Descendientes - Noche Mágica IV

195 22 19
                                    







-MI CAMINO LXXII-






Solté la mano de Tristán y baje las escaleras lo más pronto posible, el carruaje se estaba deteniendo y allí, solo allí, visualice cómo el cochero abría la puerta y dejaba ver a una pareja totalmente dispareja, me faltaban tan solo cuatro escalones para llegar, pero pare de golpe en cuanto vi a Ben salir de allí y sonreír.

— ya veo donde has estado —

No dije nada, fruncí mi ceño manteniendo mi genio controlado y viendo como la mano de Ben estaba sosteniendo otra mano de la persona que salía, aferre las mías a mi abrigo, no podía evitar, pero sentía que algo dentro de mí se estaba desbordando, sentía que mis ojos ardían,

— Mal... —masculle en un suspiro.

No fue hasta que bajó y levantó su mirada sonriendo— bueno, hola Meido, ¿cómo has estado? —soltó la mano de su amado y frunció su ceño con una sonrisa acercándose a mí en los pocos escalones que nos separaban— ¿algo que quieras decirme? —y se cruzó de brazos una vez estuvo frente mí.

Suspire y sorbí mi nariz, creo que el frío me estaba afectando— yo debería decir eso —masculle con recelo.

— ¿De qué hablas? —

— ¿qué pasó en Auradon? —y así me enfrente a ella, Tristán descendía las escaleras y Ben las ascendía a medida que el carruaje se iba.

— Audrey fue hechizada —fue justo cuando Ben llegó, que él mismo se dispuso a hablar.

— ¿Audrey? ¿cómo? —

— parece que nuestra madre se encargó de dejar un poco de su magia en el cetro de exposición del museo de Historia —

— ¿En el museo de historia hay un cetro de Maléfica? —cuestione extrañada.

— sí y parece que madre pensó muy bien todo, dejando un poco de magia en el cetro —suspiro con pesimismo— pero, gracias a Uma y los demás, pudimos terminar el trabajo —dijo con orgullo.

Fruncí mi ceño extrañada y retrocedí de golpe— ¿Uma? Espera ¿de que me he perdido? ¿qué ha pasado? —

Pero fue Ben quien se puso tras su esposa y sonrió abrazándola— no creo que sea momento para hablar de eso —admitió— mejor disfrutemos de la fiesta y tal vez mañana demos una explicación, así como tú también nos la debes, Meido —aclaró Ben con advertencia.

Desvíe mi mirada— solo no quería que se preocupasen —masculle.

Mal soltó una risa seca— claro, no me preocupé no viendo a mi hermana en el lugar donde se supone que la había dejado —alardeó.

— bueno sí —lo admito se vio tonto.

— ¿están bien todos? —cuestione.

— sí —sonrió orgullosa, pero miró a otro lado analizando algo— tal vez algunas cosas que debas saber, pero todo a su tiempo —giró hacia Ben— es hora de relajarnos —Ben asintió y le sonrió.

Descendientes: Un viaje hacia el mañana... Where stories live. Discover now