—Es nuestro último día en Alemania.

Y quisiera, solo por un segundo, tener el valor de decirle que no termine con este viaje, con lo libre que ambos nos hemos sentido, pero sé que esto no puede ser eterno, así como estoy enfrentando el querer entender mis sentimientos, así debo enfrentar que volveremos a nuestra realidad, esa es mi motivación para aprovechar todo el tiempo para entender mis sentimientos por mí mismo, antes de que todos los demás comiencen a querer opinar, y a confundirme, más de lo que ya estoy.

—¿Piensas levantarte? — unos cuantos quejidos más, y las puntas de sus dedos presionan mi escapula. Qué horror, tengo un problema, porque si la mañana acaba de comenzar, y ya me encuentro más feliz de lo que normalmente estoy, no quiero saber qué planeó para este día.

—Mmm... no, aún es temprano — depende de tu definición de temprano. Cierro los ojos, comienzo a hacer pequeños círculos en su espalda —. Max Knight...

—¿Qué? — cuando dice mi nombre completo, estoy seguro de que es algo que me avergonzará.

—Te amo — yo... creo que comienzo a sentirme mucho más feliz cada vez que lo escucho, me avergüenza, por supuesto, pero es aún más grande la emoción que siento al escucharlo.

—No, creo que esta vez, yo lo hago aún más — porque es solo para mí, y no puedo estar más confundido por eso —. ¿A cuántas personas se lo has dicho?

—Solo a ti, a quien amo, es a ti — se siente la leve exhalación, junto a una sonrisa —. Y acabo de despertar, soy consciente de lo que he dicho.

Lo que has hecho, es admitir, sin ningún tipo de duda, gracias a lo profundo que sueles dormir, que soy la primera y única persona a la que has amado, no tiene idea de lo feliz que me hace escucharlo, en especial porque, al separarse, la reacción que tiene es apartar un poco de su cabello, pero por más sonrojado que esté, ni siquiera intenta reparar sus palabras, solo se sienten las leves caricias de sus dedos en mi mejilla, me mira, como si fuese lo mejor que puede tener al despertar.

—Yo también, Darrell.

—¿También acabas de despertar?

—¡No, idiota, yo...! — oh, genial, de nuevo, el te amo ha quedado en medio de mi garganta. Lanzo un quejido —. También eres el único al que siento he amado.

Entiendo, desde hace un buen tiempo, que en verdad lo amo, este sentimiento es amor. Cierro mis ojos, lo más fuerte que puedo, porque es suficiente con mi estúpida risa saliendo sin control, con cada pequeño beso cubriendo mi rostro, su pierna, que ha sido reemplazada por ambas de sus manos, sosteniéndome por la cintura, y yo solo puedo aferrarme a su camiseta. Bien, lo acepto, me gustaría que cada mañana comenzara con esta linda imagen. Esta parte, se siente bien.

—¿Desde cuándo te alegra estar vivo?

—Lo hiciste sonar como si quisieras verme muriendo.

—¡De amor por mí! — en este momento, ni siquiera sé si me estoy riendo por su estupidez, o porque aún sigo en este infierno de vida —. ¿Vamos a disfrutar de nuestro último día aquí?

—Eso dependerá de lo que hayas hecho para mí.

—Oh, apuesto a que te gustará, es algo que decidimos hacer el primer día.

—No lo sé, hay muchas cosas que quiero hacer desde el primer día.

—¡Por Dios, Max Knight está coqueteando conmigo!

—¡Yo no estoy...! — ¿Lo estoy...? ¡No, ese tipo de cosas no van conmigo!

En seguida le aparto, y aunque intenta burlarse de mi exagerada reacción, nada le detiene de tomar el borde de la almohada, tratando de impedir nuestra improvisada guerra de almohadas, que termina en un gran grito, y él cayendo de la cama. ¡No estaba coqueteando! ¿Qué sé yo de eso? A mí... me daría mucha vergüenza hacerlo con él, es... mi mejor amigo, y yo...

El Chico de las 6:30pmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora