Perdido en el tiempo

9. Trabajar en equipo

Harry estaba volando junto con sus compañeros de equipo de Slytherin. Era el primer entrenamiento que hacían juntos y no parecían encajar mal, eran bastante organizados y por ahora no había escuchado de ninguna táctica de juego que consistiera en herir al equipo contrario. De hecho, Crockett estaba demostrando ser un buen capitán. Así que mentiría si dijese que no estaba impaciente por su primer partido. 

Cuando descendieron y bajaron de sus escobas, dando por terminado el entrenamiento, Avery se detuvo y con el ceño fruncido dijo:

-Que extraño que Riddle estuviese en las gradas.

Harry giró su cabeza y recorrió las gradas con la mirada pero no vio nada. Le parecía extraño no haberlo visto pero quizá se había concentrado demasiado en la snitch.

-Si, yo también le vi-dijo Crockett.

-¿No suele venir?-preguntó Harry.

-¿Nadie te ha dicho que Riddle pasa olímpicamente de todo lo que tiene que ver con el Quidditch?-preguntó Avery.

-Si, puede que alguien lo comentara-masculló Harry.

-Entonces a pesar de ser tan idiota no te costará comprender que es la primera vez en 5 años que viene a ver un entrenamiento.

-Somos un equipo-dijo Crockett-contrólate al menos mientras llevemos la equipación, luego haz lo que te de la gana

-Si, bien, lo que digas.

Crockett lo cogió del brazo.

-Lo digo en serio Avery, no quiero problemas.

-¿Y sino que? no es como si pudieras reemplazarme, soy el mejor bateador.

-Es cierto, pero no hagas que busque uno. Te quiero en el equipo pero ya sabes las normas-dijo antes de que Avery se soltase de una sacudida.

Harry estaba contento, parecía que las cosas le iban bien desde que había entrado al equipo de Quidditch. Empezaba a estar más relajado aunque seguía teniendo que cuidarse las espaldas de algunos como Avery o de Walburga a la que ni siquiera le había dirigido la palabra pero es que sinceramente no quería tener nada que ver con ella, ya había tenido bastante con el retrato en Grimmauld Place. Aunque si lo pensaba bien quizá fuera simplemente el Quidditch lo que le quitaba el estrés. Además, a pesar de aquella extraña charla con Dumbledore, el hombre lo citó a los pocos días en su oficina para felicitarle por haber entrado en el equipo y obsequiarle tanto con una nueva equipación como con una barredora 5. Y a pesar de que Harry se negó, diciéndole que era un desperdicio de dinero porque no iba a usarlos mucho tiempo , Dumbledore insistió. Así que Harry lo aceptó con la condición de pagarle todo en el futuro. Pero todo eso no cambiaba el hecho de que últimamente no sabía muy bien que pensar de su profesor.

Malfoy se les acercó cuando iban a entrar en el vestuario para cambiarse y Orion no pudo evitar decir:

-¡Riddle estuvo en el entrenamiento!

-No debería haberlo hecho, que lo haga después de 5 años da que pensar-insistió Avery con mala cara.

Malfoy hizo una mueca, mirándolo con desagrado y dijo:

-Es libre de hacer lo que quiera, no deberías inmiscuirte.

-Lo que haga nos incumbe a todos.

Malfoy lo fulminó con la mirada antes de adoptar su postura usual.

-No, no lo hace.

-Todos formamos parte por igual de los caba...

-Cállate-Siseó Malfoy, mirando alrededor.