Capitulo 5- Mark

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La veía desde mi ventana. Eramos vecinos desde hace muchos años pero tampoco es que ella se fijase en algún momento en mi. 

Me fui unos años a Barcelona para despejarme, necesitaba pensar y dejar de tener pensamientos sobre ella. Y ahora ahí está. Tiene una preciosa sonrisa y esta perfecta. Está tendiendo ropa del tendedero y va en pijama, un pijama súper gordo, y aun así esta sexy. Tengo que dejar de observarla, pero es que es tan increíble, no puedo apartar los ojos de ella. Me deja sin respiración. 

Se le cae algo rojo al suelo. Se lo que es, pero mejor no mencionarlo. Me estremezco cuando se agacha a cogerlo. De acuerdo, es suficiente. Deja de mirarla ahora. Me llaman al móvil y atiendo, molesto por tener que dejar de mirarla.

 -Si, ¿quién es? -Respondo muy hosco. 

 - Quieto fiera, no seas borde. Soy Eli, te quiero en mi habitación ya, tenemos que hablar.-Parecía realmente nerviosa.

- Ahora no puedo, en una hora si podre estar ahí. 

 - Esta bien.

 Colgamos y miro el móvil durante unos segundos.Eli es mi amiga de Barcelona. Ella me apoyó muchísimo y me cayó muy bien desde que la conocí.                                                                                     Una noche, en su piso alquilado la besé.  Quería olvidarme de Aria y la utilizé.Ella me sonrió dulcemente y me dijo no. Sabía que seguía colado por otra. Era mi amor de la infancia. Ahora es más bien mi amor platónico. 

 Le pedí perdón muchas veces, a las que ella contestaba que no había nada que perdonar. Yo se que le gustaba en aquellos entonces y fui muy traicionero en ese momento. Le hice daño y lo se y me arrepiento de ello. Es tan buena que se que no la merezco. Puede que me guste un poco pero... no le haré eso otra vez. Y menos al reencontrarme a Aria. Después de que todo pasara nos hicimos mas inseparables de lo que ya eramos. Es mi enana. Ahora estaba en un hotel durante un tiempo. Acaba de dejar a su novio John, a sin que como le dije que iba a mi antigua casa un tiempo le pedí se viniera durante lo que quisiera. No quiso molestar por lo que vino pero se quedó en un hotel. Cuando se conozca un poco mas el sitio se vendrá a mi casa. No vive nadie aquí. Mis padres se fueron también a Barcelona años después, pero no quisieron vender la casa. Y me alegro de ello

.Pienso en que querrá Eli y seguro que será algo en lo que tenga que usarme de chófer. Menos mal que la quiero que si no...Me apoyo en el marco de la ventana y ocurrió un milagro. Aria me vio y me saludó con la mano. 

 -Hola, no sabía que habías vuelto de Barcelona. -Me sonrió y creí desmayarme. 

- Sí, es que acabo de instalarme y no me ha dado tiempo de avisar a nadie. -Le devuelvo la sonrisa. 

- Me alegro de que estés aquí. Esa casa a estado muy silenciosa sin ti. - Ríe un poco y se muerde el labio, ladeando la cabeza de un lado a otro-Ahora si que voy a derretirme. 

- Bueno, pues aquí estoy. -Sonrío como un bobo. ¿Aquí estoy? No me digas, pensaba que la chica hablaba con el viento. Una idea se cruza por mi mente. Al igual que yo cruzo mis dedos para que diga lo que quiero oír.-Oye, si te apetece, podemos ir a tomar un café. -Juego con mis dedos, muy nervioso y esperando su respuesta. 

-Claro, me vendría muy bien. ¿Quedamos en mi puerta en media hora? -Noto que se sonroja brevemente y cruza las manos. ¿Qué estará pensando? 

- Me parece genial, hasta entonces. -Le dedico una sonrisa amplia, usando los encantos que dicen que tengo. Se pone colorada como un tomate y se mete para dentro gesticulando un adiós con la mano. 

Dios mio, ¡si, si, si! Voy a quedar con Aria. Tengo que arreglarme. Me ducho rápidamente y llamo a Eli.- Eli, soy yo. -quito la toalla de mi cuerpo y busco unos calzoncillos del cajón- Llegaré más tarde, me ha salido una cosa y no puedo faltar. ¿Es muy urgente? -los azules estarán bien.

- Bastante, es sobre John. Me ha amenazado. -abro los ojos me estremezco- No quiero contarte esto por teléfono. Cuando puedas ven. Te mando las instrucciones de lo que tienes que hacer cuando llegues. Tengo que colgar. 

- ¿Eli? Eli, contesta.¡Eli! - Mierda. ¿Qué hago? Voy a tener que llamar a Aria para retrasar un poco el café. No tengo su teléfono...

 Entonces la veo cogiendo su ropa interior en el patio. Había salido en toalla. Dios bendito. Que sexy es esta mujer. Concéntrate, joder, demasiado para mi, tengo que decírselo.- Emm, Aria. -Empiezo a hablar tímidamente. 

 - Ah, hola, eh.. dime -Se vuelve a poner del color de su ropa interior. Cierra los ojos, murmura algo que no escucho y levanta la mirada. 

- ¿Podríamos quedar un poco más tarde? Me ha surgido un.. problema

 -Claro, me viene bien. Así me da tiempo a... secarme el pelo. No quiero coger una pulmonía. 

- Me parece bien, bueno. Si quieres, para comunicarnos, puedes darme tu móvil. -Noto que me arden las mejillas. Relájate Mark, relájate. Tu puedes.- Claro apunta. -Me sonrió agradablemente y a mi me dio un vuelco al corazón.Cuando intercambiamos teléfonos, fui al hotel de Eli. Tenía que tocar la puerta al ritmo que ella me había dicho. Debía dar tres golpes, esperar un minuto y dar dos más. Es una chorrada ya que simplemente le podría haber dicho que soy yo y ella habría reconocido mi voz, pero así de paranoica es Eli. El hotel es bastante bonito. Parece sofisticado. Todo él es negro y blanco. Algunos muebles marrones, las puertas y las cortinas, que eran grises, quitaban algo de monotonía a las salas.

Llego a su planta. Toco la puerta con mis nudillos como ella me había dicho. La mirilla se desplaza verticalmente, ve que soy yo y abre la puerta. Me abraza tan fuerte que casi me ahogo. Le respondo con otro abrazo, hundiendo mi cabeza en el hombro.

 - Tranquila enana, todo va a salir bien. -Noto que me llora encima, apretó mas el abrazo. Le hago círculos en la espalda con mi mano, mientras llora desconsoladamente. Le acaricio el pelo y le doy un beso en la frente. Parece apaciguarse un poco a si que decido separarla de mi un poco. 

- Eli, vamos a hacer lo siguiente. Vamos a entrar en la habitación, te vas a sentar en la cama y me vas a contar con calma lo que ese imbécil te dicho. Con pelos y señales. Luego decidiré de que forma matarlo. - Eli ríe con los ojos llorosos.

- Me parecen bien.

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