A punto de caer

Capitulo uno - La promesa.

Me hundí en mi lectura sobre los grandes volcanes del mundo.

—¡Alumnos, por favor presten atención aquí! —dijo golpeando con su regla la pizarra.

Todos dejamos de hacer lo que estábamos haciendo y le “prestamos” atención a la profesora.

—Así me gusta —sonrío cínica. — los presentaré, él es Luke Collins, y será su nuevo compañero, espero que lo traten como corresponde, presentate niño —dijo ella.

Le presté más atención a aquel chico, rubio de ojos azules, alto y musculoso, llevaba un piercing en su labio inferior.

—Bien, hola —saludó con su mano con una amplia sonrisa en su rostro— soy Luke Collins, soy de Australia —bajó su mirada y luego de subirla se topó con la mía.

Miel fusionado con azul.

—Bien Luke, siéntate donde veas un lugar libre —nuevamente la voz chillona y mal humorada de Campbell.

El chico iba a sentarse detrás de mí cuando Samanta interrumpió su acción.

—Luke, ven aquí hay lugar —dijo señalando un lugar junto a ella.

Claro que no, allí se encontraba Finn y lo había hecho correr. Perra.

—Hola Alice —murmuró Finn sentándose detrás de mí.

—Hola —respondí fríamente y me volteé para prestar atención a la clase.

—Bien, seguiremos hablando sobre los volcanes del mundo, ¿alguien sabe cuáles son? —Campbell miró a todos expectantes de nuestra respuesta.

Giré mi cabeza para ver quien respondería y el chico nuevo levantó la mano.

—Luke, es un buen comienzo —dijo la profesora y sonrío falsamente.

—Supongo —se encogió de hombros de manera despreocupada— uno de ellos, creo que es, el volcán Kilimanjaro, que se encuentra en ¿tanzania?

“Bien cerebritos” dijo Zac, Luke ignoró completamente el estúpido comentario.

—¡Excelente! —respondió— nombren otro más, quiero que me nombren los diez más importantes, ahora.

—El Krakatoa que se encuentra en Indonesia —dije yo.

—¡Perfecto! ¡perfecto! —chilló contenta. Miré a ambos costados y Luke me sonrió.

Parece amigable.

“Claro que es amigable, amigable ¿oíste? Porque jamás se fijaría en alguien con tus trastornos y además de eso ¡eres gorda! Ja.”

Tamborileé los dedos sobre mi escritorio y suspiré, esas voces no se irían nunca de mi cabeza.

El timbre había sonado y junté mis libros para salir al descanso.

Estaba a punto de salir cuando la profesora me llamó.

—Ya que eres la última en salir, deberías mostrarle el instituto a Luke —miró al rubio y él sonrió avergonzado.

—Bien, si no tengo otra opción —mascullé.

—¡Alice! —me reprochó ella.

—Lo siento —miré a Luke y él negó con su cabeza sonriendo. — Bien, vamos, te mostraré todo —salí del aula y Luke detrás de mí— soy Alice —le sonreí fingidamente— Alice Osbourne —tendí mi mano y él la tomó.

—Como Ozzy Osbourne —ríe un poco y me contagia. — ¿no eres hija de Ozzy, no? —me mira con una gran sonrisa estampada en su rostro.