Usagi vuelve al instituto donde tiene que decidir entre su sexy nuevo novio y la ex novia guapísima de este.
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Usagi lleva una vida delictiva en las calles de Tokio y un día es atropellada muriendo en el acto.
En el juicio donde se decide si v...
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Historia no canónica, al ser parte de un especial no va dentro de la trama de la historia.
Estaba sentada en el sofá esperando a quien coño fuera que había salido en el sorteo para el concurso, mientras jugueteaba con mi navaja.
En aquel momento llamaron a la puerta.
-Entra.-ni me molesté en levantarme.
Una joven entró, no la conocía, es más ¿quién era?
-Hola, Usagi.
-¿Tu quien coño eres?
-Soy Sheryl y he ganado el concurso.
-Tu eres una de esas que ha aparecido nueva así de pronto y ha decidido meterse y encima has tenido la suerte de ganar.
-Pero si a mi me cae bien, señorita Usagi.
-De señorita nada.
Me levanté y di un círculo alrededor de ella para observarla. Era joven, y parecía normal. Nada de ejercicio ni nada por el estilo, una chica más del montón.
-Ginny ¿por qué me has traído esto? Hasta el gigante hubiese sido mejor.
<<Es lo que ha tocado, aguantate Usagi o te mato>>
Ante aquella amenazada de mi creadora decidí hacer lo poco que podía con aquella joven.
-¿Cuando vamos a ir a matar a Mel?
Levanté una ceja, al final me iba a caer bien.
-Aunque me encantaría ir a matar a esa zorra, es nivel ochenta en magia. Yo soy inmortal, pero tú... No durarías ni un suspiro.
-¿Entonces qué vamos a hacer? Yo he venido a ver sangre.
-Quieres sangre, pues la tendrás.
Chasqueé los dedos y nos teletransporte a un bosque. Los árboles eran altos como torres y el aire era frío. Debía de ser otoño, dado que ya había hojas que cubrían el suelo.
-¿Dónde estamos?
-Estamos en el bosque de los lamentos, es un lugar perfecto para entrenar. Las criaturas de este bosque aunque las mates acaban reviviendo por lo que no pasa nada si matamos un par.
A la chica le brillaban los ojos como si acabara de darle un regalo.
-Que bien, ¿cuál será mi arma?
Le tendí un cuchillo de caza con la hoja serrada.
-Cualquier cosa que veas la apuñalas.
-Entendido, esto va a ser tan divertido. ¿Que arma vas a tener?
-Esta.
Una katana se materializó en mis manos extendidas. La funda hecha de cuero negro reposaba en mi espalda. La enfunde después de mirar el filo que estaba bien afilado.
