Descendientes: Un viaje hacia el mañana...

Descendientes - Conociendo el castillo de Encantia

-MI CAMINO VII-

— Verás que la pasaremos genial —

Sofía caminaba frente a mí entusiasmada, con sus tacones resonando en el suelo, debía admitir que aunque este castillo parecía pequeño, era muy extendido por dentro, mis ojos vagaban por cada retrato, desde un tal príncipe James de ojos esmeraldas y cabello rubio, parecía tener alrededor de unos.. ¿siete años? Su cabello perfectamente peinado hacia juego con su saco verde caña, su mirada era triunfante y vencedora, pero, al mismo tiempo mostraba la empatía de un gran gobernante.

— Mis padres regresarán dentro de unas horas, están realizando una alianza con la familia china de una de mis amigas —

Comentó luego de un pequeño silencio, Sofía, alce una ceja cuestionando el porqué me había contado eso, pero una idea surgió de mi cabeza, pues tal vez ella estaba tratando de sacar conversación de algo que no era posible.

Suspire pesadamente y traté de mantenerme al margen de la situación, después de todo no sería tan difícil.

— Entonces, dices que...¿tienes quince años? —

Cuestioné con desdén.

Sofía dio un giró y quedó frente a frente de mí.

— Sí, ya lo creo, pareciera que hubiese sido ayer que tenía doce años, cuando me gradué de la gran escuela de príncipes —

Respondió emocionada, alardeando de un lado a otro que los recuerdos le movían.

— Ya veo, supongo que pronto asumirás cargo como reina —

Dije finalmente.

Fue entonces cuando paró de golpe su recorrido y se giró nuevamente riéndose por lo bajo.

— No de hecho, princesa Meido —

— Pero, tienes un hermano menor, el chico del retrato... —

Pero dejó mis palabras en el aire y respondió de inmediato.

— Es James, tenía diez años en esa foto, ahora tiene quince, dentro de unos días cumplirá dieciséis —

Entonces comprendí que aquel cuadro significaba historia, historia de este castillo.

— Entonces es James el que asumirá el trono —

Comprendí finalmente.

— Te equivocas nuevamente, es Amber, mi hermana, ella es la mayor — entonces miró a su alrededor y cayó su vista en algo en específico, señalando con su dedo, alegre, mostró la imagen de una princesa— por unos minutos le ganó a James —

Y de alguna y otra forma me recordó a Audrey, ese encantó de Auradon, pero cuando de verdad la conocías te dabas cuenta que era una villana disfrazada de buena, fruncí mi entrecejo y me pregunté: ¿sería este tipo de chica mimada? Es decir, Sofía no lo era, para nada, se parecía a esa chica de la foto, pero Amber daba esos aires de querer todo y a todos en su dominio.

— ¿Segura que es tu hermana..? —

Mascullé para mi.

— No del todo —expuso.

— ¿qué quieres decir con no del todo? —

Cuestioné, realmente no entendía a lo que quería llegar.

Fue entonces cuando suspiró débilmente y tomó mi mano, atrayendo a una ventana que mostraba la aldea.

— Yo era una niña del pueblo era feliz —y presentía que de alguna forma me contaría su historia de una manera singular—  de pronto una princesa me volví — entonces me atrajo nuevamente junto a ella corriendo entre los pasillos del palacio— ahora debo entender cómo hacerlo bien...tanto que aprender —suspiro, parecía exhausta, pero cerró sus ojos y sonrió nuevamente.