CAPÍTULO 28

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Apenas encontré al camarero le pedí que vaya a retirar los platos de la primer cita y él me prometió que iría enseguida. Se ve que nosotros definimos de forma diferente la palabra "enseguida" porque pasaron varios minutos y nunca vino, lo vi atender un par de mesas más y de repente desapareció.

Lo busqué con la mirada y noté que ya estaban en la puerta Rodrigo y su amigo Ramiro, se los señale rápidamente a Emily y ella me dijo que me quede tranquila que ella se iba a encargar de justificar el estado de la mesa.

Los saludamos, charlamos un poco y Emily les dijo que habíamos llamado al camarero para que limpie la mesa, porque habían quedado todas las cosas de sus ocupantes anteriores, me pareció una mentira muy razonable y ellos se la creyeron, pero ni bien se acercó el camarero se quedó extrañado y por más que le hicimos señas para que se quede callado nos dijo:

— ¿Ustedes no estaban con otros dos chicos?

Nos miramos con Emily maldiciendo nuestra suerte, y ella le pagó por la primer consumición, y después volvimos a pedir, ni bien se fue, Ramiro nos dijo:

— Así que no somos los únicos a los que invitaron hoy. 

— Perdón sé que seguro no les guste pero sí, recién tuvimos otra cita, pero salió medio mal —les aclara Emily.

— No te hagas problema entiendo que deben tener muchos candidatos pero contame ¿por qué salió mal? —le preguntó Ramiro tomándose con gracia nuestro plan del día, y eso que no les dijimos que aún nos queda una cita más después de la de ellos.

Emily le empezó a contar y generaron una charla re linda, mi amiga parecía contenta y me aviso que se iban a pasar a otra mesa para poder charlar más tranquilos. 

Se fueron, y nosotros que apenas si habíamos intercambiado un par de palabras, nos quedamos en silencio, y claramente yo lo rompí:

— Mi hermana me contó que fuiste uno de sus primeros suscriptores, está muy agradecida por eso —le digo para sacar tema de conversación.

— Así es, la empecé a seguir en mi época rebelde por así decirlo y copiaba todas sus bromas, me divertía mucho haciéndolas, me gusta hacer reír a la gente, aunque a la persona a la que le haces una broma no se ríe en el momento, sino que pasado el tiempo. Según lo que vi a vos no te gustan mucho las bromas ¿no?.

— Tenes razón, no me gustan, porque yo soy a la que se las hacen —me río un poco para sacarme de encima la incomodidad, él se contagia de mi risa y me hace reír enserio, tiene una risa muy bonita.

— Aunque siéndote sincero, desde que empezaste a salir en los vídeos de Mora, los miraba con más atención para ver si volvías a aparecer, me encantas y cuando vi que estabas buscando conocer a alguien me dije que no podía perderme esta oportunidad, así que te mande esos mensajes, y cuando me di cuenta que me habías contestado no lo podía creer, aún no lo creo —se sincera.

— Eh bueno, no esperaba que me digas eso, pero me doy cuenta que estoy en desventaja, vos me viste más veces que yo a vos y sabes más cosas de mí, contame algo sobre vos así te puedo conocer más. 

— Como ya sabes me llamó Rodrigo, estoy por cumplir 19 años, estoy estudiando Locución, cuando tengo tiempo libre me gusta hacer ejercicio y amo ver películas, mi favorita es la misma que la tuya The Truman Show. No sé que más decir siento que estoy haciendo una entrevista de trabajo —se vuelve a reír con esa risa tan bella y me la contagia.

Comentamos sobre porqué esa película es la mejor del mundo y después saltamos de un tema al otro y nos dimos cuenta que tenemos muchas cosas en común.  Él es simpático, agradable y sincero, por lo que yo también me sinceré con él y le conté lo de Bruno, puedo parecer una patética hablando de mi ex cuando estoy en una cita con otro, pero se lo conté para que él esté al tanto ya que me dijo que estaba interesado en mí y le aclaré que aún estoy intentando superarlo, pensé que se iba a enojar o que iba a decidir irse pero me dijo que él estaba dispuesto a ayudarme a olvidarlo.

Éramos un par de farsantes Where stories live. Discover now