28. Pequeñas concesiones

12.8K 1.4K 771
                                    

Esa noche Harry y Tom  se tumbaron juntos en la cama, uno al lado del otro, mirándose. Harry casi podía sentir a Tom siendo más posesivo de lo normal, como si necesitase mirarlo y absorber su imagen para compensar el tiempo que él lo había estado evitando y que no habían hablado. Como si simplemente su imagen lo pusiera a tierra. No sabía como podía simplemente percibir eso al mirar a Tom pero lo hacía, eso simplemente hacía que se sintiese más vulnerable y perdido, al fin y al cabo, quería abrazar a Tom y nunca soltarlo, como si así pudiese evitar que hiciese algo malo, que hiciese todas las cosas que haría. Si muriese simplemente abrazado a él por culpa del tiempo... no creía que fuese una mala forma de morir: tumbado y abrazado a la persona que quieres. También había sido esta vez Tom quien le pidió dormir en su cama. Parecía que por un día Tom había decidido tirar abajo toda su capa protectora (al menos con él).

-Eres el único que me entiende, el único dispuesto a hacerlo, casi pensé...que no lo harías esta vez-murmuró Tom mientras lo miraba, ambos cara a cara con la cabeza en la almohada.

Harry tragó saliva, tomando las palabras de Tom como algo que sin duda el propio Tom calificaría de debilidad pero que él simplemente lo entendía como un lado humano y sensible que intentaba sofocar. A pesar de lo que Tom pensara, era en esos momentos cuando más cerca se sentía de él. Sin embargo, una parte de él no podía evitar interpretar sus palabras como un miedo subyacente a quedarse solo y aislado, como hasta que él apareció. Como si hubiese sido algo encerrado en un caparazón, esperando a que alguien lo sacase, pero con la misma cautela que cabría esperar de un gato al hacerlo. 

-Siempre lo intentaré Tom. No quiere decir que comparta o que me gusten tus opiniones o tus decisiones pero siempre lo intentaré. 

Y lo haría, porque Tom, su Tom, nunca sería responsable de ninguna de ellas. De alguna forma, se había convertido en una especie de marioneta de sí mismo.

Era cruel e injusto.

Pero ahora que Tom le había prometido que no volvería a hacer nada así si se quedaba a su lado, bien... Harry sabía que Tom no podría cumplir su promesa, no importa cuanto lo intentara y eso hacía que quisiera llorar por él. Así que Harry lo haría, se quedaría a su lado y mientras lo hacía no le importaría lo que Tom hiciera porque no sería responsable y buscaría en tierra mar y aire cualquier forma de interceder, no iba a dejar a Tom solo en esto. Estaba seguro de que en alguna parte fuera de las padres de Hogwarts encontraría información sobre el tema, aunque mientras  tuviese que hacer la vista gorda. Además, la orden podría arreglárselas sin él, Tom lo necesitaba más.


Cuando Harry se despertó al día siguiente, Tom ya estaba despierto mirándolo fijamente como la noche anterior. Harry le dio un tímido beso en los labios. Habían arreglado las cosas más o menos pero quitando abrazos o miradas, Tom no se había lanzado por más muestras de afecto, al menos no las propias para dos personas que estaban saliendo, y ese hecho simplemente hacía que Harry se sintiese algo inseguro. No obstante, sus preocupaciones desaparecieron cuando Tom respondió efusivamente, como si hubiese esperado todo este tiempo a que Harry lo hiciese. Después de eso simplemente se sonrieron y fueron a desayunar.

Los Slytherin al parecer habían estado conteniendo el aliento todos esos días porque cuando aparecieron juntos para desayunar Malfoy dijo:

-Finalmente.

Para posteriormente todos ponerse a comer con normalidad, intentando ocultar unos más que otros la sonrisa de sus rostros. Por supuesto, Malfoy no la disimuló ni en lo más mínimo. 
La verdad es que Harry había echado de menos comer con ellos, aunque no se había dado cuenta hasta volver al Gran Comedor. Quizá fuera simplemente que se había sentido demasiado solo y se había aislado él mismo. Aunque de eso, solo tenía la culpa él. 

Perdido en el tiempoWhere stories live. Discover now