CAPÍTULO 38

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— No Abril, no pienso ser cómplice de esta mentira, y espero que te haya quedado claro que no quiero volver a enterarme de que te andas escapando del colegio, y menos para ir a ver un chico, si queres verlo, primero me pedís permiso y después arreglan para juntarse un fin de semana, no los días de colegio —me ordena mi mamá después de que le conté todo.

Podría haberle mentido, pero mamá siempre se da cuenta cuando le estoy mintiendo, así que fui sincera y le dije todo lo que pasó, menos la tonta excusa de Emily.

— ¡Pero mamá! —le digo con cara de cachorro triste—. Si vas al colegio se van a dar cuenta que mentí, y la directora va a perder la confianza en mí.

— Lo hubieses pensado antes, pediré un franco en el trabajo y mañana mismo iré al colegio a hablar con ella, y ni pienses que me harás cambiar de opinión.

***

Llegué al colegio nuevamente tarde, esta vez porque intenté convencer a mamá de que se quede en casa pero no lo logré, cuando se le pone una idea en la cabeza no hay quien se la saque.

Estábamos a punto de entrar, cuando veo a Emily llegar junto a su madre, lamentablemente mamá también la ve, y ante el parecido de ella con la señora que tiene al lado se da cuenta que es su madre.

Se acerca y se presenta, con Emily nos miramos y nos transmitimos la importancia de que su mamá no le cuente nada a la mía.

— Dale ma, ya tengo muchas llegadas tarde, entremos de una vez antes que pasen lista —le digo mientras le tiro de su manga.

— Abril, no te comportes como una niña pequeña y entren juntas al colegio, yo me voy a quedar hablando con...

— Catherine —se presenta la madre de Emily—. Vamos Em entra que yo ya voy —dice dirigiéndose a su hija 

Maldiciendo nuestra suerte, entramos al colegio no sin antes escuchar a nuestra directora bajando de su auto y sorprendiéndose por ver a mi mamá:

— Señora Quintana, no esperaba verla tan pronto. ¿Cómo está su hermana?

Emily me mira sin comprender por mi actitud pero yo la apuro y ambas corremos antes que sea tarde y la directora nos llame para aclarar las cosas.

Antes de entrar al aula, le cuento que mamá viene a pedir disculpas por la mentira que le dí a la directora y a contarle la verdadera razón de porqué nos escapamos. Emily empieza a chillar de frustración porque no quería que su madre se enteré de lo de ella y Ramiro.

Intenté calmarla, hasta que la puerta del salón se abrió, y salió señora gruñona a retarnos:

— Quintana y Brown: ¿Cuándo piensan dejar de interrumpir mi clase? Y por si no les queda claro ustedes pertenecen a ella, así que no entiendo por qué están aquí, en vez de dentro del aula con todos sus compañeros.

— Disculpe profesora —le decimos al unísono mientras entramos al aula.

***

Para que no nos vuelva a retar por interrumpir su clase, en vez de hablar, nos pasábamos papelitos para charlar, Emily propuso usar Whatsapp pero yo me negué, no quiero que me vuelva a sacar el celular, así que volvimos a utilizar el viejo método de los papelitos.

— La fecha de entrega es la primer clase después de las vacaciones. ¿A alguien le quedo alguna duda? —pregunta la profesora, yo tengo miles, porque por hablar con Emily, no presté atención a lo que decía, levante la mano para que me dé la palabra y así hacerme una idea de lo que hay que hacer.

— ¿Se puede hacer de a dos? —le consulto.

— ¿Usted tiene algún problema auditivo? Ya explique tres veces eso, no lo pienso volver a repetir, pregúnteselo a algún compañero —me contesta enojada.

Éramos un par de farsantes Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα