4º Curso. Capítulo 9

469 45 43
                                    


El primer mes de clase pasó más rápido de lo que ella esperaba. Le costó acostumbrarse al nuevo ritmo de estudio, teniendo en cuenta que tenía el doble de deberes y horas de clase. El trato entre Elyon y Snape se había enfriado hasta el punto que les era casi insoportable verse, así que las clases suplementarias de Pociones se habían vuelto una tortura en las que reinaba un silencio que ninguno de los dos se atrevía a romper.

Otra explosión en el aula hizo salir a Elyon de sus cavilaciones, que una vez más giraban en torno al ataque del Callejón del Sauce. El caldero de Lisa había vuelto a reventar manchando el techo de la mazmorra.

—Empiezo a pensar que tiene serios problemas de comprensión, señorita Atler —le dijo Snape en un susurro—. Diez puntos menos para Gryffindor y además en el próximo descanso se quedará castigada, al igual que el viernes, para limpiar este estropicio y el que seguro formará.

—Sí, señor —musitó la muchacha mirando al suelo.

Elyon se quedó mirando a su compañera, apenas había cruzado con ella un saludo de buenos días, sólo hablaba con Judit, Amber, Allyson y Sharon, y solo en la habitación antes de irse a dormir. Era una chica muy callada, siempre absorta en sus pensamientos, sus ojos perfilados con negro mostraban una profunda tristeza.

—Señorita McWilliams aguarde un momento —le dijo Snape mientras recogía unos pergaminos de su escritorio al acabar la clase—. Esta noche no podré dar las clases complementarias de Pociones, así que le he cambiado el horario a la profesora Croft.

Ella salió del aula sin ni siquiera asentir, odiaba las clases suplementarias de Defensa Contra las Artes Oscuras, aún más que las de Pociones. Le dolía admitir que esa asignatura era mucho más divertida e instructiva con Snape que con Zelda, la cual simplemente se dedicaba a mandarle leer libros. Elyon había tenido que aprender gran parte de los hechizos practicando de madrugada en las aulas vacías. Después de cenar se dirigió al aula de Defensa Contra las Artes Oscuras y entró sin molestarse en llamar.

—¿Es que tus padres no te enseñaron que hay que llamar antes de entrar? —le preguntó Zelda mascando un chicle, estando a solas la mujer ni se molestaba en usar con ella un tono formal.

Elyon la miró desafiante y dejó su mochila en una de las mesas.

—¿Me va a enseñar algo de provecho esta vez o se va a limitar a limarse las uñas como de costumbre? —preguntó ella impertinente.

—Aprende a controlar tu lengua, o un día de estos habrá que cortártela —contestó la mujer poniendo sus botas de tacón sobre la mesa.

—A ti sí que habría que cortártela —murmuró Elyon entre dientes mientras sacaba su libro y lo abría por la lección que debía seguir esa noche.

A la una de la mañana se escurrió por los pasillos hasta llegar a un aula vacía y comenzó a practicar un nuevo hechizo, las horas pasaron y decidió que ya era bastante cuando los ojos comenzaron a escocerle tanto por el cansancio que apenas podía tenerlos abiertos. 

✦ ..... ✦ ..... ✦

—Elyon, despierta, Elyon —la llamó Judit zarandeándola.

—Cinco minutitos más —gruñó ella dándole la espalda.

—Si duermes cinco minutos más no llegarás a la clase de Encantamientos —le dijo Sharon quitándole las sábanas.

Elyon se levantó de mala gana y se vistió.

—¿Qué demonios haces después de cenar para estar tan cansada? —le preguntó Allyson alargándole uno de los zapatos que la semielfa estaba buscando bajo la cama.

Elyon (Tetralogía)Where stories live. Discover now