Parte 1

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Despertó con la jaqueca más grande de su vida. No estaba seguro de cuanto había dormido en realidad, la cosa era que desde hace un par de semanas no lo había estado haciendo bien y, hasta ayer —si no ha dormido más de un día— se dio ese lujo de dejarse llevar por esa sensación de cansancio.

En realidad todo había sido culpa de Yifan y sus malos cálculos a la hora de enviar el armamento necesario para la alianza. Obviamente su trabajo como vendedor—guión mafioso guión asesino guión ninja—no estaba dando frutos como se esperaba en ese año. Sus enemigos a lo largo de esos cuatro años se habían multiplicado, las personas contratadas para asesinarlos se intensificaron y sus constantes viajes y cambios de vivienda le habían hecho ser, a sus ya treinta años, una persona menos paciente, nada divertida, inflexible e incluso desconsiderada.

Aunque aún existía un pequeño humano que le podía cambiar su actitud dura a una risueña en un dos por tres. Pero eso sólo lo sabían él, Kyungsoo y Jongin, así que no necesitaba que nadie más lo supiera.

Se preparó rápidamente en menos de veinte minutos para su trabajo. Tenía que usar completamente negro, era de ley, y aunque su mafia se categorizaba por el cabello rojizo, aún sentía amargamente cómo era que se veía en el espejo: ese rojo vivo le hacía arder los ojos, era demasiado resplandeciente y atraía la atención de cualquiera. Todavía no encontraba la razón del por qué se había dejado influenciar por su equipo para hacerlo. Era suficientemente vergonzoso contar con tremendo grupo de estúpidos que le hacían perder varios millones al día. Si no los apreciara un poco, ya tendrían un buen agujero en la cabeza.

Y este es papá —fue lo primero que escuchó al salir de su habitación. Inmediatamente sonrió—. Y este es el tío Kyungsoo y este es el tío Jongin —ladeó su cabeza un poco para observar a la pequeña criatura que engullía una cucharada de cereal.

—¿Qué es eso que tiene el tío Jongin en las manos? —esa voz fue Kyungsoo quien tarareaba a un lado del pequeño.

—Es una Barret .50cal —contestó Andy como si fuera lo más normal del mundo que un niño supiera sobre armas—. Y esos de allá son los malhechores que quieren hacerle daño a papi.

Claramente la frente de Kyungsoo se crispó en molestia. Chanyeol entró en la habitación con una mueca intentando aminorizar el sutil terror que le causaba un Kyungsoo en desacuerdo. Se acercó a su hijo quien sonrió casi igual de grande que él, besó su frente y prosiguió a sentarse a un lado de él.

Chanyeol —el tono que su asistente utilizó fue demasiado oscuro.

—Hola Andy —saludó a su hijo, ignorando la mala cara del otro—. ¿Qué tienes allí, amigo?

El pequeño niño se sacudió un poco dejando que un pedazo de cereal cayera desde sus labios a la mesa. Se inclinó suavemente hacia el frente, mostrándole su dibujo y prosiguiendo a explicarlo.

—Cuando el tío Kyungsoo me tenía cubierto en nuestra guarida secreta —señaló un extremo de la hoja en donde se encontraba un supuesto Kyungsoo dibujado y detrás de él un pequeño Andy— los del equipo azul intentaban hacer que el tío Jongin perdiera su arma —ahora dirigió su dedo a Jongin—. Pero entonces, ¡el tío Jongdae llegó con su metralleta y mató a todos allí! Luego, tú estabas con el malhechor llamado Seungri quien, antes de que le dispararas en la cabeza, te dijo que cobraría su venganza y al último, ¡boom! El tío Jongdae activó la bomba para que el edificio cayera encima de los maleantes.

Chanyeol sonrió con autosuficiencia hacia su hijo mientras asentía orgullosamente.

—Así es, papi es muy cool, ¿no? —acarició la cabeza de su hijo.

Prof. Baekie vs Mr. ParkOn viuen les histories. Descobreix ara