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Capítulo 17

Me despierto en una habitación extraña. Me froto los ojos y miro hacia la derecha. Observo la habitación. Es grande; las paredes de un extraño material, son rojizas. La cama es muy cómoda y al ser de matrimonio es bastante grande. También es roja, al menos las sábanas. En una sillón está mi ropa de ayer doblada, entonces me doy cuenta de que llevo mi camiseta de dormir. ¿Me la habrá puesto Neil? Quien si no... Que vergüenza, vale que me ha visto desnuda, pero yo estaba consciente.

Decido darme una ducha y entro al cuarto de baño de la habitación. Esto parece mas que un castillo, un hotel. Me pregunto si alguna vez dejaré de pensar que esto es una broma. Dejo la prenda en el suelo y dejo que el agua me cubra, sin mojarme el pelo, ya que me lo lavé ayer. Empiezo a pensar en mi nuevo instituto. No se dónde está, no se me da bien ser la nueva, que asignaturas daremos, no tengo los libros, ni los apuntes. ¿Qué voy a hacer? Paso del tema. Despues de quince largos minutos, salgo de la ducha. Me pongo la ropa que elegí ayer en casa de Neil. Me dejo el pelo suelto, porque como ayer llevé moño, hoy lo tengo ondulado. Me echo una crema de olor vainilla en los brazos y en el cuello. Seguido, me echo el perfume de la misma marca con el mismo olor. Ya estoy lista, ahora la pregunta es... ¿Qué hago? ¿Deberia esperar a Neil? Intento mandarle un mensaje por telepatía pero no funciona. Que tonta me siento al pensar eso.
Imagina la situación: "Oye Neil, te he mandado un mensaje por telepatía, ¿por qué no me contestas?"
Ridículo. Suspiro y me siento en la cama.
Me viene la imagen de Neil durmiendo a mi lado y sonrío. Estaba tan perdida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que Neil estaba allí, mirándome apollado en el marco marrón de la puerta. Me sonríe, se acerca y me besa en la frente.

- Pensé que no sabrías que hacer y he venido para que llevarte al instituto. He hablado con los profesores y estás en casi todas las clases conmigo.
- Menos mal, no se me da bien hacer amigos.
- No veo el por qué. - Me besa n la frente y me da la mano. - Vamos, no creo que quieras llegar tarde. Luego vendremos para hablar con la suprema.
- Espera, tengo una pregunta.- Me suelta la mano y se la mete en el bolsillo.
- Dispara. - El dice
- ¿Me vestiste tu anoche? -Se ríe.
- Sorpresa.