34. Fin del egoísmo

9.1K 1.1K 434
                                    

Harry no había dejado a Tom fuera de su vista. Estaba furioso con Dumbledore, sintiéndose totalmente engañado, paseándose de arriba-abajo por la sala de nuevo, como si acabase de llegar del pasado y estuviese nuevamente encerrado en esa habitación. Tom, al igual que sus amigos, había intentado que se sentara, pero ni el más dulce de los besos había podido hacer que se relajara o mínimo se sentara. ¿Por qué cómo podía relajarse cuando probablemente tendrían que irse a vivir y besarse en la clandestinidad?

Cuando ya pensaba que se volvería loco o que simplemente cogería a Tom y huirían, se abrió la puerta.

-Lo siento, Harry-dijo Remus al salir.

Harry se aferró a Tom como si fuese un salvavidas en medio del mar o un pequeño lago en medio del desierto, estaba seguro de que le había clavado las uñas en su brazo mientras se interponía delante de él y de los miembros de la orden. Protegería a Tom y huiría con él cuando Tom se apareciese o usara un traslador o el as que tuviese bajo la manga.

-Harry...-dijo Hermione-lo hemos intentado.

-Ha habido un empate-dijo Dumbledore-haciendo que a Harry se le atragantase la respiración.

-¿Qué quiere decir eso?-preguntó Ron confuso mirando a todos en la habitación.

Tom todavía no había dicho ni una palabra, tampoco había sacado su varita, de hecho no había movido ni un músculo más que para apoyar su mano libre en el hombro de Harry.

-Eso quiere decir, que, como especial parte implicada y víctima de esta guerra, te dejaremos votar a pesar de tu minoría de edad para que puedas ofrecer el voto decisivo.

-Esto es absurdo Albus-protestó Severus.

-La mayoría hemos estado de acuerdo en esto, Severus. Todos tus alegatos fueron escuchados y cualquier otro pudiste haberlo hecho dentro, ahora, la decisión ha sido tomada.

-¿Vas a dejar que nos condene un...

-Entonces-dijo Dumbledore subiendo ligeramente el tono de voz, callando a Snape con una mano- se ha decidido que no será besado en pos de su entrega libremente y la renuncia a su título como Lord Voldemort, por lo que, lo que se está decidiendo es si debería ser encerrado en Azkaban de por vida o... ser puesto en libertad...

-¡Por supuesto que quiero que sea libre! ¡No quiero que vaya a Azkaban!-dijo Harry.

-...en libertad, dando informes periódicamente a Shacklebolt en el ministerio sobre sus actividades.

-Bueno, si me contratas como profesor de defensa de las artes oscuras, no creo ni siquiera que hagan falta esos informes, ¿no es así?

-Tom...

-¿Sería esa una posibilidad, Dumbledore? Creo que sería beneficioso para todos-dijo Shacklebolt.

-Yo también estoy de acuerdo-dijo Harry y miró a sus amigos expectante.

-Bueno... no es que tenga que hacer gran cosa para ser mejor que los profesores que hemos tenido, excluyéndote Remus, por supuesto fuiste el mejor-dijo Hermione.

-Y...-dijo Ron con la cara pálida, como si las palabras saliesen en contra de su voluntad-no puede ser peor que ahora. Las maldiciones imperdonables, estarían prohibidas otra vez, ¿cierto?

-Por supuesto-dijo Dumbledore-Severus no permitirá que se usen en ningún estudiante.

-No lo permitirás quieres decir, no voy a estar en ese puesto ni un minuto más Albus, renuncio-dijo Severus-te dije explícitamente que solo lo haría el tiempo señalado.

Perdido en el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora