CAPÍTULO 62

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El teléfono de mi hermana no para de sonar y ella parece no escucharlo. Entre que estoy nerviosa y ese sonido irritante, me está por agarrar una crisis de nervios, dejo lo que estoy haciendo, que es mirar la nada pensando en mamá y su dolor repentino, y voy a atenderlo.

De saber lo que me iban a decir no hubiese atendido nunca.

Nunca.

¡Nunca!

Lo primero que escuché al aceptar la llamada fue llanto, un llanto fuerte que se escuchaba algo lejano a donde estaba el teléfono desde donde me llamaban pero que por su intensidad se lograba percibir, me asusté mucho.

Luego, escuche la voz de mi padre, él también estaba llorando pero intentaba contenerse y hablar de forma calmada, de todas formas no lo logró y se me dificultó entender el mensaje pero lamentablemente lo entendí.

"Abril, el médico ya atendió a tu mamá, tengo una mala noticia que contarles..."

En ese momento mi papá hizo una pausa y del otro lado de la línea pude detectar que la persona que lloraba intensificaba su llanto, papá le dijo algunas palabras de consuelo y entendí que era mamá quien lloraba.

La mano con la que estaba sosteniendo el celular empezó a temblar, mejor dicho todo mi cuerpo temblaba, la incertidumbre, el miedo, y la sospecha de lo que podía estar pasando me provocaba ese temblor.

Mora, salió del baño y me encontró temblando gritando al teléfono que me dijesen lo que tenían que decirme que no podía estar sin saber qué era lo que pasaba.

"Tu mamá tuvo un aborto, perdió al bebé."

El mundo se me cayó encima y un color rojo empezó a nublar mi vista, ¿por qué mi mamá? ¿Por qué mi hermano? ¿Por qué un niño que no había cometido ningún pecado no tuvo la oportunidad de nacer, de vivir?

Ya no temblaba sino que una furia incontenible se apodero de mí, y revolee con toda la fuerza de la que era capaz el celular de mi hermana. Choco contra la pared y dejo de funcionar.

Mora, me miró y no comprendió mi acción, corrió hacia su celular para intentar revivirlo cuando quien tendría que revivir es mi hermano.

En esa acción se fue toda mi fuerza y empecé a respirar rápidamente, el aire entraba por mi nariz pero no llegaba hacia mis pulmones. Me estaba ahogando, mis latidos aumentaron considerablemente y abrí la boca para que el aire ingresara a mí pero no entraba, no podía respirar.

Me iba a morir.

No podía respirar.

Me voy a morir.

Mi hermano.

Mi mamá.

Un aborto.

No puedo respirar.

Se me nubla la vista.

No sé dónde estoy.

Estoy mareada no puedo respirar.

Escucho un grito, no sé de quién es.

No puedo respirar.

Me voy a morir.

Mis piernas me fallan.

El mundo se inclina.

Algo golpea mi cabeza.

***

— ¡Abril! ¡Abril!

Siento que hablan, pero no intento abrir los ojos, estoy bien así.

Éramos un par de farsantes Where stories live. Discover now