Cap. 58

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Últimos capítulos...

-Soy más que consiente de tu odio inicuo hacía mí, pero sabes que la amo, y no tienes por qué engañarme diciendo que la viste, ten un poco de credibilidad, sabes que la amo y no soporto tus juegos infantiles.

-Kendall- advertí para que se callara- Yo no te estoy mintiendo, pero claro... si no me crees, tú te lo pierdes.

-Está bien- bufo- voy a dejar lo que estoy haciendo solo por ti, y tu verdad/mentira.

-A mí no me beneficia que tú sepas, creo que será mejor que le cumpla la promesa a mi hermana, de no decirte nada, pero te vi tan preocupado que creí que te importaría, nos vemos...- termine la llamada.

Sabía que estaba haciendo mal, pero también sabía que si se volvieran a ver todo mejoraría de alguna manera. Pasó media hora, y tocaron la puerta, mi intuición tenía mucha razón, porque abrí la puerta y ahí estaba él, con la mirada fija en el fondo de la casa.

-¿Qué esperas?- dije abriendo a tope la puerta, para que se animara a entrar.

-¿Ella está aquí?- pregunto con un tono de nerviosismo.

-¡Claro que no!- exclame- Es mejor que pases y te cuento todo- entro con sumo cuidado, tal vez ahora si creía lo que le había contado, estaba pálido y no se hacía notar ningún rasgo de buen humor.

***

-Pensé que sería un plan más grande, mejor, es decir, músicos, flores, un oso gigante de peluche, muchos globos, un anillo de matrimonio...

-¡Hey!- replique observándolo atónito, estaba en el caso más grave de enamoramiento excesivo- Entiendo tu emoción, yo también la tenía, pero debes calmarte, por favor, no sé si después te la vas a secuestrar o lo que quieras, pero ahora tu misión es tranquilizarte, ya aguantaste la mitad de un año, aguantaras una semana más.

-¿Pero puedo recibirla con algo grande? ¡Por favor! La amo con toda mi alma ¡entiéndelo niño!

-Lo entiendo hombre, pero si haces algo extravagante mi padre se enterara, y no quiero saber que hará con mi _____, o contigo.

-Él nunca más la podrá alejar de mí, eso tenlo seguro.

***

Por primera vez había salido a cenar con los "amigos" de James, cuando me planteo la idea, me pareció muy suspicaz de su parte y acepte, pensé que sería un lugar normal, donde se reúnen los grupos grandes de chicos, un bar, un restaurante pequeño de comida rápida, y no, en verdad era un restaurante muy elegante lleno de lujos, haciéndome sentir incomoda con mi atuendo. Las tres chicas que observaba eran elegantes con sus vestidos de seda fina, iban acompañadas con un chico cada una, muy bien vestidos, con corbata y saco o moño, al igual que James, mientras yo estaba con unos jeans desgastados, y una camisa manga larga de algodón común y corriente, tal como lucía mi ser en esos momentos.

Por suerte la noche se pasó rápidamente, todos reían y reían sutilmente, las tres chicas como un trio de ponzoñosas no me dirigían la palabra, se notaba su desaprobación hacía mi vestuario, y era obvio que no querían juntarse conmigo.

Y los tres chicos solo charlaban con James, de su música, de su carrera, su banda (Yo ni siquiera sabía que ahora tenía una) me tomo por sorpresa.

-¿Estas molesta?- me pregunto James, apenas iba subiendo las escaleras y ya había notado mi mal semblante.

-No, ¿Por qué habría de estarlo? Sin contar que fui mal vista, ignorada, y me la pase acomplejándome, no creo estar enojada- dije volteándome, él empezó a subir, hasta llegar al escalón donde me había detenido.

-Pensé que ese era tu ambiente- dijo tomándome de la cintura.

-¿Disculpa?- pregunte ofendida. ¿Me estaba insinuando que "mi ambiente" era ese? Ese horrible mundo en que todos ignoran a todos.

-Me refiero a que Roger te obligaba a asistir a esas aburridas reuniones.

-¿Qué?- volví a preguntar con sorpresa- Él nunca me llevo, me ignoraba siempre, llevaba a su hijo, y yo me quedaba en ese infierno lavando platos- respondí con enojo- Para empezar dijiste: "Vamos a comer con unos amigos, será divertido"- dije imitando una masculina y grave voz- Y después ¿Qué? Todos vestidos para una boda, y yo recién sacada de un basurero- él rodo los ojos, cosa que me molesto mucho- Sabes que, entonces sí estoy muy enojada contigo.

Me zafé de su agarre y subí las escaleras hasta que faltaba un último escalón y me cogió bruscamente por las muñecas.

-No te conviene enojarte conmigo- mi miro fijamente a los ojos- Por que vives aquí, comes aquí, usas luz, agua, un cuarto muy amplio, sexo gratis y no me pagas ni un centavo, así que mejor cierra tu hermosa boquita- me soltó y camino hasta su habitación, para terminar azotando la puerta.

Esa noche me costó dormir, James tenía razón, me había quedado mucho tiempo ahí, y no le pagaba, me hizo sentir incomoda y culpable, y empezaba a creer que la mejor era escapar de ahí.

Fui a buscar a James a su habitación y luego de varias veces que toque y no atendió me resigne a irme sin decirle nada, obviamente no podía llevar mi nueva ropa, me iría de nuevo sin nada.

-¿Qué es lo que querías?- escuche su voz justo cuando entre en mi habitación.

-Decirte que me voy- conteste sin mirarlo, empecé a tender la cama. No tenía ni la menor idea de donde iría, pero si James ya me había insinuado que me fuera, lo haría.

-¿A dónde te iras? ¿Por qué?- se acercó a mí, y exigía que lo mirase, pero no lo hice, seguía perdida en mis pensamientos, donde me tendría ir, que iba a vagar como un perro por las calles.

-James, tienes razón, no me puedo seguir quedando aquí, porque no tengo con que pagarte, estás en tu derecho de decirme que me vaya- ahora acomodaba la funda de la almohada, pero James me la arrebato y con enojo la tiro hasta el pasillo. Decidí ignorar su mirada profunda y seguir con la cobija.

-¡Estás loca!- grito, apreté los ojos tratando de controlarme- ¿Cómo crees que voy a dejar que te vayas?- se enojó más al ver que no le estaba prestando ni una pizca de atención - ¡Óyeme!- grito con frustración, atrayéndome a él de un tirón- ¿En qué maldito momento te dije que te largaras?- espeto viendo a los ojos.

-En ninguno, pero me dejaste pensando que debo ser una gran carga para ti- mentí- Vivo aquí, me baño, uso luz, me compras comida y ropa, y yo no te eh dado un solo centavo- cada palabra me debilitaba más, mientras ejercía su gran fuerza contra la mía.

-Jamás te cobre nada.

-Solo hace rato, cuando me insinuaste que soy una vividora y aprovechada.

-Primero me muero, antes que pongas un pie fuera de esta maldita casa- Esto era peor- Tu no te vas, ni aunque el mismísimo presidente venga por ti.

*********

¡Feliz año nuevo!

Lo siento por no publicar ayer, pero mi computadora se muere cada día más, y espero poder seguir publicando, mi laptop es un desastre. Gracias por aguantarme los amo.

El compañero de mi hermano (Kendall Schmidt y tú) Terminada √Where stories live. Discover now