11. Protección

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Al día siguiente ocurrió algo extraño, Tom lo despertó y lo estaba esperando junto con Nott, Malfoy y otros para desayunar en el Gran Comedor. La rutina se había roto por alguna razón. Harry quería preguntar que ocurría pero no lo hizo. Sospechaba que se debía a lo sucedido ayer con Avery.

El ambiente a la hora del desayuno fue algo lúgubre en el mejor de los casos. No es que en Slytherin soliesen tener una conversación especialmente animada en la mesa como en Gryffindor pero estaban más callados de lo normal y esa quietud se trasladó incluso a los primeros años, o quizá alguien había dicho algo. La cuestión es que cuando Avery entró al gran comedor más de uno como fue el caso de Orion o Tom se pusieron tensos. Pero Avery los ignoró y únicamente le dirigió una mirada bastante desagradable a Harry. Sin embargo, nadie dijo ni hizo nada durante el desayuno. 

Mas tarde, mientras Harry desayunaba alguien le tocó el hombro por detrás y se giró.

Era Fleamont.

-¿Puedo hablar contigo un momento?

-Si, claro-dijo mientras se levantaba-ahora vengo-le dijo a Tom.

Harry pudo notar que le atravesaban la espalda con la mirada y cuando se giró se sorprendió de ver no solo a Tom sino a todos los de su cuarto mirándolo, incluido Nott, que había dejado a un lado el libro. Harry hizo una mueca y se giró.

-¿Estas bien? ¿Te han hecho algo?

-¿Eh? Si, estoy bien. Solo hubo una disputa con Avery, nada fuera de lo habitual.

-¿Estas seguro?-dijo dirigiéndoles una mirada a los Slytherin-no me parece que sea lo de siempre, te están controlando y eso no es normal Harry.

Harry rió.

-Eso no es control en el sentido que piensas. Me están... cubriendo las espaldas.

-¿Quieres decir que están contra Avery? ¿por ti?

-Eso parece-dijo Harry rascándose la cabeza-Mira... se que es extraño pero así están las cosas. Ahora no puedo contarte más pero... luego hablamos.

-Está bien. Ten cuidado. Archer y Septimus se han dado cuenta, estoy seguro de que tampoco son los únicos.

-Lo se, pero realmente me da igual lo que piensen los demás.

Fleamont se despidió de él y Harry se sentó de nuevo en la mesa, empezó a comer como si no hubiese pasado nada, al igual que el resto de la mesa. Sumiéndose de nuevo en ese silencio.

Al salir del Gran Comedor, todos los que lo habían acompañado a desayunar fueron con él a clase exceptuando a los de años menores que tenían clases en otro sector. Era como si se agrupasen para mostrar su unidad y mandar un mensaje. Harry no solo se sentía incomodo sino que también se sentía avergonzado y por mucho que intento decirle a Tom que se podía defender solo no le hizo caso. Harry quería reír y a veces decirle que era un poco hipócrita pero sabía que era injusto y que tampoco lo entendería. 

El ritmo en las clases fue similar. Tom había intentado a primera hora sentarse con él pero Harry había cogido a Fleamont de la mano y prácticamente se lo había llevado a rastras a la mesa. Tom claramente malhumorado, se había sentado justo en la fila de al lado. Harry sabía por la mirada que el otro le estaba dando que si hubiese sido Voldemort ahora mismo tendría un fuerte dolor de cabeza. A pesar de todo, a mitad de clase no pudo evitar sonreír ante la cara que estaba poniendo Tom. El día no parecía que fuera a ir mal del todo. 

La clase de Defensa contra las artes oscuras en esta época era bastante buena con la profesora Galatea Merrythought y podía decir que, a pesar de que supuestamente había dado ya ese curso estaba aprendiendo bastante (cosas nuevas o incluso perfeccionando otras). Claro que, después de Umbridge cualquier cosa iba a suponer una grata mejora. Tenía que admitir que incluso Snape era mejor, siempre y cuando ignorara la manía que le tenía, lo cual era difícil de hacer. 

Perdido en el tiempoWhere stories live. Discover now