Capítulo 31: El cuervo de la asesina

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Schiltach, Alemania
28 de Septiembre del 2021
11:30 pm

Miykal Lawler

He perdido la noción del tiempo, la luna es mi fiel compañía en estos momentos de suspenso y tensión. A donde quiera que vaya siempre me encuentro gente follando, algunos son tan pervertidos que inclusive sonríen con gracia como si fuese lo más natural de este mundo terrenal y luego ofrecen con amabilidad que sea parte de su enfermizo juego.  En lo personal no considero al sexo un tipo de tabú que se deba evitar, al contrario, cada quien es libre de practicarlo como se le da la gana pero sí creo firmemente que deben existir ciertos límites. Por ejemplo respetar el espacio visual de los demás, nunca lograré superar el pene curvado y deforme de Ashton Pierce ni tampoco podré retirar aquellos gritos de orgasmo que Laurent Ottom ha liberado sin ninguna delicadeza como si fuera la penetración más gloriosa que ha recibido a lo largo de su aburrida vida. Las reglas son simples, si te encuentran, te devoran y no importa el género, todo se vale en esta cacería. Estoy viviendo las diferentes categorías de las páginas pornográficas que visito, la diferencia es que no me genera placer pues conozco a cada rostro de este lugar y sé que a la mañana siguiente cuando los vea en el instituto será una pesadilla de la cual no podré escapar.

¿Dónde te habéis metido, lobito Deustch?

Cansada de mi suerte, decido que es hora de volver a casa, la paciencia no es mi fuerte y claramente el frío ya me ha puesto de mal humor. No sé en qué dirección debo avanzar, solo estoy guiándome por las estrellas como si ellas pudiesen hablar e indicarme el camino a casa con seguridad. Si tan solo tuviese mi teléfono al menos podría llamar a mi padre, claramente que recibiría una gran reprimenda al haber aceptado participar en una orgía escolar pero después de eso estaría a salvo, él siempre me protegerá de los temibles depredadores de este bosque infernal. El viento se ha intensificado absurdamente, pierdo el equilibro debido a la rafaga que no ha dudado en envolverme con ferocidad, intento desatarme de aquel espectáculo sobrenatural, el nudo de la capa alrededor de mi cuello ejerce una presión indescriptible, inmediatamente llevo ambas manos a la zona para aliviar un poco la sensación de ahogo sin embargo es inútil, me estoy quedando sin aire. Siento como mis pulmones empiezan a hiperventilar, lágrimas de desesperación caen a pesar de que intento retenerlas, finalmente pierdo el equilibrio y termino en el suelo, es como si alguien estuviese orquestando este acto paranormal. Al no poder levantarme, ruedo descontroladamente hasta golpear un árbol deteriorado, abandonado, con una historia familiar que es difícil ignorar.

Poco a poco intento una vez más ponerme de pie, siento como el nudo se ha aflojado dejando probablemente tatuada alguna cicatriz en cada fibra de piel alrededor del cuello, trato de gesticular algún sonido pero es extremadamente doloroso, las cuerdas vocales estan desgarradas, necesito encontrar una forma de regresar a casa, no puedo quedarme otro segundo en este infierno. Aquel trozo de madera no deja de atormentarme, este fue el lugar exacto en donde mi madre describió con detalle su juramento demoníaco, donde fue violada y atada de por vida al lado oscuro, donde se perdió un alma pura para que renaciera la criatura más temible de todos los tiempos, la reina de todos los demonios caminaba sobre la tierra, la víctima cazando a sus verdugos.

Bienvenida a casa, Miykal

La voz de mi progenitora surge del interior del árbol, quiero creer que ha sido producto de mi imaginación por lo tanto desecho aquella idea distorsionada y empiezo a caminar hacia otra dirección. No doy tres pasos cuando tres cuervos canturrean sin cesar como si demandarán que prestará atención al saludo que presencie hace unos segundos, esto no puede estar sucediendo, estoy perdiendo nuevamente la cabeza, nada de esto es real.

Pero si lo es hija y pronto serás una de nosotros

—¡Basta!—grito ocasionando más sufrimiento a mis cuerdas vocales.

MI SANGRE EN SUS MANOSWhere stories live. Discover now