Capitulo 5: La rosa marchita

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Schiltach, Alemania
24 de Agosto del 2021
5:45 am

N/A

Seis monstruos acechan desde las sombras aquella alma pura e inocente, deseosos por querer tener en sus manos la sangre más fascinante y excitante que alguna vez pudieron conocer. La observan sin perder ningún detalle de su próxima presa, inclusive uno de ellos cuenta las respiraciones que da la pequeña. Hace mucho tiempo que no se reunían ni tampoco mostraban tanto interés en la misma víctima. La vida los hizo amigos, las ganas de asesinar los volvió hermanos. Diferentes personalidades, cada uno con su técnica para ejecutar y disfrutar el placer prohibido de matar. Ninguno de sus familiares sabe de aquella actividad tan inusual que cometen sin dudar, para ellos siempre serán los hijos perfectos y herederos de Schiltach.

A los seis años de edad ocurrieron los primeros asesinatos, vale aclarar que sus víctimas no eran seres humanos. Seis gatos se encontraron decapitados y varias preguntas rondaron en las cabezas de cada uno de los pueblerinos ¿Qué criatura podría llegar a cometer tal acto tan cruel y escalofriante? Los críos empezaron a fortalecerse cada vez más, sus habilidades se expandieron, engañaban, pecaban y nunca fallaban a la hora de ejecutar. Jamás se preguntaron ¿De dónde venían o por qué las fuerzas demoníacas cada día aumentaban, consumiendo por completo sus interiores? No buscaban respuestas de sus orígenes, tan solo estaban deseosos por desatar caos, siempre pensaban en cómo capturar a sus próximas presas. Realizaban todo juntos, sus madres se alegraban al ver como sus pequeños retoños cada día se volvían más unidos. Fueron dos eventos los cuales marcaron para siempre el destino de los demonios, uno de ellos fue el día cuando el pelirrojo Rowan Rohde quien se encontraba corriendo por el bosque cayó en un hoyo bastante profundo y oscuro sin embargo este no sintió pánico alguno. Encontró en aquella cueva varios signos dibujados en las paredes, en ese momento él pensó que solo se trataban de unos simples garabatos. Al seguir inspeccionando se topó con el libro negro bastante deteriorado e imposible de descifrar que días atrás habían decidido guardar en la habitación de Damián Deutsch. Los demás chicos empezaron a buscar a su amigo hasta que por fin de varios minutos lo encontraron felizmente sentado a las afueras de aquel cráter nunca antes visto, recitando y trazando con sus dedos cada letra elaborada en aquellas páginas olvidadas.

—¿Qué tienes ahí, Row?—cuestionó pasivamente el pequeño Damian Deutsch.

—Idiota te hemos buscado por todas partes, a la próxima avisa que vas a desaparecer—dijo enfurecido Edmon Eichmann.

—Basta colega, él solo estaba jugando a Dora la exploradora ¿Verdad, Row?—dijo Gael Gottsched tratando de defender a su amigo.

—Y al parecer ha encontrado un gran tesoro—exclamó asombrado Novak Niemman—Vamos comparte con nosotros lo que tenéis en esas malévolas manitos.

—Es el diario prohibido pero no entiendo cómo ha terminado en este lugar—dijo Rowan Rohde mientras les enseñaba el libro—Dam ¿Acaso lo habéis dejado aquí para que lo encontráramos?

—Os juro que no—contesta seriamente el líder del grupo—Se supone que debe estar debajo de mi cama.

—Mirad la estrella de cinco puntas bastantes largas y tétricas ha empezado a sangrar—afirmó muy sorprendido Azriel Aller.

—Mi mami dice que no debemos tocar los objetos ajenos—exclamó Gael Gottsched un poco dudoso de participar en aquel plan.

—No te preocupes Gael, yo os protegeré si algo malo sucede—guiño el ojo Damian Deutsch—Somos monstruos ¿Recuerdas? Ellos nos deben temer, no nosotros a ellos.

—Señoritas si ya acabaron con su discurso ético ¿Podemos proceder de una vez por todas a leerlo?—pregunto sarcásticamente el malhumorado Edmon Eichmann.

MI SANGRE EN SUS MANOSWhere stories live. Discover now