6º Curso. Capítulo 9

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—Dame carta. ¡Bah! Paso.

—De verdad no entiendo cómo puedes estar tan tranquilo ¿Tú has visto el plazo que tenemos? Robo carta.

—Sois unos quejicas. Tenéis tiempo de sobra. Robo.

—No tan de sobra como nos gustaría. Se me comen los trabajos por momentos.

—Entonces haberte puesto antes a trabajar. Paso.

—¡Oh! Sí, discúlpeme usted, Señor Organización ¿De verdad crees que no he estado haciendo nada hasta ahora?

—¡Chst! No me extrañaría nada.

—¡Eh! Ponte tú a memorizar órganos y ciclos biológicos, y luego hablamos de quién tiene unas asignaturas tiradas y tiempo de sobra para darse el lote y no-quiero-saber-qué-más con su novia, a la que nos despistamos.

—A mí no me metas. Voy de culo con el grupo estudiantil.

—Menuda pérdida de tiempo.

—No dirás lo mismo cuando nos quitemos de encima al capullo de Batts. Y no quiero seguir discutiendo sobre ello contigo ahora.

—¡Callaos ya y pasadme carta! No sé quién habrá barajado, pero vaya mierda me está tocando.

—Hacéis mucho ruido para estar en una enfermería —remugó Elyon abriendo los ojos.

—¡Hola Belladurmiente! —Johnny soltó las cartas que tenía en la mano y se apresuró a saltar sobre su cama.

Elyon se sentó con un gruñido, estaba mareada y adormilada. Sus amigos se habían acomodado en la cama de al lado y estaban jugando a las cartas sobre ella. Lisa acariciaba a Eizen, posado en sus piernas cruzadas.

—¿Qué hacéis aquí?

—Hacerte compañía en nuestras horas muertas. Llevas tres días desaparecida —explicó el hufflepuff­—. Cuando nos dimos cuenta de que ni tú ni Míster Simpatía aparecía, fuimos corriendo a Dumbledore para saber si había pasado algo. ¡Y sorpresa, ¿quién lo diría?! Había pasado.

Se giró entonces hacia su izquierda. La cama estaba vacía.

—La Reina Murciélago hace dos que está de vuelta dando clases —le aclaró Grace recogiendo la baraja.

Elyon suspiró con alivio y una pequeña sonrisa. Había conseguido traerlo de vuelta.

—¿Se puede saber qué ha pasado esta vez? —Lisa la miró frunciendo el ceño.

—Que la cagué. Creo que ha sido de las peores cagadas que he hecho nunca —se llevó las manos al rostro con cansancio.

Les explicó lo que había pasado y los motivos por los cuales había recurrido al Hilo Guía. No comentó nada respecto a lo que había descubierto sobre su profesor. No solo por mantener su privacidad, sino porque también aquella parte estaba emborronada y confusa en su mente. Recordaba fragmentos, algunos de los cuales ni siquiera sabía si eran reales o soñados.

—No entiendo por qué Snape se ofreció a volver a ser tu Protector, siempre que pasa algo serio, termina recibiendo por ti o contigo —comentó Will con hastío—. No te lo tomes a mal, pero yo habría delegado el honor de ser tu guardaespaldas. Hay que ser masoca o algo peor.

Johnny lo miró de forma significativa.

—Y hablando de la Reina Murciélago... —comenzó Lisa.

—¡Dejad de llamarlo así! —les espetó con enfado.

—Sobre eso queríamos hablar desde la Noche de las Hogueras. Pero luego hubo el ataque, tardaste en volver al colegio, se nos echaron encima las clases y no encontrábamos el momento... —prosiguió la morena.

Elyon (Tetralogía)Where stories live. Discover now