Parte 11

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Baekhyun fue quien se encargó de sacar a Andy de allí.

En todo el camino de regreso a casa no hubo ni una palabra entre los Park, Baekhyun era el único que intentaba mantener una leve conversación con Andy, pero el niño no estaba realmente de ánimos, respondía obligatoriamente y mantenía su cabeza gacha. Por otro lado, Chanyeol se mantuvo en su tarea de manejar de vuelta a casa.

Eran las cinco de la mañana cuando finalmente Baekhyun durmió a Andy en su habitación. Observó al niño con tranquilidad, su rostro estaba totalmente sereno, su leve respiración marcando el compas de sus respiraciones y las mejillas abultadas por la grasa de bebé que aún tenía. Acarició su cabeza, quitando el flequillo de Andy de su frente y acomodándoselo de mejor manera.

Baekhyun se quedó un momento más en la silenciosa habitación. Realmente su cuerpo había tenido un montón de sensaciones—además de no haber dormido casi nada—todo eso le hacía suspirar.

Primero que nada se sintió idiota y ese pensamiento lo acompañó con una sonrisa. Honestamente jamás se había preocupado tanto por los problemas, por lo menos los problemas reales. Su vida no fue de millonario, pero tampoco de pobre. Creció bien, una buena familia, buena educación y nunca le faltó nada. Trabaja en lo que quiere, vive con más de lo que necesita. Sus problemas anteriores eran el no saber qué decorativo poner para el día de las madres. Sus problemas giraban en que su primo solía ser torpe y tenía hemofilia por lo que constantemente se hacía daño de alguna forma. Sus problemas siempre habían sido relacionados con películas tristes, quejarse por no comprar esa camisa de marca que quiere y lloriquear porque no tiene con quién salir.

Jamás imaginó que sus problemas se convertirían en basura a un lado de los de Chanyeol.

Porque el asesinar a tu mejor amigo y el quejarse por no querer pagar los impuestos eran cosas totalmente diferentes. Ni siquiera comparables.

Baekhyun vivió en un constante mundo de fantasía e ignorancia hasta que ese padre llegó.

—Hasta puedo decir que es divertido —susurró para sí mismo, frotando su rostro. Suspiró en el momento que volvió a mirar a Andy envuelto en sus sábanas, una mirada de tristeza se apoderó de su rostro—. ¿Cómo es que un niño de cuatro años tiene más problemas que yo?





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Cuando Baekhyun salió de la habitación de Andy, a eso de quince para las seis, escuchó claramente cómo era que Chanyeol hablaba con alguien. Y no por teléfono, había un grupo de personas más en la sala. Se acercó con cuidado, sus ojos mirando hacia todos lados. Sus hombros se tensaron al ver a probablemente otros rojos, estaban heridos y sus miradas eran penetrantes. Reconoció a varios de ellos, en especial a esos que antes habían salido de su closet y a Kyungsoo.

—Después de todo la llamada de los naranja no era urgente —escuchó la voz de Kyungsoo—. Cuando íbamos a medio camino dejaron en claro que todo se resolvió y que los de la mafia azul habían alejado a sus hombres del área de Busan.

—Pero no podemos relajarnos —esa fue otra voz, un chico moreno cruzado de brazos—. Los de la mafia azul dejaron bien en claro que no iban a detenerse hasta conseguir lo que quieren y el hecho de que hayan alejado a sus hombres es malditamente sospechoso. No tiene sentido, probablemente estaban probándonos de alguna forma.

Baekhyun miró un poco más para percibir a Chanyeol medio recostado en su sofá con las piernas sobre la mesa de té y las manos en sus bolsillos. Parecía un poco ajeno a lo que sus compañeros decían, como si realmente no estuviera interesado. Pero de alguna forma Baekhyun sabía que estaba absorbiendo la información.

Prof. Baekie vs Mr. ParkWhere stories live. Discover now