Capitulo 6- Aria

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No dejo de pensar en todo. Neil y sus cosas anormales, luego Mark aparece de la nada y me invita a tomar algo. A falta de uno, dos. Lo de Javi ya no tiene solución a si que no le doy mucha importancia.Ahora pensando en Mark... quería que la tierra me tragase.No he estado mas colorada en toda mi vida. No puedo creer que me haya visto a) En toalla y b) cogiendo ropa interior del tendedero. ¡Tierra tragame!De todas formas... ¿que le estaría pasando? Parecía muy preocupado.                                   Bueno, acabaré de arreglarme, que si no me dan las uvas. 

Y entonces caigo. Voy a salir con Mark, cuando ayer salí con Neil.                                                                     Mm, el es solo un amigo y Neil y yo no estamos saliendo, a si que supongo que no pasará nada.Estoy dándole los últimos detalles a mi simple maquillaje de hoy , cuando me llama Mark diciendo que está en la puerta. Me hecho perfume en el cuello y en las muñecas. ¡Lista! 

 Cuando salgo por la puerta, tropiezo con el escalón y casi me caigo de no ser por Mark, muy caballeroso el, que me tiene acogida en sus brazos. Me sonrojo al instante, cuando miro esos profundos ojos marrones. Me pongo derecha y tímidamente le doy las gracias y le saludo con dos besos.  Mark va vestido con una camiseta blanca básica de manga larga, unos pantalones negros y unas botas del mismo color de los pantalones. Esta muy guapo.

Andamos hacia el café y le pregunto por Barcelona. Yo nunca he ido a nada que esté a más de cinco horas en coche a sin que... me emociono. Estamos entrando en la cafetería cuando daba por terminada una anécdota. 

-...y entonces la profesora nos tuvo una hora entera fregando la clase con lejía. -Reírse es poco decir con este chico. Entiendo el por qué estaba colada por el. Llevamos todo el día riéndonos y de vez en cuando surgían roces casuales. Ambos cogíamos el vaso a la vez o nuestras piernas chocaban y cosas de ese estilo que hacían que mi corazón diera un pequeño vuelco. Volvemos a la conversación. 

- Y bueno, seguro que conociste a gente muy interesante allí, cuéntame algo. -La pregunta era una indirecta-directa. Quería, por algún extraño motivo, saber si tenía novia.

 - Hice muy buenos amigos, de hecho una de mis amigas de Barcelona está aquí conmigo. Bueno, se está quedando en un hotel. -Una sonrisa hizo presencia en su boca y de inmediato supe que esa chica era especial para el - Es una amigaza, me ayudo siempre en todo. Ahora lo está pasando un poco mal porque ha roto con su novio pero se le pasará. 

 - Vaya, la entiendo. Se lo duro que es dejar atrás a una persona que te importa. -Sonrío de soslayo acordándome de Javi.

 - Por tu sonrisa agria veo que te ha pasado lo mismo. -Ahora Mark parecía un poco más distante. 

- Fue una tontería. -hora del cambio del tema- Dime más sobre esa chica. Me pica la curiosidad.

 - Bueno - se revuelve en su asiento y sus ojos son como una fuente de emociones- ella es... increíble. Es muy divertida, alegre, independiente, extremadamente lista y cariñosa. Es la mejor. -Me mira y se muerde el labio negando con su cabeza. -Ella me ha soportado cuando ni si quiera yo me soportaba. 

- Eso ha sido precioso, Mark. Que suerte tienes de tener a alguien así en tu vida. Y ella también es una chica con suerte. -le guiño un ojo. Bebo un poco de café y Mark me mira y aprieta los labios divertidos. 

- ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? -digo extrañada. 

- Digamos que te está saliendo bigote. -Una pequeña risita se escapa de sus labios. Me paso la lengua por encima de mi labio.

 - ¿Ya? - Su cara se a vuelto penetrante aunque sin dejar la expresión divertida.

 - Espera. -Coge una servilleta y se acerc a mi lentamente. Me la pasa por el lugar donde la espuma el café ha hecho su recorrido. Mi corazón late al galope. 

 - Gracias -digo mirando hacia abajo. 

Minutos después nos levantamos y nos vamos. Mientras andamos nuestras manos chocan. Al saber sus sentimientos con la chica de nombre desconocido, me siento un poco incómoda. Llegamos a mi puerta y no podía tener más ganas de entrar.

 - Gracias por lo de hoy, lo pasé bien. -Me dice esto apoyado en la pared.- Gracias a ti, necesitaba dejar de pensar. -dejar de pensar en Neil... Antes de entrar a casa le doy un beso en la mejilla apretándole del brazo. Le susurro al oído "Buenas noches, descansa."    

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