En una sola mirada, todo cambió. Ese bastón, al principio percibido como odioso, se convirtió en el hilo que tejía nuestro hechizo de amor. Puede sonar increíble, pero cuando nuestras manos se tocaban, el cielo y el infierno danzaban en sincronía.
F...
Desconocía el horario en el que nos encontrábamos, el sol me flechaba el rostro con violencia y la transpiración que mi cuerpo emanaba me despertó por completo. Algo estaba estorbando mi campo de comodidad, se trataba de otro cuerpo plácidamente dormido y soñando con torturas y cosas de la edad media.
¿Cómo es posible que no sienta el infierno que hay aquí dentro?
Agradecía enormemente que este auto tenga las ventanas oscuras, delante de nosotras, estaciono un auto y era el de Víctor. ¡Maldita sea!
— Wilhemina, despierta tu hermano! —Dije quitándome, tomé mis pertenencias y me vestí rápido. Aún estaba dormida, esta mujer va a matarme. —Vamos Wilhemina no me hagas esto
— ¿Qué sucede? —Dice quejándose y se volvió a tapar con la manta. Note que Víctor bajo del vehículo y venia hacia nosotras.
— Tu hermano esta afuera, vístete. —Le tire la ropa sobre la cara y me baje cerrando nuevamente. —¡Hasta que al fin te das cuenta que no llegamos!
— ¿Qué sucedió? Intente llamarlas —tomo el picaporte de la puerta trasera y me interpuse, para que no abriera ya que su hermana estaba aun desnuda. —¿Qué haces? Dile a Wilhemina que se baje. —Frunció el ceño y luego bajo su vista hacia mi cuello. —Oh ya entiendo, veo que tan mal no pasaste
— La pase muy mal si no pasaba ni un solo auto, hacia un calor del demonio y para terminar no había señal
— La verdad que los chupones en tu cuello no dicen lo mismos. —Esa maldita perra me había marcado, me baje rápido para mirarme por el espejo del costado y si, no había duda que tenia unas cuantas marcas de los labios de Miss Venable. El dio una carcajada y se me quedo mirando con cara picara. —¡Wilhemina apresúrate! —Grito y negó con la cabeza, se acercó a mi oído y susurro. —¿A que no aguantaste? Recuerdo que me dijiste que jamás volverías a sus brazos. —Se rio fuerte y se retiro para subirse a su vehículo.
Abrí la puerta trasera y Wilhemina estaba luchando con el cierre de su espalda, la ayudé a subir y antes de que saliera, me atrajo para que la besara.
— Te voy a matar. —Le susurre y ella me miro desentendida, le señale las marcas en mi cuello.
— Lo siento tanto, no me di cuenta. —Dijo con una pequeña risa, claro que se había dado cuenta ahora tendría que ver como diablos sacarme esto antes de que alguien mas las vea.
Tomamos nuestras cosas, Venable se acomodo el entero cuando salió del auto y desde el vehículo de Víctor se escucho "Son unas asquerosas" Mire inmediatamente a Wilhemina y ella solo se rio, me empujo para que caminara hacia el auto.
— Wilhemina cielo ven adelante, no quiero que hagan cosas raras en mi asiento trasero.
— Cállate idiota —Reprocho su hermana y se sentó en el lado del copiloto.
Mientras iban hablando de que la grúa vendría a retirar el auto y luego lo dejarían en el taller, me pregunto ¿Esto realmente fue el destino? O ¿Fue mi mala suerte?
"No, fueron tus putas ganas de sufrir" respondió la otra parte de mi
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