Descendientes - La historia de la anciana... y él

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—MI CAMINO XV—






Hacía unos años atrás, la señora Cristal había perdido a su pequeño nieto, Estefano, el padre era un hechicero y quiso inculcar al pequeño ello, por lo que se vio obligado a raptarlo de las manos de la abuela, quien se negaba en total a ello, pero al final, sucedió, el niño se enriqueció en magia negra y malvada, mientras que el padre murió...

— Eso suena terrible, señora Cristal —

Mascullo Sofía con el ceño levemente fruncido.

— Aún sigo sin entender en que nos ayuda esto —

Musité con recelo cruzandome de brazos y con una ceja levemente alzada.

Pues mi paciencia se estaba colmando, pero aún así la señora con las leñas que había traído, al final resultaron de una utilidad, pues el gran holocausto que formaba ayudaba a que los rayos cayeran sobre él, pero aún así encendía la fogata rosada, algo extraordinario, pero no quitaba la tormenta.

— Meido —

Acató Sofía con un ceño fruncido.

— Lo que sucede es que... mi difunto yerno creía en que... el tiempo podía ser manipulado, en que el futuro y el pasado podían ser alterados —bajo la mirada y una lágrima rebozo en su mejilla— en que mi hermosa y amada hija regresaría a la vida, si él lograba volverse dueño del tiempo —

Masculló por lo bajo y aprisionó sus dientes uno con otro... tomando sus manos y estrellándose con su rostro hecho pasita.

— Su hija... —

Comentó Sofía para luego reprimir un comentario no debido.

— Y supongo que ahora su nieto quiere terminar lo que su padre empezó —

Cristal levantó su mirada y asintió— pero, no quiere a su madre de vuelta, quieres cerrar cada línea de tiempo que su padre abrió —

Dijo finalmente.

Fruncí mi ceño y ladee la cabeza, pues pensaba que el niño era el villano, vaya sorpresa.

— ¿Ah sí? Dígame usted ¿Cómo pretende hacer eso? —

Exigí de brazos cruzados.

— Mi nieto es muy inteligente, ahora mismo está creando una poción y este enorme incendio —señaló levantándose contra mí y con su ceño fruncido— esto él lo hizo, para que detuviera los relámpagos constantes y así proteger a Encantia, pero me temo que mi nieto corra peligro, porque hace unos días no lo he visto y se supone que debería estar creando los otros holocaustos —

Entonces se sentó sobre una roca.

— ¿Dice que su nieto salió de los límites cercanos de Encantia por que hay otras tormentas así creándose? —

Cuestioné de manera sarcástica.

— El solo quiere enmendar las cosas —

Dijo finalmente para lanzarse a los brazos de Sofía.

— Sé que tú puedes ayudarlo... Princesa, porque el... el era tu amigo —

Fruncí mi ceño y ladee la cabeza, cuando Sofía solo frunció levemente su ceño.

— Espere señora, yo, no conozco a su hijo —

— Sí, sí lo conoces, cuando eran pequeños jugaban juntos —

— Vaya memoria Sofía —

Masculle con cierta ironía.

— ¿Cuál es el nombre de su nieto? —

Descendientes: Un viaje hacia el mañana... Where stories live. Discover now