Eli tiene razón. Yo no puedo exigirle nada. Podría morir por algo en lo que no tiene porque meterse. Son mis sentimientos y no los suyos. Pero demonios, yo lo habría hecho por ella. Sigo molesto y dolido. No quería hacer esto solo, pero va a ser lo mejor. Lo que verdaderamente me ha dolido es cuando ha intentado acercarse un par de veces a mi en el comedor, pero la he tenido que ignorar y comer solo.
Llevamos toda la vida juntos, siempre comemos juntos.
Si consigo salir de esta la voy a extrañar tanto...
Cada momento en que nos hemos reido, llorado, enfadado... son únicos como ella.
Estoy un poco asustado pero al fin tengo todo planeado para escaparme, y si he de morir por Aria, lo haré.
Le he escrito una carta a Eli, por si eso pasa. Nadie puede saber que lo hice, ya que podrían acusarla de ser cómplice.
Y aquí estoy, a tan solo un día y unas horas de escaparme de este sitio que durante cuatro años de formación ha sido mi hogar.
Me tumbo en la cama y suspiro. Solo espero poder volver a Aria. Miro las paredes blancas de mi cuarto. El tiempo corre lento, como si quisiera hacer que me volviese loco. Los minutos pasan como horas, y estas como años.
Dicen que cuando mueres ves toda tu vida pasando por delante de ti. Yo tengo esa sensación ahora.
De repente se escuchan ruidos fuera. Unos gritos y llantos. Seguro que son de otra niña que ha cumplido los dieciséis años y se la han llevado de su casa para que se una al ejército. Otra más de las razones por las que este gobierno no va bien. Sus leyes son estúpidas e innecesarias.
Y, aunque este mal que lo piense, sus gritos me parecen ajenos. Estoy demasiado absorto en mis problemas. Me levanto de la cama en la que estaba tumbado. Voy al ropero y veo mi ropa perfectamente doblada o colgada. Empiezo a sacar las cosas que me pienso llevar y las dejo en la silla. los gritos del pasillo cesan y mi cabeza lo agradece. Durante unos segundos pensé que todo iba bien, hasta que la puerta de la habitación se abre con un estruendo.
Tiran a Eli al suelo y ella esta llorando. Era la chica del pasillo. Me acerco rápidamente a ella y la abrazo. Quito el pelo de sus ojos y le susurro que se calme.
Dirijo mis ojos a la puerta donde dos hombres me miran fijamente, al igual que Eli. Luego la miran a ella y asiente. Uno de ellos es Will.
- Lo siento, lo siento muchísimo. Amenazaron a mi familia, los iban a matar a todos. No quería decirlo, lo siento.
Me quedo impactado al ver la escena. Eli ha dicho mi secreto.
- Esta chica ha confesado que tu tenias un plan para escaparte de Deonix e ir a Aenoix. No nos ha dicho por qué, así que esperamos una buena explicación.
- Iba a ir a por una chica.
- ¿Ella vive ahí? - pregunta.
- Si.
- Oh, que bonito. Arriesgas tu vida por amor. - Mete sus dedos en la boca y simula un vómito. -
Es repugnante. Has dado la espalda a tu país, cuando tu país te lo ha dado todo.
- Mi país no es el problema, el problema es la gente que vive en él. No me voy a quedar a ver como destruís el sitio que quiero con vuestras guerras de mierda por indiferencias.
- En eso estamos de acuerdo. Porque vas a morir, así no te tendrás que quedar a ver lo que tanto detestas. La chica vivirá. -Miro a Eli, quien me mira con ojos llorosos y las manos tapando su boca. - Tengo entendido que erais amigos, así que como regalo de despedida, te dejo que tengáis vuestra última conversación.- El hombre se va y cierra la puerta.
Miro por última vez a Eli. Esta se levanta y cambia la expresión de su cara, limpia sus lágrimas y sonríe.
- Te lo tengo que explicar. No te he delatado, idiota. Se lo dije porque cuando me dijiste que viniera a tu cuarto, me siguieron. Oyeron lo que dijiste, pero no los nombres , y se chivaron. He venido a sacarte de aquí. - Eli se dirige hacia la ventana
- ¿Estas loca? No podemos saltar desde la ventana.
- Imbécil, Will nos está esperando abajo. Le conté todo lo que pasó y nos va a llevar a Aeonix. Vas a ver a Aria.
- Pero eso pondría en peligro su vida, su trabajo, todo.
-A el le da igual, conseguirá trabajo en Aeonix y su vida estará a salvo. Ahora calla, tenemos dos minutos para bajar antes de que se den cuenta. - Antes de que salga, abrazo a Eli muy fuerte.
- Gracias, te quiero. - susurro en su oído. Eli mira al frente y asiente. Cierra los ojos y suspira, cuando los vuelve a abrir sonríe.
Al asomarme a la ventana, me doy cuenta de que hay una sabana atada a la ventana. Eli baja rápidamente por ella. Yo me giro rápidamente y cojo la maleta con la ropa y un par de cosas más. Agarro la carta de Eli.
Me deslizo también por la sabana y nos metemos en el coche de Will, que esta justo ahí aparcado.
Sin esperar ni un segundo más, el coche arranca y salimos a toda prisa.
Cuando llevamos unos minutos corriendo y creimos salir de peligro, la sirena de un coche suena de fondo.
- ¡Mierda! -exclama Will.
- Está muy cerca, tenemos que correr más. - Eli mira por el retrovisor y sigue sin ver nada.
- Tenemos problemas mayores que ir más deprisa.
- ¿Qué pasa ahora? - digo.
- Nos queda gasolina como para una hora en coche, si acelero más para cuarenta minutos.
- Acelera y cuando dejemos de escuchar ruido, aparcamos en un sitio oscuro y le echamos gasolina, en estos coches siempre hay.
- Bien.
El coche acelera. Cojo una pistola que esta tras el sillón y la cargo.
- Si vemos que se acerca, le pegaré un tiro a la rueda.
- Esperad, ¿no os parece un poco raro que queriendo cogernos pongan la sirena? - dice Eli.
- Tienes razón. Tienen a alguien cerca nuestra. - Will entrecierra los ojos. - ¡Joder!
Frena en seco y doce guardias nos miran apuntandonos con sus pistolas.
Uno de ellos tiene un megáfono.
- ¡Salid del coche ahora mismo!Nos miramos entre todos.
- Y ahora, ¿qué hacemos? - digo.
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Connected
Teen FictionJavi me engaña. Mark es mi enemigo. Neil es un alienígena. Mia es mi protectora. Mi familia no era mi familia. Mi familia de verdad está muerta. Soy Aria, vivía en la Tierra, ahora vivo en Aeonix. Y ahora comienza mi guerra.