Descendientes - La bienvenida de parte del Sultán

179 20 8
                                    








—MI CAMINO XXVI—








Era alto, muy alto a decir verdad, con una enorme barba negra y un enorme tumulto en su cabeza, parecía un ser tranquilo, pero aún así, no dejaba de mirarme como si tuviera algo en la cara o tal vez, le recordara algo.

— Tristán —fue en cuestiones de segundos cuando la voz de una damisela en apuros acudió a nuestros oídos.

Fruncí mi ceño de inmediato y fue cuando vi como corría escaleras abajo una niña emocionada y se tiraba en los brazos en Tristán.

....

¿Y quién era?

— Tristán extrañe —no perdió tiempo en decir lo que sentía y suspiro emocionada en su pecho, con su largo cabello negro azabache y hermosa figura, rodeo por completo a Tristán y lo mantuvo cerca suyo.

— Alía —contestó él hacía atrás riendo y tomándola fuertemente en sus brazos, dándoles vuelta en sí— yo también te extrañe —

— parece que se llevan muy bien —y tras de mí él diablillo atacaba, Ryan me susurraba al oído— incluso mucho mejor que con Sofía —

— no, ni hablar, ni tú, ni Ryan vendrán conmigo —escupí con el ceño fruncido.

— bueno, tú no decides eso ¿sabes? —

— Es mi viaje no el suyo —había llegado a mi frente.

— ¿y? No te dejare ir sola —desvíe mi mirada en cuanto visualice su sonrisa de lado.

Y entonces, solo entonces pensé, si Tristán había querido acompañarme solo por el hecho de que la princesa ¿"Alia"?

"No te déjate sola"

Sorpresa Tristán, presentía que lo harías de ahora en adelante.

— son muy buenos amigos —admitió el rey del palacio, lo miré de reojo con odio y desvío de inmediato mi mirada.

— El genio, su alteza —pedí una vez más.

Pero él quitando su mirada de los tórtolos sonrió y asintió— dentro de poco vendrá, no eres su único aprendiz —fruncí mi ceño frente a su comentario y asentí, aún sin entender muy bien.

— pero, cuénteme sobre usted, princesa Meido —bufé para mis adentros sin poder dejar de escuchar los cuchicheos que habían entre Alía y Tristán.

— realmente viniste —

— hacía mucho que no te veía —

— pues ahora me ves —

— cuéntame ¿cómo has estado? —

Ellos parecían muy enganchados en su conversación.

Descendientes: Un viaje hacia el mañana... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora