Prof. Baekie vs Mr. Park

Especial IV: De regreso al mundo real (Junghoon al ataque).

Fue como si hubieran pasado cuatro años en un simple parpadeo.

Nunca se vio a sí mismo restregando su cara contra una máquina para hacer café, o dejando sobre el suelo los papeles importantes que debería entregar para el próximo viernes. Posiblemente tampoco dejar su trabajo final a medias teniendo menos de una semana para terminarlo, pero Andy, entre todos los jóvenes de veintidós años de edad, se había convertido en un rotundo desastre, decepcionando profundamente a su yo de muchos años atrás.

—Mr. Park. —Andy no elevó la mirada hasta el tercer llamado. Sus ojerosos ojos miraron a la señora de unos sesenta y tantos, tenía la espalda encorvada y lo miraba como si le fuera pegar algo contagioso. Posiblemente lo tomaría como un elemento discriminatorio, pero conociendo a la profesora Anderson sabía de buenas a primeras que odiaba más a un hombre sin objetivos—. ¿Podría alejarse de la cocina? En realidad, le pediría que saliera de la oficina de los maestros. —Su acento británico en vez de darle ánimos, lo había alejado de la realidad.

Andy a veces tomaba la carta de no entender el idioma, pero después de tres años allí —y teniendo ya cinco clases con la profesora Anderson— esa no podría ser una opción para escapar.

—Por favor —Andy aulló una vez más, en un inglés trabajado y mirando con tristeza hacia su maestra—. Solo necesito una menos B para poder descansar el fin de semana.

—Su D positivo le hará descansar durante un semestre entero. —Ouch—. ¿Qué tal eso Mr. Park?

Esa mención, incluso después de tanto tiempo, no llegaba a creérsela para nada. A su mente, llegó la imagen de su padre con diversos escenarios, mientras que otros llamaban una y otra vez al verdadero y único 'Mr. Park'.

Relamiéndose los labios, Andy tomó la nota entre sus manos y con todo el corazón murmuró:

—Firme esto, vieja molesta. —El coreano nunca fallaba. Aprovechando la confusión, prosiguió en inglés—. Sra. Anderson, si pierdo esta materia, no puedo terminar el curso. Si no termino con el curso, tendré que volver a Corea. Si vuelvo a Corea, voy a enfrentarme a situaciones de vida o muerte. Si me enfrento a situaciones de vida o muerte, mi padre querrá rescatarme. Si mi padre intenta rescatarme, entonces Baekhyun mandará a Junghoon con él. Si Junghoon viene con él, entonces me verá. Si Junghoon me ve, perderá la cabeza. Si pierde la cabeza, yo pierdo mi dignidad. Si yo pierdo mi dignidad, entonces tendré que aceptar mi destino bajo el mando de los rojos. Si vivo bajo el mando de los rojos, entonces mi propósito de ser independiente se perderá y yo caeré nuevamente en depresión hasta no volver a moverme. Sra. Anderson, ¿podrá usted vivir sabiendo que su alumno favorito murió por su culpa?

La Sra. Anderson tomó un sorbo de su extraño té de melón y ni siquiera se dignó a mirarlo.

—¿Cómo va usted con su terapia, Mr. Park? —cuestionó la maestra.

—Superado, Sra. Anderson.

—Recomiendo, Mr. Park —Lo miró fijamente, como si realmente se preguntara qué sucedía con él— que siga atendiendo con el psicólogo a cargo, que no veo motivo de su paranoia. Va a quedarse con su calificación actual, y perderá el semestre. Vuelva a Corea, y entonces, regrese después de reflexionar sobre sus actos.

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Después del drama en su vida, Andy vio Londres como la mejor opción para protegerse a sí mismo y alejarse de todo lo que tuviera que ver con la mafia.

Tantas cosas habían pasado al punto que su mente no lo había logrado admitir todo, y después de una fea pelea con su padre, Andy fue puesto en libertad para que hiciera una nueva vida en Londres. La pelea no fue precisamente sobre el no querer pertenecer a la mafia, en realidad su padre siempre lo apoyó en todo lo que él decidiera, pero por el estrés post-traumático obtenido luego de su secuestro por los verdes, su personalidad cambió a un tanto desesperanzada al punto de gritar hasta lo que no sentía, hiriendo a personas en el proceso, precisamente a Baekhyun, por lo que Chanyeol no tardó en darle dos patadas en el trasero para que se fuera por un tiempo.