Parte 9

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Había un tipo mirando su casa por la ventana y Baekhyun estaba a punto de llorar.

Logró verlo en el momento que había ido a su nevera por un poco de agua y frente a una de sus ventanas estaba ese hombre mirando fijamente hacia él que casi deja caer el vaso al suelo. Intentó conservar la calma, Andy estaba en su sala completamente ajeno al pánico que sentía Baekhyun y realmente no quería contagiarlo. Pero eran las ocho, la oscuridad ya había caído en el cielo y había un maldito tipo afuera de su casa. Llevaba allí por lo menos unos diez minutos, quería llamar a Junmyeon como el infierno pero sabía que no podía. El hombre vestía de negro, sudadera y pantalón de mezclilla negro —si no se equivocaba— y zapatos igualmente oscuros. Su capucha sobre su rostro por lo que no podía ver nada.

Cuando obtuvo un par de golpes en su ventana, chilló, saliendo de debajo de la mesa con su bate en mano y corrió hacia donde estaba Andy.

—¡Andy! —intentó sonar alegre. El niño miró hacia él con el rostro extrañado—. ¡Va-vamos a jugar a las escondidas!

Con un parpadeó, Andy se negó.

—¿Por qué no? —Baekhyun se inclinó sobre él. Observó un poco hacia la cocina y el jodido hombre seguía allí. Con el corazón en la boca, Baekhyun miró con ojos grandes el otro—. ¡Vamos Andy, será divertido! ¡Yo siempre gano, nadie puede conmigo!

—Pero aún tengo tarea —señaló su libreta—. Y quiero volver a hacer los trazos que hicimos en clase-

—Uh-oh, ¿el pequeño Andy teme a perder contra el gran tío Baekie? —tu sonrisa hombre, que no se vaya, se dijo. Resiste campeón, tú puedes—. ¿Tan asustado estás?

Mordiéndose los labios, Andy titubeó.

—Yo no tengo miedo —dijo dubitativo—. Pero la tarea-

—¡Has hecho tarea todo este rato! —Baekhyun prácticamente lo levantó—. ¡Es hora de un pequeño descanso, hora de jugar!

—Pero-

—¡Empezaré a contar! —Baekhyun estaba por hacerse en los pantalones. El tipo había desaparecido de la ventana. Esas no eran buenas noticias—. ¡Escóndete en donde no te encuentre nunca! ¡Si grito algo como '¡Me rindo!' podrás salir! Sólo si grito eso, ¿bien?

Andy inclinó la cabeza, no totalmente convencido, pero terminó por dejar sus lápices a un lado y jugar.

—¡Tío Baekie debe contar hasta cien!

—¡Dale!

Simulando contar contra una pared y escuchando los pequeños pasos de Andy correr a algún lugar arriba en la segunda planta, tuvo que ponerse en acción. Tomó nuevamente su bate, prendió malditamente todas las luces de la casa y comenzó a husmear.

Por suerte no llovía, eso sólo lo haría más terrorífico, pero el silencio era incluso más perturbador que nada. Se maldijo por mirar una película de terror durante la tarde y caminó más hacia la entrada. De pronto, el sonido de una ventana siendo golpeada por el comedor casi le hace desmayarse. Literalmente se tumbó a suelo, arrastrándose hacia el lugar. Miró por encima de la cortina y, preparado mentalmente para dar un batazo, al levantar la cortina no vio nada.

Jadeó, esto le estaba quitando años de vida. Escuchó más golpes provenientes nuevamente de la cocina y su cuerpo temblaba. Era un asustadizo de mierda, eso lo sabía, le temía más a los muertos que a los vivos y malditamente ya creía que esa cosa afuera de su casa no era una persona.

—¡Ah! —gritó en el momento que, cuando pasaba silenciosamente por la puerta principal, esta fue golpeada fuertemente.

Se tumbó más al suelo, casi completamente acostado y vio cómo el celular que tenía cayó junto a él saliendo de su bolsillo. Miró alrededor, su casa se convirtió en algo fantasmagórico y tenebroso para sus ojos. Otro ruido en la sala, luego en la cocina y finalmente nuevamente en la puerta. Cuando estaba por echarse a llorar, el celular repentinamente sonó. Sostuvo el aliento, mirando cómo se iluminaba el aparato y lo tomó con lentitud. Lo volteó, miró que marcaba el número uno y, dejando por un momento el orgullo que le tenía preparado al gigante, contestó con un patético chillido.

Prof. Baekie vs Mr. ParkWhere stories live. Discover now