6º Curso. Capítulo 4

377 21 461
                                    


Todos estaban nerviosos por la primera clase de Aparición. Se hacía en los terrenos a pesar de que aquella mañana de sábado, en pleno febrero, hacía bastante frío aún. Al fondo de la explanada en la que se acumulaban los alumnos de sexto, envueltos en sus capas y bufandas, habían colocado una pequeña tarima para que pudieran ver mejor al instructor del Ministerio, un hombre delgado y pálido de aspecto frágil y pelo ralo. Junto a él estaban los cuatro Jefes de Casa, todos ellos con expresión severa mientras intentaban poner orden entre la excitación general.

—¡Hola! —Elena se acercó hasta Elyon con una de sus sonrisas llenas de seguridad.

—¡Hola! ¿Nerviosa? —le preguntó la semielfa.

—¿Por esto? —señaló alrededor— Tanto como con las clases de Duelo: nada. Y hablando de Duelo, ¿te van a dejar volver en algún momento?

—Creo que no. No me han comentado nada al respecto y tampoco voy a preguntárselo a Snape.

—Entonces ya lo haré yo —la slytherin se encogió de hombros—. Total, es profesor de apoyo, él no dirige la optativa.

—Yo de ti no lo haría —le advirtió, preocupada.

—¿Qué es lo peor que puede hacerme? ¿Expulsarme? —la joven alzó una ceja con soberbia— Después de enfrentarme a ti, me he dado cuenta de que no hay nadie que me suponga un reto, tengo la sensación de que estoy perdiendo el tiempo en esas clases... Si no las he abandonado es porque mantengo la esperanza de que en algún momento aprendamos algo nuevo o de que te readmitan.

—Pues tengo la sensación de que eso último no va a pasar —suspiró la semielfa.

—No subestimes mis dotes de persuasión —comentó la slytherin con una sonrisa manipuladora— ¡Oh! Menos mal que llevas puesto el anillo. Will ni se ha dignado a mencionarlo —comentó de pronto mirando la mano derecha de la chica—. No estaba segura de que Jason hubiera tenido una buena idea... Podía resultarte violento. Pero me alegro de que te guste. Al final acompañarlo para seleccionar el mejor anillo para ti valió la pena.

Elyon la miró alzando una ceja y despegó los labios sin saber qué decir.

—¿Sabías que...? ¿Tú...?

—Yo lo elegí —asintió Elena conteniendo la risa al ver su expresión de desconcierto y cómo se sonrojaba—. Jason tiene un gusto horrible para estas cosas, así que me arrastró con él. Intenté enseñarle a decidir por sí mismo, pero... a la media hora de estar parado frente a la misma vitrina ya estaba cansada y sentía vergüenza ajena. El encargado se nos acercó como cinco veces. Así que me harté y lo escogí yo.

La semielfa se rio imaginando a Jason agobiado rodeado de anillos.

—¿La inscripción también fue cosa tuya? —preguntó con curiosidad, algo decepcionada ante esa posibilidad.

—¿Qué inscripción? Cuando lo compramos nos lo llevamos sin más —en cuestión de segundos el rostro de la slytherin pasó de la confusión confusión a la efusividad— ¡¿Le ha puesto una inscripción?! Merlín, creo que nunca se había tomado la molestia de hacer algo así. Dime que al menos es bonita y no te ha puesto una estupidez. Jason puede ser encantador, pero para regalos es un verdadero desastre. Tendrías que ver los que nos suele dar por Navidad y cumpleaños.

—No, no es ninguna estupidez —musitó Elyon con una pequeña sonrisa, dando vueltas en su dedo al anillo de Jason.

—¡Señorita Hanz, vuelva a su sitio! —escucharon la voz de Snape por encima del resto.

—Definitivamente le gustas mucho. Espero que se dé cuenta que por el momento tú tienes la vista puesta en otro —se despidió negando con la cabeza, volviendo junto al resto de slytherins.

Elyon (Tetralogía)Where stories live. Discover now