Cap. 51

1.3K 64 6
                                    

¡Oh Dios! Tenía los nervios de punta, tenía que avanzar, vamos ___, solo toca su timbre, nada va a pasar.

-Más vale que aquí no me encuentre ese desgraciado- me dije a mi misma. Oficialmente ayer había sido el peor día de mi vida, y ahora no tenía donde ir, solo una opción y la peor.

James.

La más horrorosa y suicidante decisión que eh tomado en mi vida, y ahora peor que se había mudado unas calles más al sur, cerca de New York, más lejos de mi única familia. No quería buscar nunca más a James, pero ¿Qué iba a ser? No tenía nada, ni casa, ni comida, ni siquiera un celular.

Observe la nueva mansión de James, mientras caminaba lentamente hasta la puerta, sabía que la última vez que lo vi, me quiso violar y cogerse a una extraña, pero me repetí en la mente "No lo busco por amor, si no por amistad" Aunque con esa bestia era imposible una amistad.

Las piernas me temblaban, y sentía que me iba a caer, pero alcé la mano y toque el timbre. Trate de relajarme, y sacar la idea de mi cabeza de que James quisiera abusarme de nuevo.

-¿Quién es?- pregunto una voz masculina detrás de la puerta, y no era la de James.

-Mmm... soy _____ Jones ¿Esta James?- grite desde afuera. Me había costado conseguir su dirección, solo faltaba que no fuera la correcta.

La puerta se abrió mostrando a un sujeto muy alto, gordo, bien vestido, y moreno.

-¿Para qué busca al señor?- dijo con su voz masculina y ronca, quizá era unas dos veces más grande que yo, y me sentía muy inferior.

-¿Vive aquí?- pregunte asustada, el hombre me examino completa y asintió- ¿Puede decirle que estoy aquí? Soy una vieja amiga.

-Espere- dijo y me tiro la puerta en la cara. Me cruce de brazos, en verdad estaba enojada ¿Qué era todo esto? En unos minutos se abrió la puerta, y por fin vi a James, quien sonrió de felicidad y me abrazo, hasta me levanto en el aire, y yo petrificada sin entender nada.

-¿James?- dije mirándolo con extrañeza. Ahora se veía más musculoso, me sentí inferior de nuevo.

-¿Qué haces aquí baby? Creí que jamás te volvería ver- me abrazo de nuevo, y entramos a su nueva mansión.

-Oye ¿Qué es todo esto? ¿El inmenso hombre de nieve que atiende? ¿Tú en nueva casa? ¿Y sin ninguna mujer bajando de las escaleras semi-desnuda? ¿Eres tú?

-____, mi princesa, desde que me dejaste estoy... muerto...- me ofreció sentarme y lo hice. No creería ninguna de sus mentiras, solo quería un lugar donde pasar la noche.

-¿Se te olvida que quisiste violarme? ¿Y qué me engañabas con otra?- su sonrisa se borró, y no tuvo nada más que decir, que asentir- No me importa James- dije tomando distancia entre los dos.

-¿No importa?- dijo acercándose, mientras me tomaba las manos.

-No importa James, quedo en el pasado y ya lo olvide- mentí.

-¿Pero por qué me buscaste? ¿Por sexo?

-No James - dije negando ofendida- Jamás- reí- Vine porque... me escape de mi casa, y necesito que me ayudes- frunció el ceño, James no era de las personas que se preocupaban por los demás- Si quieres puedo trabajar de sirvienta aquí, para no parecer una aprovechada, es que en verdad no tengo donde ir James...

-¿Te escapaste por?

-Porque tú sabes que Roger me maltrataba y me harte de eso, así que aquí estoy...

-Pensé que serías ya, la novia de aquel infeliz que llegaba a tu casa, a disque estudiar- se rasco la barbilla, odiaba que James me conociera tanto.

-No James- respondí viendo al hombre grandote detrás de mí -¿Quién es? ¿Y la nueva casa?

-Atentaron contra mi vida- afirmo riendo -Tengo guardaespaldas, y nueva casa, es por eso.

-¿Quién intento matarte?

-No sé, y ya no me importa- guardamos silencio un rato- ¿Entonces te quedaras?- sonrió.

-Mmm... sí, será temporal, claro si me dejas- respondí insegura.

-Obvio, pero no como mi sirvienta, sino como mi reina, te dije que siempre iba a estar para ti, y así es, eres la nueva patrona de este terreno- sonrió mostrando una parte del inmenso lugar.

-¿Por qué haces esto James?-dije viendo sus ojos color verde.

-Porque, no sé por qué razón, quizá porque me necesitas, pero me perdonaste todas las idioteces que dije e hice, es suficiente para hacerte la dueña de todo lo que poseo- Se acercó a mí para besarme, y de inmediato me aparte.

-Quiero que vayamos despacio- dije. Y aunque no le agrado la idea, asintió.

Me mostro su mansión, y donde dormiría, intento chantajearme para dormir con él, pero luego de varias horas discutiéndolo, conseguí mi propia habitación. Como ni siquiera tenía ropa, James me presto unos pantalones suyos y una camisa también suya, me di un baño, y me puse la ropa gigante.

-James- dije entrando a la cocina.

-Dime- dijo con la comida en la boca.

-¿Tienes algún celular viejo que me prestes? Es que mi celular lo deje, podrían rastrearme por GPS... ¿Tienes?

-Claro- respondió.

Me lo regalo antes de dormir, y tenía crédito, y las ganas de llamarle a Kendall me inundaron, quería saber de él, si no había hecho nada contra Roger. Llego la media noche y la misma cuestión me invadía.

¡Quiero hacerlo!

El compañero de mi hermano (Kendall Schmidt y tú) Terminada √Where stories live. Discover now