Más Allá De Nosotras

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"Detrás de un sueño se encuentra la verdad, ¿Quién iba a decir que mi vida se veía en riesgo? Es algo que no analizamos, los hechos, la vida y el universo comenzaba a jugar en mi contra. Quizás mucho antes estaba jugando en mi contra y esto solo era una triste desviación. No lo vi venir.

En un momento estaba saliendo de mi casa, hablaba con mi madre, vi a Wilhemina y de repente Nick aparece como un maldito loco, destruyendo absolutamente todo. En algún momento lo pensé, pero no lo creí capaz. Es que uno nunca analiza a las personas que conoce y luego termina de conocerlas cuando es completamente tarde. Recuerdo una vez cuando trabajaba con el, vi a su ex novia salir completamente enojada, en ese momento ya habían terminado y estaba muy enfurecida."

~Flashback~

— Porque tienes que hacerme enloquecer de esta forma. —Grito su ex novia completamente enojada, intenté concentrarme en mirar como las fotocopias salían de la impresora, hasta que un papel se atascó y tuve que hacer uso de mis facultades técnicas. Ella se detuvo en el ascensor, presionando eufóricamente el botón de bajar.

— Cálmate

— ¿Cómo quieres que me calme después de lo que has hecho? —La rubia se giro para mirarlo con una muy mala cara. —Espero que tengas buenos abogados.

— No te atrevas. —Nick tomo con fuerza el brazo de la muchacha y cuando la puerta del ascensor se abrió, la empujo para que subiera, aunque tenia muchas ganas de saber que había sucedido...Debía trabajar. Ellos discutían tan fuerte pero cuando finalmente se cerraron las puertas, sus gritos se dejaron de oír.

— Tienes que quitarle los rodillos. —Dijo mi compañero de trabajo y ahí caí en cuanta de que debía seguir con la maldita impresora.

~Fin del Flashback~

Siempre quedo en duda ese episodio, pero es que él, no tenía ni un solo indicio de ser un loco total. Pero realmente ahora no importaba, estaba en una situación un poco complicada y no sabia absolutamente nada de nadie. Solo había oscuridad, al menos tenia mis pensamientos y muy de fondo se oía una música tan deprimente que me daban ganas de morir. Un frio un poco tenebroso comenzó a invadir mi cuerpo, sentí la respiración de alguien sobre mi cara y por más que lo intenté mis ojos no se podían abrir.

Hasta que finalmente los ojos me dieron lugar y el ruido comenzó a escucharse de nuevo, un aroma a gasolina y humo se presento en mis fosas nasales. Mi cuerpo comenzó a despertar, el dolor también y por fin tenia el control de mi visión.

La luz del cielo fue lo primero que logre ver, a mi alrededor la genta miraba aturdida la escena, había alguno que otro policía y el ruido de ambulancia se hizo tan presente que mis manos subieron para tapar mis oídos. A mi lado yacía un cuerpo sin vida, no podía ver quien era exactamente ya que tenía colocado encima un nailon negro, de esos que ponen cuando hay un accidente. Era un crimen enorme, la cabeza me dolía demasiado, mi cuerpo estaba inundado por un charco de sangre, mi ropa y mi cuerpo eran abrigados por ese color rojizo. Entonces la claridad estaba iluminando mi mente y recordé que había sucedido, en el cordón amarillo que ponen los forenses estaba mi madre discutiendo con uno de los policías.

— Señorita ¿Puede escucharme? —pregunto una señora, quien inmediatamente me tapo la vista encandilándome con una linterna en mis ojos, asentí débilmente, no fue hasta ese momento en el que mi voz no quiso salir de mi boca.

Actuaron tan rápido a mi asistencia, me levantaron entre dos muchachos para subirme a la camilla que llevan en las ambulancias, cerré los ojos al sentir que mucha luz estaba entrando en mi vista y un sueño volvió a invadir mi cuerpo, creo que me estaba desmayando. De nuevo. Antes de volver a dormirme mire hacia mi derecha y mi madre ya se encontraba junto a mí, estaba hablándome, pero ya había desconectado las neuronas que me permiten escucharla.