar momentos de felicidad? ¿Damian Deutsch me salvará de caer en el vacío o por el contrario será el encargado de arrojarme sin piedad?

Si me preguntáis en que momento fue que sentí cosas por él seguramente no respondería, me quedaría completamente callada, la explicación es difícil recordarla sin embargo mis emociones son los hechos que necesito para justificar dicha relación un poco ilógica pero mágica. Es como si el mundo se fuera acabar cuando estoy a su lado, toco el fuego pero no me quemo, siento dagas que atraviesan cada parte de mi piel sin derramar ningún rastro de sangre en el proceso, él es la única persona que me pone en un estado de perdición pero al mismo tiempo de liberación, todo desaparece cuando lo veo y cada vez que me besa es como si estuviese tocando el mismísimo infierno porque no es nada celestial sino pasional, de esos momentos que te provocan devorarlos sin contemplación y que desfalleces por los movimientos perfectos que su lengua infernal realiza cuando está a punto de producirme un nuevo orgasmo. Gracias a él pude olvidar un poco las preocupaciones que no dejan de atormentarme cada segundo, ha pasado una semana exactamente donde he recibido atención y comprensión.